La autoridad fiscal independiente, la Airef, ha elevado su previsión de déficit para 2023 hasta el 4,2% del PIB. Una cifra tres décimas superior al objetivo que se plantea el Gobierno para este año y que supone una revisión al alza del 27% respecto al 3,3% que el vigilante fiscal planteó el pasado mes de octubre. Así se recoge en el Informe de Presupuestos Iniciales de las Administraciones Públicas para 2023, que el organismo que preside Cristina Herrero ha presentado este miércoles. 

La razón principal para la revisión en el déficit esperado es la prórroga e introducción de nuevas medidas para paliar la crisis energética en el decreto que aprobó el Gobierno en diciembre del año pasado. El coste de las medidas, que el vigilante fiscal independiente sitúa en unos 14.014 millones de euros en 2023, aportaría un punto adicional al déficit respecto al cálculo anterior de la Airef que se elaboró cuando todavía no se conocía el contenido del decreto aprobado en diciembre.

Con las cifras de la Airef en la mano, el cierre de 2023 arrojaría un déficit seis décimas menor al registrado en 2022, que ascendió al 4,8% según publicó el Ministerio de Hacienda y Función Pública la semana pasada. Una cifra todavía alejada del umbral del 3% que exigen las reglas fiscales europeas, que volverán a funcionar de nuevo en 2024, aunque todavía se desconoce si reformadas o no.

El Gobierno cierra 2022 con un déficit del 4,8%, dos décimas menos de lo previsto gracias a una recaudación récord

La reducción en el déficit se deberá sobre todo a la buena evolución inercial de ingresos y gastos y también al menor coste de las medidas energéticas en comparación con el año pasado. También influirá positivamente la reducción del gasto Covid y las medidas de ingresos que se incluyen en la reforma de las pensiones. Todos esos factores contribuirán a reducir en 1,6 puntos el desequilibrio en las cuentas públicas. Por contra, la revalorización automática de las prestaciones contrarrestará parte de ese alivio y aportará un punto adicional al déficit.

El desequilibrio presupuestario seguirá alimentando la deuda pública, que ya alcanza los 1,5 billones de euros. Sin embargo, el crecimiento de la economía previsto para este año será suficiente como para que, en términos de PIB (la métrica que tiene en cuenta Bruselas) la ratio de deuda se reduzca del 113,2% actual al 110,6% a finales de año. Más allá de 2023, la expectativa es que la deuda se estabilice durante los próximos años y vuelva a crecer a medio plazo.

En este contexto, el vigilante fiscal ha vuelto a advertir de que las finanzas públicas españolas están en una situación vulnerable. La hacienda pública se enfrenta a un aumento en el gasto en pensiones, sanidad y cuidados a medio y largo plazo, que se suma al desafío de la subida de tipos de interés que está encareciendo los costes de financiación. Todo ello, en un escenario en el que la deuda pública es muy elevada.

Por ello, la Airef insiste en recomendar al Gobierno que presente un plan fiscal a medio plazo en el que establezca cómo se garantizará la sostenibilidad. Además, recuerdan que las reglas fiscales europeas volverán a funcionar a partir de 2024 y Bruselas ya ha pedido a los gobiernos que presenten planes que establezcan cómo se va a reducir la deuda.

Mantienen su previsión de crecimiento 

En lo que respecta al crecimiento, la Airef ha optado por mantener su previsión de avance del PIB en el 1,6%, la misma cifra que planteó el pasado mes de enero y que queda cinco décimas por debajo de lo que espera el Gobierno. Según su análisis, el importante crecimiento del empleo en el primer trimestre y la sorprendente resistencia de las exportaciones no serán suficientes como para compensar el efecto adverso de las subidas en los tipos de interés, que se notará sobre todo en el segundo semestre del año.

Respecto a la evolución de los precios, el vigilante fiscal pronostica que la inflación cerrará este año con una subida promedio del 4%, un registro en la misma línea de lo que planteó el Banco de España en su último ejercicio de proyecciones macroeconómicas. El alivio en la inflación vendrá impulsado, además de por el efecto comparación con 2022, gracias a la bajada en los precios de la energía. No obstante, se espera que la inflación de los alimentos se mantenga elevada durante todo el año. Finalmente, en materia salarial, la expectativa de la Airef es que los salarios crezcan ligeramente por encima de la inflación este año, recuperando "solo de manera parcial" la capacidad de compra perdida en 2022.