La incapacidad permanente es aquella condición o situación que impide a un trabajador ejercer un puesto de trabajo debido a una patología, enfermedad o lesión por la que está limitado para desempeñar una actividad profesional. Para paliar esta situación, existe una pensión por incapacidad permanente, una prestación que reconoce y evalúa esta condición y concede una cuantía al trabajador incapacitado. El objetivo es "cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando por enfermedad o accidente ve reducida o anulada su capacidad laboral."
Según aparece publicado en la página web de la Seguridad Social, hay una serie de criterios y procedimientos que evalúan la incapacidad permanente y sus diferentes grados:
Grados de incapacidad permanente
La Seguridad Social establece cuatro grados de incapacidad:
- Parcial para la profesión habitual: una reducción de hasta el 33% en el rendimiento para dicha profesión.
- Total para la profesión habitual: inhabilita al trabajador o trabajadora para su profesión habitual.
- Absoluta para todo trabajo: inhabilita para toda profesión.
- Gran invalidez: inhabilita para cualquier profesión y existe un grado de dependencia.
¿Qué criterios tiene en cuenta el tribunal médico?
El procedimiento para la concesión de la condición de incapacidad permanente puede iniciarse de oficio (por iniciativa de la entidad gestora, de Inspección de Trabajo o del Servicio Público de Salud), a solicitud de las entidades colaboradoras o a petición del interesado.
Será el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) o SGAM en Cataluña (Subdirecció General d'Avaluacions Mèdiques) el organismo encargado de evaluar el grado de incapacidad permanente a la hora de recibir una prestación. "El tribunal médico se compone de personal facultativo, funcionario y administrativo. Su función es examinar la situación de los afectados y formular un dictamen-propuesta al respecto, que cae en manos del correspondiente director provincial del INSS", detallan desde Campmany Abogados.
Estos son los criterios que siguen a la hora de evaluar una incapacidad permanente:
- Efectos sobre el empleo: 'déficit funcional' de la incapacidad en las tareas laborales del trabajador, es decir, la incidencia en su capacidad laboral tanto en su función habitual como en todo tipo de trabajos
- Las dolencias padecidas en su conjunto, incluso las anteriores al motivo que haya suscitado la incapacidad laboral
- La posibilidad de corrección y recuperación de la capacidad de trabajo
- Criterios orientativos (historial médico, antecedente de casos similares, el derogado Reglamento de Accidentes de Trabajo como guía de valoración
Cuantías de la pensión de incapacidad permanente
La cuantía de la pensión irá determinada "por la base reguladora y el porcentaje que se aplica según el grado de incapacidad permanente reconocido":
- Incapacidad permanente parcial: indemnización a tanto alzado (24 mensualidades de la base reguladora que sirvió para el cálculo de la incapacidad temporal).
- Incapacidad permanente total: 55% de la base reguladora (75% a partir de los 55 años "cuando por diversas circunstancias se presuma la dificultad de obtener empleo en actividad distinta a la habitual".
- Incapacidad permanente absoluta: 100% de la base reguladora.
- Gran invalidez: se aplica a la base reguladora el porcentaje correspondiente a la incapacidad permanente total o absoluta, incrementada con un complemento.
Los directores provinciales de la Seguridad Social son los encargados de dictar la resolución con el grado de incapacidad, las cuantías de la prestación y el plazo a partir del cual se puede iniciar una revisión de la incapacidad, ya sea por agravación o mejoría. La pensión finaliza por revisión de incapacidad o la concesión de la pensión de jubilación.
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