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Irene López, con lesión medular tras enfermar de meningitis: "Invito a todo el mundo a que vacune a sus hijos"

Irene López sufrió una lesión medular a causa de la meningitis y ahora se mueve con muletas.
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En España se diagnostican cada año unos 1.000 casos de meningitis, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). La mayoría de ellos son víricos y no suelen presentar cuadros graves, pero no ocurre lo mismo con la meningitis de origen bacteriano, más grave, que puede ser mortal o dejar secuelas importantes si no se trata de forma inmediata. De hecho, un 30% de los pacientes que han padecido meningitis bacteriana sufren algún tipo de discapacidad importante.

Dentro de este porcentaje se encuentra Irene López, una mujer que vio como con 29 años su vida cambiaba de la noche a la mañana: "Trabajaba en una peluquería en Marbella y los fines de semana en bares de copas… era un torbellino y andaba todo el día de arriba para abajo. Ahora mi vida -con casi 40- es completamente diferente, camino con muletas, me canso mucho y no puedo hacer todos los planes que me gustaría". 

Todo empezó en el año 2012, cuando Irene, que en la actualidad tiene un 76% de discapacidad reconocida, abandonó su puesto de trabajo por encontrarse mal, "empecé con síntomas una semana antes, y un día de entrar en la UCI me tuve que ir a casa del trabajo porque me encontraba fatal, con diarrea, vómitos, un dolor muscular tremendo… Al verme mal, una amiga mía se quedó a dormir conmigo, y menos mal, porque si no fuera por eso a lo mejor no estaba aquí. Al día siguiente, el 14 de septiembre, pasó a mi habitación ante de irse a trabajar para ver cómo estaba y me encontró convulsionando, me había caído de la cama… llamó a la ambulancia". 

A mis padres, que vinieron desde Badajoz, de donde yo soy, les dijeron que era probable que no pasara de esa noche

Irene, que asegura que todo esto se lo han contado porque no recuerda nada, pasó los siguientes cuatro días en la UCI, en coma y con pocas posibilidades de sobrevivir, "a mis padres, que vinieron desde Badajoz, de donde yo soy, les dijeron que era probable que no pasara de esa noche". Sin embargo, sí sobrevivió, y, aunque no recordaba nada de lo que había pasado, enseguida fue consciente de que su vida había cambiado para siempre, "me dijeron que tenían que ver las secuelas que me habían quedado. En ese momento tenía una parálisis facial, no retenía nada en mi memoria y tenía una lesión medular que hacía que ni sintiera nada de cintura para abajo", recuerda.

Ahí empezó su periplo por varios hospitales Málaga, Badajoz y de ahí al hospital de parapléjicos de Toledo, "estuve ocho meses ingresada, haciéndome a la idea de la nueva realidad. Allí ya me dijeron que era muy difícil que yo volviera a caminar, pero como soy muy cabezota, al final lo he conseguido y me desplazo con ayuda de muletas porque también afectado el equilibrio". 

Empieza una nueva vida

Irene ya no podía trabajar en la peluquería, por lo que le dieron la incapacidad permanente, pero poco a poco a ha ido amoldándose a su nueva vida, "después de Toledo, me fui un año a Badajoz y después me vine con mi familia a vivir a Málaga". Allí lleva una vida bastante más tranquila que antes, pero por fin ha conseguido ir a vivir sola. Además, su espíritu inquieto le impide estar parada, "a menudo mi cuerpo me dice ‘hasta aquí hemos llegado’, y tengo que parar, por lo que mi vida es bastante tranquila: paseo, saco a mi perra, quedo con amigos… Y casi todas las mañanas voy al gimnasio y hago rehabilitación cuatro días a la semana. Lo necesito. Cuando la dejo unos días para irme de vacaciones noto que voy a peor y retrocedo, voy para atrás. Lo hago por lo privado porque en la sanidad pública no dan servicios de calidad, no dan el tratamiento adecuado en estos casos", se queja.

Además, desde que en 2017 conoció la Asociación Española contra la Meningitis, se ha convertido en su segunda familia, "le dedico todas las tardes en que me necesitan. Soy secretaria y delegada de zona, de Andalucía". Para ella, la asociación ha sido un apoyo enorme y anima a todo el mundo que haya pasado la meningitis que se acerque a ellos, porque muchos tienen secuelas y no encuentra el apoyo y la comprensión que necesitan, "invito a todo el mundo a que se asocie, nos apoyamos mucho los unos a los otros", dice agradecida. 

La importancia de vacunar y estar atentos

La meningitis que tuvo Irene es la que provoca el meningococo B, la bacteriana más frecuente, sin embargo, ella nunca había oído hablar de ella ni sabe cómo pudo contraerla, "yo ya no le doy más vueltas, me pasó porque me tenía que pasar, pero no tengo ni idea de cómo la cogí", reconoce, "creen que pudo ser que estuviera latente o que me contagiara de alguien que no tenía síntomas, porque hay gente que tiene la bacteria y no se entera o la tiene latente y no la manifiesta o desarrolla hasta que, por ejemplo, tiene una bajada de defensas. A todo mi entorno, le pusieron un tratamiento con antibióticos preventivo y así evitaron que desarrollaran la enfermedad". 

Irene, mientras se recuperaba en el hospital de parapléjicos de Toledo, en las paralelas intentando caminar con bitutores.
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Por casos como el suyo, Irene cree que son importantes dos cosas: que se haga pedagogía sobre la enfermedad, sobre los síntomas y que se fomente la vacunación, "hay pocos casos e incluso mucha gente se cree que es algo del pasado, pero no es así… y se ha de conocer porque puede dejar graves secuelas e incluso provocar la muerte. Yo ni la conocía cuando me pasó".

 Este desconocimiento de la enfermedad, hace que la gente -y a veces los médicos- no identifiquen los primeros síntomas, pase desapercibida y avance, "vas a urgencias con vómitos, dolor muscular, diarrea… te dicen que es una gastroenteritis y te mandan a casa… y va avanzando, provoca rigidez del cuello, manchas… y cuanto más tarde se trate, más posibilidades de que deje secuelas, que pueden ser gravísimas: en la movilidad, sordera, ceguera, discapacidad intelectual… unos dolores de cabeza horribles, que es algo que nos pasa al 80% de los afectados…". Se trata de una enfermedad que, además, empeora muy rápidamente, por lo que tratarla con rapidez es crucial para salvar vidas.

Se puede contraer a cualquier edad, a mí me pasó con 29, pero en la asociación hay gente que la tuvo hasta con 60

Además, no duda en reivindicar el tema de las vacunas, "y más ahora, que va a ser gratuita, me gustaría que los padres vacunen a sus hijos, porque con esta vacuna van a reducir mucho las posibilidades de que contraiga una enfermedad que puede llegar a ser muy grave, dejar graves vacunas a incluso provocar la muerte". Una enfermedad que, aunque es más frecuente entre los 16 y los 24 años, se puede contraer a cualquier edad, "a mí me pasó con 29, pero en la asociación hay gente que la tuvo hasta con 60… A nosotros nos están ya llegando casos, están subiendo otra vez porque los padres no vacunan y, tras la retirada de las mascarillas, están volviendo a subir", cuenta, "la de la meningitis que yo tuve, que se aprobó hace unos años (Bexero) antes era muy cara y mucha gente no la ponía porque no se la podía permitir, pero ahora que por fin hemos conseguido que a partir del año que viene sea gratuita en toda España, invito a todo el mundo a que se la ponga a sus hijos. Mis amigas, que empezaron a tener niños poco después de que me ocurriera esto a mí, en ningún momento se planteaban no ponérselas a sus hijos porque han visto de cerca lo que hay, pero hay mucha gente que no está concienciada", insiste.

En la actualidad, ya se disponen de vacunas frente al frente meningococo C, B (el más frecuente en Europa Occidental), A, W e Y, neumococo y haemophilus y tanto desde la Asociación Española de Pediatría como desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerdan que "las vacunas siguen siendo la forma más efectiva que tenemos de prevenir las enfermedades infecciosas". 

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