Perros

¡Cuidado con las espigas! Las lesiones en perros por esta planta pueden ser muy graves

Una chica paseando con su perro por el campo.
PEXELS

A medida que va avanzando la primavera y suben las temperaturas, comienzan a aparecer algunos peligros para nuestros perros en el entorno, como la oruga procesionaria y sus consecuencias si entra en contacto con nuestro peludo, o algunas alergias. De ahí que tengamos que reforzar algunos cuidados como las desparasitaciones, por ejemplo.

 Otro de los peligros que deben hacer frente nuestros compañeros de cuatro patas es la aparición de espigas en los campos. ¿Conoces las consecuencias que pueden sufrir los peludos si se las clavan? Las espigas pueden causar desde pequeñas heridas hasta clavarse en diferentes zonas de la piel del animal, incluyendo orificios donde su extracción puede ser aún más compleja.

Al tratarse de un cuerpo extraño que no se puede ver a simple vista, las espigas representan un riesgo para su salud, especialmente cuando no vemos síntomas de inmediato, de ahí que sea vital que examinemos cuidadosamente a nuestros perros después de cada paseo, prestando especial atención a la nariz, los oídos y las patas.

"Dado que los perros se mueven guiados por el olfato, es común que las espigas se introduzcan por accidente en sus orificios nasales. Llegan hasta ahí tras ser aspiradas durante la exploración olfativa que realiza el animal en sus paseos", cuentan los expertos de Kiwoko en su blog Mundo Animal.

Si un perro tiene una espiga clavada en su nariz, puede manifestar "síntomas de picor y un estado de nervios provocado por la necesidad de rascarse", añaden. "Otros síntomas son estornudos constantes, moqueo y secreción nasal con restos de sangre".

Los expertos también explican que, debido a la profundidad a la que puede estar clavada la espiga en la nariz del perro, es probable que sea necesaria la anestesia del perro para explorar sus cavidades nasales. Además, en caso de encontrar la espiga, se necesitaría un otoscopio y unas pinzas para extraerla, y posteriormente se necesitarían antibióticos y antiinflamatorios para tratar la infección que haya provocado la espiga.

Las espigas también pueden clavarse en los oídos de los perros, causándoles mucho dolor. En la mayoría de los casos, se produce una otitis que se presenta inflamada y con secreción, y el propio rascado del animal puede causar heridas en la zona. 

Si un perro tiene una espiga clavada en su nariz, puede manifestar síntomas de picor, estornudos constantes, moqueo y secreción nasal con restos de sangre

En casos graves, la espiga puede perforar el tímpano y causar una sordera irreversible. También es común que los perros se claven espigas en las patas, especialmente en los espacios interdigitales y en las almohadillas, lo que puede provocar la aparición de bultos y abscesos en la piel.

Es importante tener en cuenta que las espigas no solo pueden clavarse en las patas, los oídos y la nariz de los perros, sino que también pueden introducirse en el tracto respiratorio y digestivo, los ojos, las axilas y el aparato urogenital. En estos casos, es importante buscar tratamiento veterinario lo antes posible.

En conclusión, para evitar cualquier situación, debemos intentar evitar pasear por zonas que conozcamos que están llenas de espigas y, en cualquier caso, revisar a nuestros peludos después de los paseos, además de estar alerta de cualquier comportamiento extraño o síntoma que presente.

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