Aquellos que decidan pasear por los jardines del Buen Retiro pueden visitar el nuevo olivo que se ha plantado en una de las praderas próximas a la entrada de la Puerta del Ángel Caído. El nuevo inquilino de los jardines tiene 627 años de edad. Se estima que su fecha de origen es 1396. A lo largo de su vida este árbol ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos como la llegada de Colón a América, la constitución de la Pepa o la constitución de 1978 entre otros.
El árbol mide cerca de tres metros y pesa unas cinco toneladas. Con su llegada, se ha convertido en el ejemplar más antiguo de los jardines superando al ahuehuete situado en la entrada al jardín por la puerta de Felipe IV.
El olivo ha sido considerado como un símbolo de longevidad e inmortalidad. Las ramas de este árbol también han servido para representar la paz. Sus frutos, la oliva, son codiciados como manjar, presente en la dieta mediterránea por el aceite de oliva y por las características tapas de aceitunas que siempre acompañan las tardes de terraza al sol en España.
La presencia de esta especie en el Retiro no es casual, ya en el conocido Plano de Texeira de 1656, se aprecia que alrededor de la actual Basílica de Atocha se encontraba el conocido como Olivar de Atocha. La tapia de ese olivar era colindante con la cerca de El Retiro y los reyes podían entrar directamente desde El Retiro al olivar y a la Virgen de Atocha.
En la actualidad, es posible ver un número importante de olivos en la colina del Bosque del Recuerdo; asimismo, cerca del lugar y al lado de una ría, se encuentra el olivo más grande del parque. También hay olivos en la zona del Antiguo Reservado, en los jardines de Cecilio Rodríguez y en la Montaña Artificial.
Un símbolo del compromiso con la sostenibilidad local
El nuevo inquilino se ha trasladado desde un vivero en el municipio madrileño de Carabaña. El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid ha adquirido este ejemplar como parte de la iniciativa ‘Un Árbol por Europa’. El objetivo de este proyecto es que todos los municipios españoles planten al menos un árbol como símbolo de su compromiso con la sostenibilidad local y de su lucha contra la deforestación en Europa.
El olivo es una especie típicamente mediterránea. Es sensible a las heladas, si bien puede soportar temperaturas de hasta -10 °C, aunque su resistencia al frío dependerá de la variedad del árbol.
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