Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El 'match' del Papa Francisco y los jóvenes

Papa Francisco en el especial de Disney Plus, grabado en un coworking de Roma
Papa Francisco en el especial de Disney Plus, grabado en un coworking de Roma
Disney
Papa Francisco en el especial de Disney Plus, grabado en un coworking de Roma

¿Les suena la expresión "Más papista que el Papa"? Hay frases hechas que son precisas, incluso que trascienden más allá de la precisión. Hablan de creencias, incluso de la pretensión de capitalizar las creencias. En el periodismo sabemos mucho de eso. El magnetismo del poder empuja a algunos a dar la patada al espíritu crítico de su oficio para rendirse a las expectativas que esperan de ellos. O a no defraudar las expectativas que creen que esperan de ellos, que es bien diferente.

Papa Francisco podía haber elegido a un súbdito (o pelota) para sus entrevistas de cabecera, en cambio ha conectado con la productora de un ateo, Jordi Évole. Metáfora cristiana en el siglo XXI. Un Papa ha preferido espíritu crítico frente a la oda temerosa. Aunque revuelva a algunos, es el único camino para que su mensaje se expanda y no se quede en burbujas. Porque Francisco parece saber que no necesita convencer a quien ya está convencido, necesita llegar a aquellos que parece que ya ni siquiera le miran de reojo. Y hacerlo desde una óptica de hoy, desde un punto de encuentro con la cercanía desacomplejada de la juventud.

Eso es 'Amén: Papa Francisco', el especial de Disney Plus, dirigido por el propio Évole y Màrius Sánchez, que consigue un luminoso corrillo de ideas gracias a que reúne a un grupo de jóvenes diversos (ahí está la clave) con un inteligente Papa sin púlpitos y con las orejas bien abiertas (las otras dos grandes claves). De hecho, da la sensación que el Papa aprende más de los jóvenes que los jóvenes de él.

Como buen ejercicio documental, el programa no se queda en sólo resaltar los titulares que van surgiendo de los controvertidos temas que van sacando los chavales (aborto, sexualidad, feminismo, pederastia en la Iglesia...) y, sobre todo, se centra en la grandeza de la conversación. Con sus silencios, con sus miradas, con sus momentos de agachar la cabeza, con los gestos que ponen a todos los protagonistas del espacio en un mismo nivel. Papa incluido. El propio especial empieza mostrando cómo se despiertan, cómo se afeitan, como se lavan los dientes. Al Papa Francisco, cómo desayuna. Las galletas del Vaticano están muy ricas, expresa. El café, también.

Este prolegómeno de despertares y su sonido ambiente ya va dibujando con sólo un golpe de vista las distintas realidades de las que viene cada uno de los protagonistas. Sus circunstancias sociales y económicas, sus diferentes culturas. Pero la mayoría con la misma espontaneidad de la ilusión de tener toda la vida por delante y todavía sentir que se puede cambiar aquello que otros piensan imposible de evolucionar.

Al final, 'Amén: Papa Francisco' es un retrato social a través de la expresividad en primer plano de Milagros, Víctor, Juan, Khadim, Celia, María, Dora, Medha, Alejandra, Lucía y Francisco. Papa Francisco. Sin reverencias, saludándose con dos besos. Superando protocolos de superioridad y dialogando con filosofía más que con arengas. Quizá es lo mejor que ha conseguido este programa: recordar que la vida es la congregación de conocerse más que juzgarse.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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