En la Cañada Real de Madrid nada cambia. Sigue sin luz (ya van tres inviernos) y sigue siendo un hipermercado de la droga. El mayor punto de venta estaba regentado por el clan familiar de Los Saavedra. Por allí pasaban más de 500 clientes diarios buscando su dosis. La Policía Nacional lo acaba de desmantelar en una macrooperación que se ha saldado con 24 detenidos.

La operación, denominada Andrómeda, se inició el pasado 23 de marzo y ha concluido ahora. Ha consistido en nueve entradas y registros simultáneos en el punto de venta del poblado y varios domicilios de las localidades de Morata de Tajuña y Alcalá de Henares. Fueron intervenidos unos 11 kilos de diferentes sustancias estupefacientes, más de 125.000 euros en efectivo, 10 armas de fuego, casi 700 cartuchos de munición y 11 vehículos.

Desmantelan el mayor punto de venta de droga de la Cañada: un búnker que funcionaba las 24 horas

Los 24 detenidos —catorce hombre y diez mujeres— pasaron a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, depósito de armas y municiones y un delito contra la salud pública. El juez decretó el ingreso en prisión de 11 de los arrestados.

Casi dos años de investigación

Para este resultado final, la investigación ha durado casi dos años. Tanto tiempo, ha explicado el responsable de la investigación en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, por las fuertes medidas de seguridad que tomaban Los Saavedra.

El punto de venta estaba vigilado las 24 horas del día. En la fachada de la "tienda", un cartel: "Hay buenos porros"

Su punto de venta de droga era la parcela 20 del sector VI del poblado, que habían comprado a Los Kikos. Se encontraba "totalmente bunquerizado" y vigilado las 24 horas del día. En la fachada, como una tienda más, un cartel: "Hay buenos porros". Ya en el interior, los agentes encontraron el "fumadero", una estancia con sillones y sofás donde encontraron a una treintena de clientes consumiendo la droga que acaban de comprar: cocaína, heroína y marihuana.

JORGE PARÍS

Detrás, un "laberinto de puertas", blindadas y falsas, y muros forjados. Una vez burladas todas éstas la policía halló el "búnker". Al entrar, Los Saavedra y su gente ya estaban tratado de deshacerse de las dosis y del dinero. Lo arrojaban todo a una estufa, lo que provocó un incendio. Los agentes recogieron entre las cenizas pequeñas cantidades de droga y billetes a medio calcinar con los que probar la implicación del clan en el tráfico de drogas.

Los jefes no pisaban la Cañada

Herederos de otros clanes, la organización de la familia Saavedra estaba "fuertemente jerarquizada" y presentaba una clara división de funciones entre sus componentes, según el responsable de la investigación.

Los llamados machacas eran los encargados de la seguridad del "búnker" de la Cañada Real y otras personas se encargaban de suministrar la droga y de preparar las papelinas que vendían, básicamente cocaína y heroína. La policía calcula que tenían más de 500 clientes diarios.

Los cerebros del clan son el matrimonio formado por Miguel y Antonia, que no paraban en el punto de venta de la droga y viven en Morata de Tajuña

Los cerebros del clan son el matrimonio formado por Miguel y Antonia. Ellos no paran en el punto de venta de la droga. Viven Morata de Tajuña, donde la policía ha llevado a cabo un registro en el que han hallado joyas y grandes sumas de dinero. Otra de las arrestadas es Ángela, hija de Antonia y casada con Ricardo, hijo de uno los cabecillas del clan de Los Kikos, también detenido.

EUROPA PRESS

Todos ellos tenían un alto nivel de vida. La investigación ha mostrado que contaban con un enorme patrimonio de propiedades inmobiliarias y vehículos que no concordaba con sus trabajos o ingresos, cuenta El Español.

De Los Gordos a Los Saavedra, pasando por Los Kikos

Los Saavedra han heredado el negocio de Los Kikos, que cayeron en 2020. En octubre de aquel año, la Policía Nacional detuvo a sus 14 integrantes. En ese momento Los Kikos eran los reyes de la droga en la Cañada Real de Madrid y vendían 200 dosis de droga al día (ya hemos visto que Los Saavedra habían llegado a las 500).

Cuando Los Kikos cayeron en 2020 vendían 200 dosis de droga al día, pero Los Saavedra habían conseguido vender más de 500

En su momento, el supermercado de la droga de Los Kikos era el mayor de suministro de droga en Madrid. En aquella operación la policía se intervino un total 520.000 euros en efectivo, 19 kilos de cocaína, casi tres kilos de otras sustancias —hachís y heroína—, 18 armas de fuego cortas reales con casi 2.000 cartuchos de distintos calibres. Los Kikos habían sucedido al clan de Los Gordos.

De 200 a 500 dosis... ¿cómo se hicieron tan grandes Los Saavedra? A base de devorar a la competencia como Andrómeda, la galaxia caníbal que ha dado nombre a la operación policial. Según El País, más bien absorbieron a los otros grupos incluyendo en su estructura a miembros que ya trabajaban con los clanes caídos.