OPINIÓN

Sumar

La candidata de Sumar a las elecciones generales, Yolanda Díaz.
La candidata de Sumar a las elecciones generales, Yolanda Díaz.
EFE
La candidata de Sumar a las elecciones generales, Yolanda Díaz.

Ya estamos con la serpiente, no de verano, sino de Semana Santa, y lo que nos espera todavía.

Y lo curioso del caso es que, como pasa con la heroína de los independentistas hiperventilados, Laura Borràs, todo el mundo, pero es que todo el mundo del mundo mundial sabía lo que pasaría con el bolardo donde casi toda la izquierda de la izquierda del PSOE lanza sus cabos de amarre en estos momentos de sequía.

El bolardo, no nos engañemos, no se llama Sumar, sino Yolanda Díaz, aunque oficialmente se ha bautizado como Sumar.

Y claro, el bolardo anterior, Iglesias, no quiere que los barcos amarren en otro lugar. Así es que, como es consubstancial entre las formaciones de izquierdas, el cainismo ha empezado.

En su momento, el político más torpe y cegado por su gigantesco ego, Albert Rivera, se quería comer a toda la derecha. La estupidez no tiene fronteras, así es que Rivera hoy es una anécdota y una lección para los que piensan que la política es solo oratoria.

Pablo Iglesias se quería comer a toda la izquierda, que veían revisionista y cómplice del régimen del 78 que, evidentemente, se considera lo peor de lo peor una vez hicieron lo mejor: consolidar la democracia.

Pero Iglesias y los suyos se olvidaron de algo importantísimo: que los comunistas nunca mueren. Mutan, se transforman, cambian de nombre, pero siempre están ahí, esperando la ocasión. Y la ocasión llegó. Y tiene nombre y cargo: Yolanda Díaz Pérez, vicepresidenta segunda del Gobierno de España, militante del Partido Comunista. Formó parte de las listas electorales de Esquerra Unida en Galicia, de la coalición Alternativa Galega de Esquerda, de En Marea, de Unidas Podemos y, ahora, de Sumar.

En Podemos, hoy, hay de todo menos sosiego. Ione Belarra, secretaria general de Podemos, dijo que Yolanda Díaz “no está plenamente comprometida con la unidad”. Se equivoca Belarra. Sí que lo está, pero quiere ser quien mande, sin tutelas.  

Mostrar comentarios

Códigos Descuento