Rocío Monasterio: la 'batalla cultural' para consolidar a Vox como llave de gobierno
- La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad aspira a ganar peso en la Asamblea tras 2 años apoyando al PP.
- ESPECIAL | Últimas noticias sobre las elecciones del 28-M.
Rocío Monasterio (Madrid, 1974) afronta su tercera campaña electoral como candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid con el objetivo de que la marca siga creciendo para ser decisivos en la gobernabilidad, quién sabe si entrando en el próximo Ejecutivo autonómico. El vehículo elegido es marcar un perfil conservador propio asentado en lo que se ha llamado 'batalla cultural' para disputar según qué banderas al PP, que compite por un espacio electoral coincidente.
En 2019, el partido que preside Santiago Abascal entró por primera vez en la Asamblea de Madrid con un grupo de 12 diputados. En los comicios adelantados de 2021 creció en votos pero no demasiado porque sólo tuvo un escaño más. Por ello, el 28-M en la Comunidad de Madrid es de vital importancia para Vox: quiere conocer hacia dónde va su tendencia.
Monasterio, por supuesto, aspira a crecer mucho, aunque no cuantifica las expectativas porque es poco amiga de adelantar acontecimientos. Formada en la Universidad Politécnica de Madrid, donde estudió Arquitectura, la líder de Vox en la región lleva relativamente poco tiempo en la primera línea política, , aunque reconoce que esta le interesó desde pequeña y que siempre leyó mucho sobre ella, especialmente en clave internacional.
Esto es algo que está íntimamente relacionado con la historia de su familia. Sus antepasados emigraron a Cuba desde Asturias en el siglo XIX y fundaron una central azucarera en Cienfuegos, al sur de la isla. La mantuvieron funcionando durante décadas y tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro la compañía les fue expropiada y toda la familia abandonó la isla.
Sus padres volvieron a recalar en España, donde ella nació. El exilio de su familia marcó su carácter y su convicción anticomunista, que ha marcado su personalidad desde que empezó a trabajar en Vox, allá por 2014. Con su desempeño en primera línea llegaron algunas denuncias por supuestas irregularidades relacionadas con su desempeño laboral anterior, pero los posteriores archivos la afianzaron en su puesto.
"Vox ha venido para frenar a la izquierda" es una de las expresiones que más repite la candidata, que ha adquirido más experiencia y confianza política en estos dos años. Esta posición de máximos, incluso, le ha llevado a votar a favor de normas del PP de Isabel Díaz Ayuso con las que no terminaba de comulgar, pero que la oposición se anotase un punto no era una opción para ella.
El tándem Ayuso-Monasterio, PP-Vox, se ha entendido bien casi toda la legislatura y en muchos ámbitos, pero donde más han chocado han sido en cuestiones de profundo calado ideológico, como las leyes LGTBI de la región, la regulación del aborto o el llamado 'pin parental' en Educación. La líder de Vox en Madrid ha pedido insistentemente esta legislatura la derogación de la ley trans y siempre se topó con el 'no' de los 'populares'... hasta que en la Asamblea el grupo votó a favor de una iniciativa de derogación que Díaz Ayuso aplazó hasta la próxima legislatura, un periodo en el que Monasterio persigue ser clave.
Casada con Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso, y madre de cuatro hijos, la política ha dicho en alguna ocasión que si el 28-M las derechas suman para gobernar, pedirá o no entrar en un hipotético gobierno ateniéndose a la fuerza parlamentaria con la que se vea tras los comicios. De momento, la cita electoral ya ha supuesto una gran satisfacción para ella: la que representa el hecho de que Vox vaya a tener candidaturas municipales en todos los ayuntamientos de la región y que considera fruto del trabajo de estos cuatro últimos años en Madrid.