La intensificación de los violentos enfrentamientos en Sudán por controlar el país entre las tropas del ejército, lideradas por el general Abdel Fattah al-Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, han dejado, por ahora, más de 400 muertes y cerca de 3.700 personas heridas. "Estoy horrorizado por el número de víctimas civiles de los enfrentamientos", ha declarado Abdou Dieng, coordinador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Sudán, solicitando "pausas humanitarias urgentes" ante el incremento del número de muertes.

La tensión y los enfrentamientos comenzaron hace poco más de una semana, el pasado 15 de abril, generando el caos en buena parte del país, en especial en la capital Jartum. Una situación que revive lo ocurrido en Darfur hace dos décadas. 

"Cientos de civiles han resultado muertos y heridos en Sudán y se ha destruido infraestructura crítica, incluidos hospitales, centrales eléctricas e instalaciones de agua. Los trabajadores humanitarios y nuestras instalaciones también están siendo atacados", han alertado desde la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Quiénes se enfrentan y cuál es el origen

Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) fueron creadas en 2013 por el expresidente islamista Omar al Bashir, convirtiéndose en la fuerza paramilitar más poderosa de Sudán. Según recoge la Agencia EFE, nacieron de las milicias de Yanyauid (Janjaweed), que cometieron violaciones masivas de derechos humanos y matanzas durante el conflicto de Darfur entre 2003 y 2008. 

"En 2003, tras el levantamiento rebelde en el Darfur, el Gobierno de Sudán contrató a estas milicias integradas por árabes nómades de Darfur y Chad, que han sido acusadas de graves crímenes contra la humanidad", detallan en la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).

Con el derrocamiento de Omar Al Bashir, en abril de 2019, se reconvirtieron en una fuerza militar regular, que actualmente está liderada por Mohamed Hamdan Dagalo, más conocido como 'Hemedti'. Por otro lado, el general Abdel Fattah al-Burhan es el jefe del Ejército y líder del consejo que gobierna Sudán desde 2019.

El conflicto es entre las fuerzas paramilitares y el ejército sudanés. El origen se remonta al golpe de Estado de Omar Al Bashir en el año 1989 y la instauración de una dictadura islamista. En diciembre del año 2018 comenzó a desatarse una oleada de protestas de la población contra Omar Al Bashir tras la puesta en marcha de un plan de austeridad que provocó que la inflación se disparase. 

El régimen islamista de Al Bashir reaccionó con represión, ocasionando decenas de muertos. En abril de 2019, el ejército sudanés derrocaba a Omar Al Bashir, acordando ceder el poder en dos años, pero la tensión con la población civil se fue incrementando. En agosto de ese mismo año, alcanzaron un compromiso por el que el poder militar compartiría el poder con los civiles en el Consejo Soberano.

No obstante, la tensión aumentó y en octubre de 2021 los militares dieron un golpe de Estado y Abdelfatah al Burhan se hacía con el poder disolviendo el gobierno transitorio. Miles de personas fueron detenidas y decenas asesinadas por la oposición al golpe.

Éxodo de los sudaneses

El agravamiento de los conflictos este mes ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas en Sudán por la amenaza de ataques, robos y violencia sexual, recoge Europa Press. De hecho, los residentes de Jartum han iniciado este fin de semana un éxodo masivo aprovechando la reducción de los combates por las evacuaciones internacionales. 

La ONU ha informado de desplazamientos de la población civil en los estados de Jartum, Norte, Nilo Azul, Kordofán del Norte, Darfur del Norte, Darfur del Oeste y Darfur del Sur. También se han notificado movimientos transfronterizos de Sudán a Chad, Egipto y Sudán del Sur.

Evacuación internacional urgente por el conflicto

Ante la escalada de la tensión y la inseguridad del país, numerosos países han comenzado a evacuar de manera urgente a sus ciudadanos y personal diplomático, entre ellos España. Así, el Gobierno ha desarrollado una operación de evacuación formada por "más de tres decenas de españoles y alrededor de 70 ciudadanos de otras nacionalidades", que han despegado de Jartum con destino a Yibuti en un avión de las Fuerzas Armadas españolas, detalla La Moncloa en un comunicado.

Los dos aviones movilizados hasta Sudán para evacuar a ciudadanos españoles, europeos y latinoamericanos ante el conflicto civil que afecta al país africano, han aterrizado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) este lunes 24 de abril sobre las 11.00 horas. 

Otros países como Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, Italia, Egipto, Bélgica, Canadá o Países Bajos también han comenzado con las operaciones de evacuación. Asimismo, las autoridades de Sudán han prorrogado hasta finales de abril el cierre del espacio aéreo en el país. "La Autoridad de Aviación Civil emite un informe para pilotos extendiendo el cierre del espacio aéreo sudanés a todo el tráfico civil hasta el 30 de abril", ha indicado el Aeropuerto Internacional de Jartum.

Dos décadas del conflicto de Darfur

"El conflicto de Darfur estalló el 25 de abril de 2003, cuando el Movimiento de Liberación de Sudán atacó a las fuerzas armadas sudanesas en el aeropuerto de El Fasher, en Darfur Septentrional. En los años siguientes, centenares de miles de personas han muerto de forma violenta, y millones más se han visto desplazadas a medida que se propagaba la guerra entre las fuerzas rebeldes y las fuerzas armadas", explica Amnistía Internacional. 

La organización ha hecho un llamado a las autoridades sudanesas asegurando que la intensificación del conflicto entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido empeoran el sufrimiento de la población en Darfur. 

"En los últimos días, se han registrado de nuevo muertes de civiles debido al uso de armas pesadas en zonas densamente pobladas. La población civil de Sudán está atrapada en ciclos interminables de ataques armados indiscriminados, así como otros graves crímenes y abusos contra los derechos humanos", ha asegurado Amnistía Internacional.