El hombre buscado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por agredir este fin de semana a su novia en Pontevedra tiene antecedentes. Concretamente, fue condenado por el homicidio de un peregrino tras una pelea registrada a las puertas de un local de ocio en 2018 y también tenía una orden de ingreso en prisión.
El pasado año, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra confirmó la sentencia dictada en el Juzgado de lo Penal 3 de la ciudad que le condenaba por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de lesiones, a penas que suman un año y medio de cárcel.
Un golpe en la cabeza
En aquella sentencia se recoge como hechos probados que el condenado, que ahora se busca por agredir a su pareja, dio un puñetazo el 12 de agosto de 2018 a otro hombre a la salida de un local de ocio nocturno de la calle Benito Corbal.
La víctima era Björn Hoffan, de 42 años, un peregrino de origen alemán, y el puñetazo le impactó en la cara, lo que "dio lugar que se cayese al suelo y se golpease fuertemente en la cabeza contra el pavimento", provocándole la fractura de la zona baja del cráneo.
A pesar de lo aparatoso del golpe, no presentaba ninguna herida visible ni sangre y rechazó acudir a un centro médico, continuando su peregrinación hasta Caldas de Reis donde, pasadas unas 20 horas desde el golpe, empezó a sufrir convulsiones. El hombre fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde murió a los doce días.
Una denuncia de su pareja
Por estos hechos, fue sentenciado a un año y medio de cárcel, pero la condena había quedado suspendida con la condición de que no volviese a delinquir. Sin embargo, este joven fue condenado posteriormente por agredir a su pareja, motivo por el que se dictó una orden de ingreso en prisión.
Este fin de semana, su nueva pareja denunció ante la Policía Nacional una agresión. Los hechos se produjeron cuando este individuo y su compañera sentimental llegaron a su casa, en el lugar de Reiriz, en la parroquia pontevedresa de Alba. La mujer consiguió escapar de su agresor refugiándose en casa de unos vecinos desde donde llamó a la Policía.
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