Metrovalencia recupera el 90% de los viajeros tras la covid pero la EMT está aún en el 80%

  • El transporte público se acerca en 2022 a las cifras prepandemia aunque con registros desiguales en metro y bus.
  • FGV bate su récord mensual en marzo impulsada por las Fallas y la EMT registra un 39% más de usuarios.
  • Ambas empresas han recibido inyecciones de fondos desde la Generalitat y el Ayuntamiento por la caída de ingresos.
Una estación de FGV, el pasado mes de marzo.
Una estación de FGV, el pasado mes de marzo.
GVA
Una estación de FGV, el pasado mes de marzo.

La recuperación del número de viajeros tras la pandemia de covid se está completando en el transporte público de València, pero a un ritmo desigual. Si la red de Metrovalencia cerró 2022 rozando el 91% de pasajeros respecto a 2019, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) lo hizo en el 80%. Eso sí, en ambos casos, la evolución mensual del primer trimestre de 2023 apunta a una mejora muy significativa de los registros, sobre todo en marzo, con unas Fallas históricas también para el metro y el bus urbano.

Un factor que puede estar detrás de los distintos ritmos de recuperación de viajeros es el ámbito geográfico. Mientras FGV da servicio a una red metropolitana en la que solo el coche puede ser una alternativa real, la EMT se centra sobre todo en la ciudad, con distancias menores y donde hay más alternativas como los desplazamientos a pie, en bici o patinete.

En concreto, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) contabilizó 63,07 millones de viajes el pasado año, frente a los 69,4 millones registrados tres años antes (un 90,77%), el último ejercicio completo antes del impacto del coronavirus. En cambio, si se comparan los meses de marzo de 2022 y de 2023, el número de viajeros se ha disparado este año un 64%, hasta los 9,9 millones de personas, por dos motivos fundamentales: el fin de las restricciones (el año pasado aún había algunas vigentes) y la gran afluencia de turistas a las Fallas al caer San José en domingo y ser festivo el día 20 en Madrid. De hecho, según los registros de la empresa pública, el dato de marzo ha supuesto el récord mensual desde su puesta en marcha en 1987.

En marzo, las seis líneas de metro sumaron 8,46 millones de desplazamientos y las tres de tranvía alcanzaron 1,44 millones de validaciones. La de metro más usada fue la L3 (Rafelbunyol-Aeroport), seguida de la L 5 (Marítim-Aeroport); la L1 (Bétera/Castelló); L2 (Llíria-Torrent Avinguda); L9 (Alboraia Peris Aragó-Riba-roja de Túria) y finalmente la L7 (Marítim-Torrent Avinguda). Por primera vez, todas las líneas de metro han superado el millón de desplazamientos.

En el caso del tranvía, la que más movimientos registró fue la L4 (Mas del Rosari-Doctor Lluch), seguida de la L6 (Tossal del Rei-Marítim), la L10 (Alacant-Natzaret) y finalmente, la L8 (Neptú-Marítim).

La EMT, por su parte, registró 77,5 millones de usuarios el pasado año, frente a los 96,9 que contabilizó en 2019, es decir, cerró el ejercicio con un 80% de viajeros respecto a la situación anterior a la pandemia. Sin embargo, al igual que Metrovalencia, se vio beneficiada por el alud de visitantes en Fallas, con nueve millones de validaciones en marzo, un 38,8% más que en el mismo mes de 2022.

Así, en el mes de diciembre la empresa de autobuses registró cifras similares a las prepandemia, con 7,2 millones de viajeros, frente a los 7,6 millones del mismo mes de 2019. Esta recuperación progresiva de la demanda también se refleja en las cifras trimestrales. Mientras que de enero a marzo de 2022 la EMT tuvo 17,3 millones de usuarios, de octubre a diciembre ascendieron a los 22,3 millones, ya sin apenas restricciones. Las líneas más utilizadas en 2022 fueronla C3 (Ronda Trànsits) y la 99 (Palau de Congressos-La Malva-rosa).

Desequilibrios contables

El impacto de la pandemia y de las restricciones a la movilidad fue especialmente acusado para los operadores de transporte público. Tanto FGV como la EMT han tenido que recibir inyecciones de fondos de la Generalitat y del Ayuntamiento para reequilibrar sus cuentas por la caída de ingresos.

En el primer caso, la empresa pública autonómica que gestiona el metro de València ha recibido una línea en los Presupuestos de la Generalitat de 42,12 millones de euros destinada a la cobertura del déficit de explotación, es decir, para subvencionar la diferencia entre el coste del servicio que presta y los ingresos por venta de billetes. Esta cifra es un 68% mayor que la de 2022, cuando recibió por este concepto 25 millones.

La EMT, por su parte, acaba de recibir una aportación extraordinaria de 30 millones de euros del Ayuntamiento de València destinada a restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad tras tres años des pandemia.

Subida de los combustibles

El balance de la EMT también ha recibido el impacto de la subida del precio de los combustibles como consecuencia de la guerra de Ucrania y de la inflación, que la empresa municipal cifra en un 70%. Así, la dependencia energética para su funcionamiento diario ha ahondado en el deterioro de las cuentas.

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