El principal uso del laurel en el hogar pasa por condimentar diferentes platos de carne y otras recetas, ya que se trata de una planta aromática con un olor muy reconocible. Sin embargo, estas hojas que se usan para aromatizar los platos pueden tener una segunda utilidad, precisamente, aprovechando ese aroma tan característico. 

Concretamente, se puede usar como ambientador, consiguiendo en el hogar un aroma tradicional, intenso y fresco, que es más duradero que los convencionales ambientadores que se pueden encontrar en el mercado, además de barato y casero. 

El truco del laurel y el aspirador

Este truco es muy sencillo de realizar y va a conseguir acabar con uno de los problemas comunes en muchos hogares: los malos olores. De hecho, basta con aplicar este truco para el que solo se necesita un aspirador y unas hojas de laurel para aromatizar y eliminar los malos olores que surgen de la humedad, las tuberías, la acumulación de polvo o ácaros o la escasa ventilación durante determinadas épocas del año.

Así, solamente será necesario limpiar y secar correctamente todas las partes del aspirador, eliminando los restos de suciedad y polvo que pueda haber acumulado tras su uso. Después, en la bolsa o en el compartimento donde va a parar la basura, hay que introducir el laurel, partido en trozos, para seguidamente cerrar el compartimento.

Esta es la única preparación necesaria, ya que después solo hay que usar el aspirador como se hace normalmente, eliminando la suciedad del suelo y el resto de las superficies, momento en el que el aroma del laurel va a impregnar el ambiente. 

Pasando el aspirador por todas las estancias y con laurel introducido en la bolsa o compartimento de basura, quedará un olor balsámico, intenso y duradero por todos los rincones del hogar, de manera sencilla y sin gastar dinero de más.