¿Qué mejor que entrar en una casa y que huela a limpio? Con el puente festivo y las vacaciones a la vuelta de la esquina, las visitas de familiares y amigos empiezan a acumularse y hay que tener el hogar a punto. Pero es importante tener en cuenta que no por usar métodos químicos, la casa estará más limpia y libre de gérmenes: hay seis productos naturales que son perfectos para que luzca como nueva.

Son muchos los remedios caseros que tienen grandes propiedades desinfectantes, al tiempo que perfuman la casa. De hecho, en ocasiones, estos permiten conseguir mejores resultados en cuanto a la higiene de la vivienda que los productos químicos, que incluso pueden tener sustancias que resulten tóxicas o se vuelvan nocivas si no se usan de forma correcta.

Por ello, para limpiar la casa conviene recurrir a los métodos naturales y más suaves que se indican a continuación y que están compuestos de ingredientes muy sencillos de conseguir y preparar.

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Limón y vinagre

Si se mezclan el limón y el vinagre se obtiene un limpiador desinfectante y desengrasante. Basta con frotar las superficies que quieran limpiarse con un trapo humedecido en este líquido para recuperar el brillo de los grifos, fregaderos y ducha.

Esto es muy adecuado, sobre todo, para el baño, ya que el vinagre es un poderoso antical. Además, deja relucientes e impolutos los muebles, sin polvo.

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Café molido

Aunque se tenga mucho cuidado al guardar los alimentos, es inevitable que la nevera acabe cogiendo mal olor, por lo que este remedio es el mejor para acabar con ello sin apenas esfuerzo, al ser un neutralizador de olores natural.

Se trata de colocar un bol con café molido –o usado- con bicarbonato, y se puede retirar cuando haya hecho efecto o dejarlo y reponerlo una vez al mes.

Hielo

Cuando la placa vitrocerámica tenga cercos de suciedad alrededor de los fuegos, no hay que preocuparse: puede frotarse con un cubito de hielo y, después, pasar la rasqueta metálica. Se limpia con un papel de cocina absorbente para eliminar los restos.

Agua y sal

Se recomienda esta combinación en caso de que haya alguna prenda que puede teñir al resto: se sumerge en agua salada antes de lavarla por primera vez para fijar sus colores y evitar que se destiña.

Además, la sal es un muy buen desengrasante natural que puede utilizarse para limpiar la plancha, por ejemplo: se coge un trapo viejo y se coloca la sal gorda en la superficie. A continuación, se enciende la plancha y se frota hacia delante y hacia atrás la base de la plancha sobre el paño con sal.

Bicarbonato de sodio

Otra alternativa es el bicarbonato, al que se suele recurrir para eliminar acumulaciones de grasa o suciedad, así como para desinfectar y abrillantar.

Por ejemplo, con esto se puede mantener el inodoro limpio y sin gérmenes. Para ello, hay que diluir una taza de bicarbonato en dos litros de agua y echarlo en el sanitario. Antes de tirar de la cisterna, se deja actuar una hora.

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No obstante, es perfecto para limpiar a fondo todo tipo de superficies y objetos: la encimera, el microondas, el fregadero, los cubiertos o las joyas de plata. Asimismo, un truco es espolvorear una cucharada de bicarbonato en el fondo del cubo de la basura para eliminar los malos olores.

Aceite de árbol de té

Si hay un aceite esencial infalible es el aceite de árbol de té, que limpia a fondo, perfuma y es natural. Se pueden añadir ocho o diez gotas a unos 250 ml de agua, poner la mezcla en un pulverizador, agitar y dejar reposar durante un día -24 horas-. Esto puede utilizarse para toda la casa con ayuda de un trapo.

A su vez, sirve como ambientador y como un gran repelente del moho que se acumula en las juntas de los azulejos y baldosas del baño, entre otros lugares.