La carrera de los alcaldables de Barcelona acelera a un mes de las elecciones: las ‘superilles’, el tranvía y la vivienda los dividen

  • Colau se ha quedado sola en la defensa de las ‘superilles’, que son su proyecto urbanístico estrella.
  • La conexión de los dos tramos del tranvía podría quedar a medias después de las municipales.
Las obras de la 'superilla' del Eixample en la calle Consell de Cent.
Las obras de la 'superilla' del Eixample en la calle Consell de Cent.
ACN
Las obras de la 'superilla' del Eixample en la calle Consell de Cent.

Tras la Semana Santa, los candidatos a la alcaldía por Barcelona aceleran en su carrera por conquistar las urnas el próximo 28 de mayo. Cuando todavía no ha comenzado la campaña electoral, que tendrá su pistoletazo de salida la noche del día 12 del próximo mes, ya han lanzado algunas de sus principales propuestas para gobernar la capital catalana. Las ‘superilles’, la unión del tranvía o el cómo garantizar el acceso a la vivienda son algunos de los principales asuntos que los dividen.

Las 'superilles'

Las 'superilles', y en especial la del Eixample, son el proyecto estrella del actual gobierno municipal de BComú, con la alcaldesa, Ada Colau, a la cabeza. Colau aspira a un tercer mandato para seguir ampliándolas, pues considera necesaria "una transformación urbanística para hacer una ciudad del siglo XXI, menos contaminada y con más protagonismo para las personas y no para los coches". Asegura que pese a que las voces críticas afirman que las 'superilles' provocan que haya más tráfico, y por lo tanto, más polución, en las calles de alrededor, "todos los informes" que han encargado "confirman que eso no es así". Considera que la del Eixample es "la que más se necesita", porque "tiene 350.000 coches cruzándolo a diario y su estación de mediciones de contaminación sigue superando los niveles permitidos por la Unión Europea".

Por su parte, el candidato del PSC, Jaume Collboni, socio de gobierno de BComú, afirma que aunque su partido aprobó las 'superilles', "es inviable" económicamente replicar el modelo de la calle Consell de Cent, una de las cuatro primeras que se están transformando en el Eixample. "Nos costaría más de 1.000 millones de euros" dice, y apuesta por "la alternativa de los interiores de manzana" para ganar verde urbano. "Los alcaldes socialistas hicieron 42 durante sus mandatos y reactivaremos 30 más que estaban previstas", señala.

Se muestran totalmente contrarios a las 'superilles', sin embargo, otros grupos municipales. El candidato de ERC, Ernest Maragall, apunta que "ahora se mejora la calle Consell de Cent, pero baja la calidad en la calle Valencia o en Gran Via, donde aumenta la contaminación". "Estamos alargando itinerarios, obligando a la gente a dar diez vueltas donde antes no daba ninguna", añade. En vez de hacer 'superilles', Maragall apuesta por "reconsiderar las nuevas modalidades de transporte individual", y "ordenar bien" su circulación para evitar problemas de convivencia con los peatones.

El alcaldable de Junts, Xavier Trias, también carga contra este modelo de transformación urbanística. Asegura que las 'superilles' solo son "calles de peatones" que "enfrentan a la gente": "Consell de Cent será una maravilla, pero los de València estarán enfadadísimos", dice. Considera "una barbaridad", además, que la 'superilla' del Eixample esté eliminando los chaflanes de la trama Cerdà, pues señala que eso supondrá hacer la carga y descarga "en medio de la calle" y comportará más congestión y contaminación. Para luchar contra la polución, Trias propone como alternativa equipar la ciudad para el coche eléctrico y cubrir la Ronda de Dalt.

Desde el PP, su candidato, Daniel Sirera, señala que "lo que han hecho Colau y Collboni es construir una ciudad de primera y una de segunda". "Hay algunas 'superilles', como la de Consell de Cent, que pueden mejorar la calidad del aire allí, pero hacen que en la calle València, por ejemplo, los atascos sean más y, por lo tanto, haya más polución", afirma. Además, se queja del mantenimiento de las áreas transformadas. "Las zonas verdes están muertas, hay ratas...", dice. Contra la contaminación, defiende renovar la flota de autobuses y cree que "sería una buena propuesta que las personas de menos de 25 años tuvieran el transporte público gratis".

Anna Grau, alcaldable por Cs, pararía "en seco" las 'superilles' y revertiría "lo que se pueda". "Me parece que se está haciendo un urbanismo bolivariano que pervierte la esencia del Plan Cerdà, que nunca planteó cargarse la movilidad de Barcelona, ni hacer intransitable el centro de la ciudad para los coches o para la gente de cierta edad", critica. También dice que con las 'superilles' se "ha intentado intervenir en la economía, con la intención última de apostar por el decrecimiento, por la vía de hacer inviable la carga y descarga, por ejemplo". Considera, asimismo, que desplazan la contaminación a las calles de alrededor. Grau apuesta por "aparcamientos perimetrales bien conectados con transporte público, para poder dejar los coches a la entrada de la ciudad", más "frecuencias de trenes" y "que el metro funcione las 24 horas los fines de semana".

A Eva Parera, candidata de Valents, las 'superilles' no le desagradan, pero cree que no se pueden hacer en cualquier punto de Barcelona. “El plan Cerdà debe respetarse, porque si se toca su movilidad se afecta a la de toda la ciudad”, señala. Parera, como otros alcaldables, considera también que el tráfico de Consell de Cent se está desplazando a calles cercanas, como València.

La unión del tranvía

Colau ha comenzado la conexión por la Diagonal de los dos tramos del tranvía existentes: el Trambaix y el Trambesòs. Considera que se trata de una obra necesaria para fomentar el transporte público y quitar coches de la circulación. Está previsto que en un año esté en funcionamiento el tramo de Glòries a Verdaguer. Además, su gobierno lo ha dejado todo preparado antes de las elecciones municipales de mayo para que la unión del tranvía sea una realidad. Y es que el Ayuntamiento y la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) adjudicaron en marzo la redacción del proyecto ejecutivo del tramo que irá de Verdaguer a Francesc Macià, que junto al que se está construyendo ahora, permitirá conectar el Trambesòs y el Trambaix.

La primera marquesina y operarios soldando para fijar las vías.
La primera marquesina y operarios soldando para fijar las vías del tranvía.
Carla Mercader

Collboni también es partidario de la unión del tranvía. Cree que “es de sentido común” porque “no tiene sentido una vía partida por la mitad”. El candidato del PSC señala la necesidad de “despolitizar la conexión del tranvía” y “buscar el consenso político y el máximo aval técnico" para que se haga realidad.

Por su parte, Maragall apunta que “el tranvía tiene que ganarse el prestigio y la credibilidad”. Considera que el Ayuntamiento debe “demostrar que la Diagonal no se va a ver afectada en términos de capacidad de actuar como espacio público para la ciudadanía de a pie y también para la actividad comercial”. Asegura que, si es alcalde, “si es necesario tomar medidas compensatorias”, las tomará.

Entre los contrarios a la conexión está Trias, que afirma que si gobierna Barcelona estudiará la posibilidad de parar las obras. Para el candidato de Junts, “es un disparate hacer pasar el tranvía atravesando toda la ciudad”. Recuerda que ya hay una conexión en autobús, mediante una línea exprés, la X1, que facilita el trayecto de Francesc Macià a Glòries. La unión del tranvía, dice Trias, "es muy importante para la cuenta de explotación" de este transporte público, "pero no para los ciudadanos”.

También Sirera rechaza la conexión. La califica como "un gravísimo error”. Por un lado, porque cree que afectará negativamente al tráfico, y por el otro, porque piensa que divide la ciudad en dos. “La gente que vive por encima de la Diagonal no bajará y la de abajo, no subirá", afirma. El alcaldable del PP apuesta por los autobuses eléctricos como alternativa.

Grau también ve con malos ojos la unión del tranvía, y considera que habría que ampliar los carriles de circulación en la Gran Via y recuperar la conectividad mar y montaña en la Via Laietana. Para reducir la contaminación, defiende habilitar garajes disuasorios en la entrada de la ciudad y moverse en transporte público por dentro.

En cuanto a Parera, cree que la conexión del tranvía, por la extensa duración de las obras, puede suponer un "impacto económico negativo" para comerciantes y vecinos. Valents, su grupo municipal, llevó al pleno una proposición que pedía la realización de un estudio sobre esta posibilidad. También reclamaba el ofrecimiento de ayudas y compensaciones para los comerciantes afectados.

El acceso a la vivienda

Aumentar la vivienda pública ha sido una de las prioridades del gobierno de Colau. "Estoy orgullosa de que hemos situado a Barcelona como la ciudad española con el parque de vivienda social más grande", afirma. La alcaldesa impulsó la medida de obligar a reservar el 30% de las nuevas promociones para pisos sociales. Asegura que, aunque las voces críticas dicen que esta frena la construcción, "lo que pasa es que los promotores siempre quieren ganar más, pero la avaricia no es un derecho constitucional y la vivienda, sí". Y añade: "Hasta ahora, no había habido ningún alcalde que se hubiera enfrentado a los intereses inmobiliarios. Fruto de ello, me ponen querellas e incluso que me hacen declarar en el juzgado".

Collboni, en cambio, señala que la reserva obligatoria del 30% "ha parado la construcción por rígida e intervencionista". Para el alcaldable del PSC, "se han disparado los precios del alquiler y compra y hay que toparlos". Cree que "la gran mayoría de los nuevos pisos de protección tienen que ser para jóvenes", que "con un salario medio, no pueden acceder a una vivienda".

Por su parte, Maragall cree que el precio de los pisos "expulsa" a los vecinos por "la ineficacia" de Colau. "Se prometieron 8.000 viviendas y no hemos llegado ni a la mitad o cerca de la mitad en estos ocho años de mandato", denuncia. Señala que su compromiso es construir 5.000 pisos al año, "con una suma del sector público y privado". "Son 20.000 viviendas en el mandato, y de estas, al menos 8.000 tienen que ser protegidas", añade.

Trias es otro de los contrarios a la reserva del 30% que se impone a los promotores para vivienda social. Cree que "hace que no les salga a cuenta construir", por lo que anularía la medida.

En cuanto a Sirera, apunta que para "garantizar el acceso a la vivienda", es necesaria "una visión metropolitana, porque Barcelona tiene un espacio de crecimiento reducido". "Pese a eso, hay dos zonas muy importantes, la Marina de la Zona Franca y Sant Andreu, donde se podrían construir más de 150.000 pisos", señala. También cree que la reserva del 30% frena la construcción.

En la misma línea que Maragall, Grau considera que "la vivienda es la mejor manifestación del fracaso de las políticas de Colau". "Cuando llegó al poder, prometió 8.000 viviendas, y se han creado una cuarta parte", critica, y agrega que la alcaldesa "tiene que dejar de echar la culpa a los promotores inmobiliarios" y debe parar de "favorecer la ocupación y hacer discursos antisistema". La candidata de Cs apuesta por "avalar a los jóvenes". "Sin 7.000 nóminas, nadie se fía de ellos", dice.

Parera, por su parte, pone el foco en la lucha contra las ocupaciones ilegales, pues señala que, en España, "el 43% se producen en Barcelona". "Se ha de combatir haciendo cumplir las normas y con más urbanos y mossos", opina. En este sentido, propone una "unidad especializada de la Guardia Urbana en ocupaciones". También defiende un modelo "como el que tienen en Italia, Francia o Alemania". "Si en 48 horas no acreditas un contrato de propiedad o de alquiler, estás en la prisión. Esto implica cambios normativos desde la Generalitat, el Congreso de los Diputados o el Ayuntamiento", indica Parera.

Carla Mercader
Jefa de sección Barcelona '20minutos'

Licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciències de la Comunicació Blanquerna-Universitat Ramon Llull y máster en Periodismo por la Universitat de Barcelona con la Columbia University de Nueva York. Me dedico al periodismo desde 2003 y formo parte desde 2014 del equipo de 20minutos, en el que primero fui redactora, sobre todo de información municipal, y ahora soy jefa de la sección del diario en Barcelona. Anteriormente, trabajé en medios como el diario Qué!, el diario La Nación de Costa Rica, Europa Press o ETV-Llobregat TV, entre otros.

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