Si sigues estos consejos tus zapatillas estarán blancas como el primer día
- La mezcla de agua tibia, bicarbonato y jabón es muy efectiva para acabar con las manchas y la suciedad.
- Cómo limpiar los zapatos de ante y acabar con las manchas en tres sencillos pasos
- Cómo quitar las manchas amarillas de sudor de forma fácil sin echar a perder la ropa
A la satisfacción que produce estrenar algo hay que añadirle un plus cuando se trata de unas zapatillas blancas. Sacarlas de la caja, ponérselas y que estén impecables es motivo de felicidad. Pero esta alegría parece ser fugaz, ya que es habitual que, a los pocos días, aparezcan manchas en ellas, y no todos saben cómo limpiarlas para conservarlas en buen estado y que luzcan como nuevas.
Las zapatillas blancas son prácticas y combinan con casi todos los looks, tanto deportivos o informales, como elegantes, por lo que se convierten en un indispensable en el armario. Sin embargo, su color tiende a ser, al mismo tiempo, su gran inconveniente: a la mínima se acumula suciedad y se reflejan los signos de desgaste.
Pero no hay que preocuparse: basta con seguir los trucos y consejos que se dan a continuación para limpiarlas de forma rápida y sencilla, con productos caseros.
Pasos para limpiar unas zapatillas blancas
Pese a que el primer paso para limpiar unas zapatillas blancas puede parecer un poco obvio, lo cierto es que hay quienes se olvidan de ello: quitar los cordones para lavarlos a parte, en la lavadora, junto con el resto de colada de color blanco.
Una vez hecho esto, hay que retirar la suciedad que se acumula en la superficie con un cepillo especial para zapatos. Así se eliminará el polvo de manera sencilla y resultará más efectivo el lavado.
A continuación, conviene probar el jabón que se va a utilizar solo en una parte de la zapatilla que no se vea, como los bordes exteriores de la lengüeta, para asegurarse de que el producto no afecta al color ni al material.
Después se hace una mezcla de agua tibia, dos cucharadas de bicarbonato y otras dos de jabón para lavar los platos. Se remueve bien y se aplica en toda la zapatilla con un cepillo de dientes. Tras dejar reposar unos minutos, se retiran todos los restos con un paño húmedo que esté bien escurrido –es importante no ponerlas en agua-. Por último, se dejan secar al aire, a temperatura ambiente, sin que esté justo debajo del sol, para que no se dañen.
Con qué productos pueden quedar como nuevas
Siempre que sea posible, lo mejor es tratar la mancha cuanto antes. Si la zapatilla blanca es de piel, será suficiente con una toallita húmeda o una goma de borrar. Por el contrario, si es de lona, hay que recurrir a alguno de estos métodos:
- Sal gorda. Buena parte de las marcas recomiendan este producto, ya que resulta muy eficaz, al ser absorbente, por lo que es suficiente con cubrir la mancha cuando es reciente y esperar a que aspire la suciedad. Transcurridas dos horas, se retira y se frota con un cepillo especial para calzado.
- Jabón de Marsella. Es muy fácil: se frota la mancha ligeramente para lograr que penetre y, pasados varios minutos, se enjuaga.
- Bicarbonato. Si se combina con vinagre y agua a partes iguales, se crea una mezcla muy efectiva. Se aplica sobre la mancha y se frota con un cepillo pequeño. Se deja actuar unos minutos y se enjuaga.
- Limón. Puede usarse como sustituto del bicarbonato. Se corta por la mitad y se frota por la superficie de la zapatilla, haciendo especial hincapié en las manchas, con un cepillo de dientes. Para finalizar, se enjuaga.