Montse Mínguez Diputada del PSC por Lleida en el Congreso de los Diputados
OPINIÓN

Reformas que funcionan

Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.
Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.
Jorge París
Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.

El mercado laboral de nuestro país ha entrado en una nueva fase que no tiene marcha atrás. La reforma laboral lleva más de un año en vigor y ha conseguido lo que parecía imposible, reducir a mínimos históricos la temporalidad sin que ello se haya traducido en destrucción de empleo.

Ayer nos despertamos con datos históricos de empleo, con récord de afiliados y con el menor nivel de paro registrado en un mes abril en los últimos 15 años. El pasado mes se crearon 238.000 puestos de trabajo, casi 600.000 en el último año, convirtiéndose en el mejor mes de abril desde que existen registros.

Además, a día de hoy 20,6 millones de personas cotizan a la Seguridad Social y el número de parados en el último mes ha caído en 74.000 personas, hasta los 2,79 millones. La cifra más baja en un mes de abril desde 2008. Y, si ponemos el foco en el desempleo de los más jóvenes, este ha bajado con fuerza registrando una caída de 195.000 parados.

Y todo ello gracias a las medias del Gobierno y a la reforma laboral. Una reforma que no solo ha provocado el aumento de la ocupación, sino también el crecimiento del empleo de calidad. Por ejemplo, en abril, el 46% de los contratos firmados han sido indefinidos, llegando a un total de 530.000 nuevos contratos fijos en un mes. Y la tasa de temporalidad se ha reducido a la mitad respecto a antes de la reforma laboral, y está situada en mínimos históricos, en un 14%. Por lo tanto, no solo hay más empleo, sino que es mejor y más estable.

Y a todo esto se suma la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que está ya en 1.080 euros mensuales. Muy lejos de aquel salario mínimo de 735 euros al mes al que nos llevó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2018, antes de que Pedro Sánchez llegase a la Moncloa.

Además, estos datos están enmarcados en un contexto de crecimiento, ya que 2022 cerró con una tasa de crecimiento económico del 5,5%, muy por encima de la media de la zona euro.

No son promesas, son hechos. Son datos positivos consecuencia de las reformas del Gobierno, pero sobre todo del diálogo social, gracias al cual hemos podido conseguir todos estos avances. Porque ha quedado demostrado que las normas acordadas con los agentes sociales son mejores y gozan de una mayor estabilidad.

La hoja de ruta del Gobierno progresista presidido por Pedro Sánchez ha sido la misma desde el principio de legislatura, pese a las crisis sobrevenidas. Y su objetivo ha sido siempre garantizar la protección social de las clases medias y trabajadoras, apoyar a nuestro tejido productivo y repartir las cargas de la crisis de la manera más justa posible. Y en buena medida, se ha conseguido.

Aunque la legislatura entra en su última fase, los y las socialistas seguiremos trabajando hasta el último día para seguir cumpliendo con esos tres objetivos, como lo hemos hecho con la ley de vivienda, consiguiendo que la vivienda deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho, especialmente para los jóvenes, que ahora tendrán más facilidades para emanciparse e iniciar su proyecto vital.

Durante esta legislatura hemos emprendido medidas valientes, medidas innovadoras, medidas de justicia social que han conseguido poner en el centro de la política a las personas y por eso podemos decir con orgullo que las políticas del partido socialista funcionan.

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