No se ha cumplido un mes desde que el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida anunciara la gratuidad de Bicimad y en el seno de la coalición con Ciudadanos, y Vox como socio de investidura, han surgido los primeros recelos. El alcalde de Madrid achacó el coste cero de los viajes en bicicleta, hábiles desde el pasado 7 de marzo hasta el 31 de julio (elecciones municipales de por medio), a las posibles deficiencias que podría acarrear la migración a la nueva plataforma ciclista. Pero las primeras espadas naranjas y verdes sugieren que, precisamente, esa exención del pago podría hacer que muchos usuarios dejen de valorar el servicio y abandonen los vehículos en cualquier lugar después de cada viaje, como ocurre a razón de 150 veces diarias, según datos municipales.
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, prendió la mecha del debate en el Pleno municipal de la semana pasada cuando la EMT dio a conocer que en 2 de cada 5 viajes el vehículo acaba fuera de las estaciones, encontrándose bicicletas en urbanizaciones privadas de la ciudad. Tres días después, el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, desechó la posibilidad de volver a cobrar por el servicio, toda vez que desde su equipo entienden que la gratuidad, además de compensar los errores propios del nuevo modelo, incentivan que los ciudadanos puedan conocer las ventajas que ofrece la movilidad ciclista, en expansión a los 21 distritos de la capital, cinco más que ahora.
El precio de la gratuidad cuesta 1,7 millones a las arcas municipales, aunque Fernando Martínez Vidal, edil de Vox, planteó en el pleno extraordinario sobre Bicimad de este martes que la factura fuera mucho más abultada. "Cada bicicleta cada bici cuesta 2.400 euros", dijo sobre los nuevos modelos, equipados con GPS, ruedas antipinchazo o luz de frenado, para denunciar el "desastre" en el que esta inmerso el sistema. "Se ha vuelto a demostrar que lo gratis total no funciona", remató.
El portavoz adjunto de Cs, Santiago Saura, se sumó a la críticas: "El funcionamiento de Bicimad está siendo francamente deficiente, muy deficiente, y es manifiestamente mejorable. Hay confusión con el sistema nuevo y antiguo, bicicletas abandonadas... Se debe solucionar lo antes posible", expuso desde el atril. Tampoco se mostró muy convencido con que los viajes fueran gratuitos, responsabilizando a esa iniciativa de la posible desaparición de muchas bicicletas. "La clave del éxito de un sistema público es la calidad y la frecuencia, no tanto la gratuidad", deslizó.
Pese a las presiones de sus socios, el Ejecutivo de Almeida no se apea de su postura sobre la gratuidad del servicio de bicicletas, puesto que considera que la mayoría de los usos indebidos se debe a la falta de conocimiento de los nuevos usuarios (más de 35.0000) y la incapacidad municipal a la hora de explicar cómo debían utilizarse las nuevas bicicletas.
Así pues, los viajes de 30 minutos a dos ruedas seguirán siendo gratuitos en la capital, permitiendo volver a coger otra bici sin pagar una vez anclada la anterior. Cuando finalice este periodo gratuito, en el mes de agosto, los precios volverán a ser los de siempre: 25 euros para abonados anuales sin la tarjeta de Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, 15 para los que sí tengan este abono y 50 céntimos para los usuarios ocasionales por cada media hora.
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