Los arqueólogos desentierran 78 esqueletos y delimitan el antiguo cementerio medieval y de época moderna de Sant Julià de Ramis

La campaña de excavaciones en la montaña de Sant Julià de Ramis, centrada en el entorno de la iglesia de los Sants Metges, continúa profundizando en el estudio del cementerio que ocupó el lugar durante más de un milenio (desde el siglo VIII, en época carolingia, hasta entrado el siglo XX). Desde el 2011, los arqueólogos de la Universitat de Girona (UdG) están haciendo campañas periódicas.

Esta primavera, la excavación se ha focalizado en una área de unos 50 metros cuadrados situada a la parte sur de la iglesia, justo en el exterior de la valla del cementerio del siglo XIX. En esta zona era donde estaban los límites de la antigua Sagrera, y empezó a acoger entierros a partir de los siglos XIII y XIV. 

"La investigación nos ha permitido documentar una época que hasta ahora nos había quedado un poco escondida, la que se corresponde con el periodo abajo medieval y la edad moderna", concreta uno de los codirectores de la excavación, Jordi Vivo. 

Desde que empezaron la campaña, aquí los arqueólogos de la UdG ya han encontrado 78 esqueletos (que sumados a los que se han desenterrado al yacimiento a lo largo de la última década, ya superan los 700).

Muchos de los esqueletos no aparecen enteros y la mayoría están superpuestos. "Como que el espacio para hacer entierros era relativamente limitado, se iba reaprovechando una vez trás otra, cada vea que se necesitaba abrir nuevas tumbas", ha explicado Vivo.

Niños y mujeres

Este 2023, la mayoría de los esqueletos que han aparecido son de niños y mujeres. La antropóloga Neus Coromina, que también codirige la excavación, lo vincula precisamente a que esta era la parte del cementerio más alejada de la iglesia (porque al lado, era donde se enterraban las personas más importantes de la comunidad; mayoritariamente, hombres).

"Sabíamos que tanto en la edad mediana como moderna la mortalidad infantil era elevada, pero hasta ahora esto no se evidenciaba al cementerio; haber ido más allá de los límites conocidos es, precisamente, el que nos ha permitido recuperar los esqueletos", precisa.

El ajuar de un militar

De la Edad Media se ha encontrado un fragmento de una olla, piezas de cerámica medievales y restos de animales que pueden aportar nuevos datos sobre alimentación (en concreto, mandíbulas y huesos de asno, cerdo, oveja, cabra, vaca, conejo y algún pollo). Y ya de la época moderna, han aparecido diferentes trozos de cerámica esmaltada -una de ellas, en azul catalán- junto a claves de ataúd (posteriores al siglo XVII) o una grapa de plomo.

Neus Coromina pone de relieve el ajuar funerario que acompañaba el esqueleto de un militar, que de entrada se ha datado en el siglo XVIII. En aquel tiempo, después del Concilio de Trento, la Contrarreforma implicó cambios en los rituales religiosos; por ejemplo, que los difuntos se hicieran enterrar con un rosario (más allá que, en función de sus posibilidades económicas o elección personal, fueran trajes o envueltos con una simple mortaja). En el caso del militar, han encontrado un rosario.