Música

La esperada gira de Bruce Springsteen entra en Europa por su querida Barcelona

Bruce Springsteen en concierto.
Getty Images

Seis años han pasado desde la última gira internacional de Bruce Sringsteen y tres desde que anunció su vuelta a la carretera, que después aplazó por la covid, y que, por fin, el 28 de abril entra en Europa, por la puerta abierta que siempre le ha brindado su querida Barcelona

La capital catalana fue la primera ciudad española que pisó Springsteen, en un lejano, pero nunca olvidado, concierto en el Palau de los Deportes en 1981, también actúo en la Monumental en 1992, en año olímpico, y fue donde abrió su gira mundial de reencuentro con la E Street Band en 1999, en el Palau Sant Jordi. 

Además, dos memorables conciertos en el Camp Nou -140.000 entradas vendidas- cerraron la gira europea de Magic en 2008, y en 2016 Springsteen inició el tramo europeo de The River Tour, actuación que congregó a 65.000 personas en el campo del FC Barcelona. 

Cuarenta y dos años después de su primer encuentro, The Boss ha vuelto a elegir Barcelona para iniciar gira y lo hará en el Estadio Olímpico Lluís Companys, con dos conciertos para 55.000 personas cada uno, el del viernes 28 y el del próximo domingo, que serán los únicos en España. 

Después viajará a Irlanda, Francia, Italia, Holanda, Gran Bretaña, Noruega, Suiza, Alemania y Austria, con varios conciertos en cada país, antes de retomar la gira americana, que empezó en Tampa (Florida) el pasado 1 de febrero. 

Entre ese día y el 14 de abril, la E Street Band y su líder han dado una treintena de conciertos en Estados Unidos, pero algunos compatriotas ilustres no han dudado en viajar a la capital catalana para verle, como el expresidente de EE UU Barack Obama, su esposa, Michelle Obama, el director Steven Spielberg y su mujer, la actriz Kate Capshaw, todos ellos viejos amigos que ya están en Barcelona para disfrutar de la música del Boss

El concierto de esta noche promete ser monumental, como lo han sido los del tramo americano, que arrancó con mucha fuerza, en estadios inmensos repletos hasta reventar y la banda al completo, dándolo todo, hasta que la covid, la misma que esta gira lleva tres años intentando esquivar, decidió volver a dar problemas. 

Primero atacó a Steven Van Zandt, más conocido como Little Steven, y después a la violinista Soozie Tyrell y a la cantante y esposa de Springsteen, Patti Scialfa, que fue la última en caer antes de que el propio Boss anunciará que él también la había contraído. 

La buena noticia es que dio positivo el 14 de abril, cuando ya había finalizado la primera parte de la gira americana y todavía quedaban dos semanas para el inicio de la europea, por lo que no ha hecho falta anular los primeros conciertos de la esperada vuelta del norteamericano a Europa. 

También ha habido otros percances en América, como cuando Bruce le lanzó la guitarra a un técnico y le golpeó sin querer en la cabeza, pero nada ha tenido consecuencias irreparables ni ha sido suficientemente grave como para ensombrecer una gira que está dando grandes satisfacciones. 

La primera es ver a Springsteen en plena forma y comprobar que, a sus 73 años, sigue siendo incombustible y ofrece toneladas de rock and roll en conciertos de tres horas, de los que el público sale agotado de bailar y feliz. 

Hasta ahora, la fiesta siempre ha arrancado con No surrender, que ha dado paso a una treintena de temas de todas las épocas. Glory Days y Dancing in the dark han enloquecido al público en la larga lista de bises y, sin embargo, no han sonado Born in the U.S.A ni The River, pero dada la tradicional costumbre de Springsteen de cambiar repertorios, cualquier cosa puede pasar en Barcelona. 

Lo que parece seguro es que en los conciertos en Europa va a continuar alternando los grandes éxitos de todas las épocas con los temas de los discos editados desde la última gira internacional: Letter to You, el disco que pretendía presentar en directo cuando estalló la pandemia, y Only the Strong Survive

Lamentablemente, las primeras files de los espectáculos americanos no han estado ocupadas por los seguidores más entusiastas, sino por los más adinerados, ya que el sistema de precios dinámicos que el Boss ha permitido que se implante ha puesto el precio de las mejores entradas por las nubes. 

Esta decisión ha sido duramente criticada por sus 'fans' y no se ha aplicado en Europa, donde se pagarán precios máximos de 150 euros por localidades que en Estados Unidos se han vendido hasta por 1.000 dolares. 

Polémicas aparte, como dijo el propio Springsteen al inicio de la gira, "este es un tour a la vieja usanza", con muchas fechas en el calendario para que todos los seguidores se puedan acercar, muchos temas en el repertorio y, sobre todo, mucho rock and roll y poca parafernalia. 

Buenas canciones, buenos intérpretes, buen sonido y toneladas de energía, esa es la receta de todos los conciertos de Bruce, y esta gira no va a ser menos.

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