A fondo

Tartessos, el misterioso pueblo que habitó el sur de la Península y que se va desvelando lentamente frente a falsos mitos

Los descubrimientos de Tartessos
Los descubrimientos de Tartessos
Carlos Gámez
Los descubrimientos de Tartessos

De Tartessos se han escrito tantas falsedades como verdades. Que si fue una gran civilización prerromana y coetánea de la fenicia y la griega; un rico imperio que se extendía de Huelva a Murcia; un reino floreciente que tuvo su sede en el sur de la Península; un foco de civilización en el extremo de Occidente; que albergó la mítica Atlántida... Se han visto cosas que no estaban por las ganas de dotar al mito de carne, de verdad.

A ello contribuyeron los escritores griegos o lo que hemos sabido del todo de lo que dejaron escrito. Éforo, Heródoto, Plinio o Rufo Festo Avieno se refirieron a Tartessos. En el siglo V a. C., Heródoto habló de emporio de gran riqueza más allá de las Columnas de Hércules. Eso llevó a muchos a pensar que Tartessos era un cuerpo de agua, acaso un río, o un puerto de la costa sur de España.

Como dice Carlos Gonzalez Wagner, profesor de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid, "Tartessos ha sido, y aún hoy lo es en gran medida, el tema estelar en la investigación de nuestro pasado, allí donde la Historia comienza a perder sus contornos para mezclarse con el mito y la leyenda".

Los primeros rostros de Tartessos

Por eso fue tan buena noticia que los arqueólogos encontraran el año pasado los primeros cinco rostros desenterrados de Tartessos, descubrimiento que supuso "un profundo cambio de paradigma", y que ahora hayan descubierto una placa de pizarra de unos 20 centímetros grabada en sus dos caras y con una escena de combate en la que interactúan tres personajes en su cara frontal. 

Esculturas tartésicas halladas en el yacimiento arqueológico del Turuñuelo de Guareña, en Badajoz, presentadas el 18 de abril de 2023.
Esculturas tartésicas halladas en el yacimiento arqueológico del Turuñuelo de Guareña, en Badajoz, presentadas el 18 de abril de 2023.
SAMUEL SÁNCHEZ / CSIC

Han sido hallados en la quinta y sexta campaña de excavaciones, respectivamente, realizadas por un equipo del CSIC en el yacimiento Casas de Turuñuelo de Badajoz. Allí también se ha desvelado que la puerta este del edificio tartésico es una fachada monumental. El equipo dirigido por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez empezó en 2015 y no ha dejado de encontrarse con sorpresas sobre la civilización que habitó en el suroeste de la Península Ibérica entre los siglos IX y V antes de nuestra era.

Qué fue Tartessos

Se han identificado más de 20 yacimientos tartésicos en toda España. De ellos tres se han excavado intensamente en el Valle del Guadiana: Cancho Roano, La Mata y el mencionado de Casas de Turuñuelo. De todo ello se ha concluido que Tartessos fue una civilización rica y próspera formada en la Península a partir de una mezcla de pueblos indígenas y colonizadores griegos y fenicios.

Excavaciones en el yacimiento tartésico de El Turuñuelo, Guareña
Excavaciones en el yacimiento tartésico de El Turuñuelo, Guareña
DIPUTACIÓN DE BADAJOZ

Esta civilización, que los griegos creyeron la primera de Occidente, se desarrolló en las actuales provincias de Badajoz, Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga y Jaén, así como en el Algarve y el Alentejo portugueses. Existió durante el Bronce tardío y la primera Edad del Hierro.

Al parecer, su eje fue un río, el río Tartessos, que pudo ser el que los romanos llamaron luego Betis (Guadalquivir) o las bocas del Odiel con el Tinto, en Huelva. Desarrollaron presumiblemente una lengua y escritura y, en su fase final, tuvieron influencias culturales de egipcios y fenicios.

La tradición literaria clásica dice que su forma de gobierno era la monarquía y que poseían leyes escritas en verso en tablas de bronce. Se mencionan varios reyes mitológicos (entre ellos Gárgoris y Habidis), pero el primero histórico fue Argantonio.

Es el mayor yacimiento a cielo abierto de Europa explotado por los tartesos y los romanos. La continua actividad durante siglos ha dado lugar a un paisaje que parece sacado de otro planeta. Además, el color rojizo de las aguas del río debido a su alto contenido en sales ferruginosas y sulfato férrico también ayuda.
Las minas de Riotinto fueron explotadas por los tartessos.
Wikimedia Commons/David Perez

Lo que las excavaciones nos cuentan

En Casas de Turuñuelo se han hallado los primeros rostros desenterrados de Tartessos, pero antes, Cancho Roano, descubierto en 1978, ha ido dando mucha información. Ubicado en Zalamea de la Serena (Badajoz), aquí se hallaron los restos de tres templos tartésicos -cada uno sobre las ruinas del anterior-, el más reciente construido a finales del siglo VI a.C. Luego, a finales del siglo V, los habitantes del lugar lo dejaron todo.

Los arqueólogos han sabido que aquellos tartésicos realizaron un ritual en el que sacrificaron y comieron animales, y luego desecharon los restos en un pozo. A continuación, prendieron fuego al templo y lo sellaron con arcilla. Dentro, con las llamas, dejaron todo tipo de objetos, herramientas de hierro y hasta joyas de oro.

Hallados restos animales sacrificados en el santuario tartésico El Turuñuelo
Hallados restos animales sacrificados en el santuario tartésico El Turuñuelo
CSIC

Claro que aquello no sólo pasó en Cancho Roano. Los tartesios siempre destruían sus casas. Las excavaciones han mostrado que siempre vaciaban vasijas y ánforas y quemaban el edificio.

Olvidar la Atlántida

La primera referencia que se ha querido ver de Tartessos procede de su identificación con el nombre Tarshish que aparece mencionado en la Biblia. Muchos autores consideran que se refiere más bien a algún puerto del mar Rojo, algún lugar de la India o a un tipo de nave que viajaba hacia esa zona, explica María Eugenia Aubet en su libro Tiro y las colonias fenicias de Occidente.

El mito que vinculó Tartessos con la leyenda de la Atlántida nace en 1922 con Adolf Schulten. Se creía que tanto la Atlántida como Tartessos eran sociedades avanzadas que colapsaron cuando sus ciudades se perdieron bajo las olas. 

Representación artística de la Atlántida.
Representación artística de la Atlántida.
ARCHIVO

Casi un siglo después, Richard Freund dijo haber encontrado pruebas sólidas de la ubicación en el parque nacional de Doñana basándose en estudios subterráneos y submarinos y la interpretación del sitio arqueológico Cancho Roano como "ciudades conmemorativas" reconstruidas a imagen de la Atlántida.

Los científicos y arqueólogos españoles, mucho más serios, siguen rechazando esas interpretaciones entusiasmadas pero fantasiosas. No hay datos ni pruebas que sostengan la afirmación de que Tartessos era aquella mítica Atlántida. 

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