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Carlos III, un rey mayor y con más opiniones para un país muy distinto del que heredó su madre en 1952

Carlos III mira a la izquierda. No es una metáfora, tan sólo tradición. Una más. En las monedas acuñadas durante el reinado de Isabel II, la monarca era representada mirando a la derecha. Su hijo, el nuevo rey, lo hará en sentido contrario. Y no, tampoco es un rasgo de personalidad.

Es una extraña tradición que se inició con el reinado de Carlos II, allá por 1649. Desde entonces, para fastidiar al maligno Oliver Cromwell, la dirección en la que mira la cabeza del rey o la reina en las monedas ha cambiado con cada monarca sucesivo. De modo que como Isabel miraba a la derecha, su hijo observará por la izquierda la muy distinta realidad de su reino.

La "anécdota" no refleja la personalidad del nuevo monarca del Reino Unido pero sí el peso que arrastra, el de la tradición (lo que tan bien ha sabido mostrarnos The Crown, la serie). En realidad, libertades las justas. Todo parece ya escrito y guionizado. Carlos Felipe Arturo Jorge de Windsor continuará representando el papel después de que su madre lo haya hecho durante 70 años.

Cada monarca es distinto, pero será un buen rey, seguro. Ha heredado la calma de su madre"

A Isabel "en realidad, le gustaban las cosas normales". Lo asegura Robert Hardman, periodista de referencia de la familia real inglesa, autor de Isabel II, vida de una reina. ¿Y Carlos? "Cada monarca es distinto. Pero sí, será un buen rey, seguro. Ha heredado la calma de su madre", nos aseguraba hace unos pocos meses.

Primeros sellos del sucesor de la reina Isabel II, que falleció el pasado 8 de septiembre
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Nacido el 14 de noviembre de 1948, Charles es distinto, pero sobretodo es el país el que es hoy distinto. La propia ceremonia de coronación es la prueba de cuánto han cambiado las cosa en 70 años. La de Isabel fue un día histórico que paralizó literalmente el país. La de Carlos III de Inglaterra este sábado 6 de mayo será un gran espectáculo (esa es la palabra), pero no será tan importante. Aunque la monarquía británica sigue en su palacio y sigue siendo observada con curiosidad y cariño por ingleses y extranjeros, el mundo es otro.

Cuánto ha cambiado el mundo en 71 años

En febrero de 1952, cuando Isabel fue coronada, Reino Unido aún estaba saliendo del desastre de la Segunda Guerra Mundial. Todavía vestía ropas de potencia mundial -manchadas y rasgadas por los bombardeos nazis-, pero ya no lo era. El primo americano había llegado para ocupar su lugar. De modo que a Isabel le tocó ver desde las ventanas del Palacio de Buckingham la progresiva desintegración del Imperio británico y la pérdida de influencia de la Gran Bretaña.

De todas las naciones que integran el G-7, Reino Unido será la única cuyo PIB caerá en 2023"

Hoy Carlos ya no puede llamarse a engaño. Aunque la City londinense siga partiendo buena parte del bacalao monetario y bursátil del mundo (pero ya menos), el país es importante pero ya no es una superpotencia mundial. Datos hay muchos. Baste uno en el que coinciden el FMI y la OCDE: de todas las naciones que integran el G-7, las de mayor peso político, económico y militar, Reino Unido será la única cuyo PIB caerá en 2023.

El Reino menos-unido que le espera a Carlos III

Eso dice la instantánea de la economía. No es mejor la foto política. Aquel país, otrora ejemplo de seriedad y responsabilidad, al menos en las formas, ha tenido en seis años cinco distintos inquilinos del 10 de Downing Street. Y eso que todos esos primeros ministros (David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak) son del mismo partido, el Conservador.

El rey Carlos III recibe a Rishi Sunak en el Palacio de Buckingham.
EFE

Una cosa y la otra, lo económico y lo político, tienen mucho que ver con el Bréxit. El 23 de junio de 2016, 17,4 millones de británicos (51,9%) votaron a favor de abandonar la Unión Europea, frente a los 16,1 millones que lo hicieron por la permanencia en el bloque comunitario (48,1%). Tras años de negociaciones, la salida oficial de Reino Unido del club europeo ocurrió el 31 de enero de 2020, poniendo fin a una relación de 47 años.

El Bréxit ha afectado a la cohesión territorial del país y ha avivado las tensiones territoriales en Escocia e Irlanda del Norte"

Y a todo ello hay que sumar que el Reino Unido lo es ya menos, por culpa, entre otras cosas, del abandono de la UE. El Bréxit afectó a la cohesión territorial del país y avivó las tensiones territoriales.

Un niño, con una bandera de Escocia de apoyo al "sí" en el referéndum de 2014.
EFE

El Partido Nacionalista Escocés, que controla el gobierno Escocia, considera que está más que justificada una segunda consulta sobre la independencia porque entonces Escocia sería forzada a dejar la UE "en contra de su voluntad". En el referéndum de 2014 venció el voto por la permanencia dentro de la Gran Bretaña.

Sin embargo, lo de volver a preguntar a los escoceses sobre la independencia no parece que vaya a suceder en el corto plazo, según han dejado claro tanto el 10 de Downing Street como el Tribunal Supremo. Además, el Parlamento escocés no tiene el poder de legislar para celebrar otra consulta de independencia sin la aprobación del Gobierno británico.

El Bréxit también ha reavivado el fantasma de la separación entre Irlanda y la región de Irlanda del Norte. En esta parte de la isla vecina la mayoría votó a favor de permanecer en la UE. Y aunque se ha resuelto recientemente la cuestión del protocolo para evitar frontera dura en la isla de Irlanda, el poder electoral del Sinn Féin en las dos irlandas apunta a que la unión de toda la isla en un solo Estado está en el horizonte cercano.

Murales a favor del IRA en la calle Divis Street, en Belfast (Ulster).
P. SEGARRA

¿Sabrá Carlos III mantener la boca cerrada?

Mientras que Isabel II ha mantenido durante su reinado una extrema prudencia a la hora de expresar sus opiniones personales, Carlos se ha caracterizado en las últimas décadas por su vehemencia en la defensa de las causas humanitarias y medioambientales, así como en la promoción de remedios médicos fuera del circuito científico. Ahora es rey y se debe a su papel, o sea, al silencio.

Para bien y para mal, el nuevo monarca parece tener más personalidad, más opiniones y peor carácter que su madre"

Para bien y para mal, el nuevo monarca parece tener más personalidad que su madre. Y peor carácter. Sus salidas bruscas, altivas e irrespetuosas ya son unas cuantas, aunque en su descargo hay que decir que desde que es rey (a partir del episodio de la estilográfica que no escribía) ha dejado de protagonizarlas.

Amante de la naturaleza, asiduo a las largas caminatas y persistente lector de obras religiosas y filosóficas, Carlos es un reconocido pintor de acuarelas. "Sentí, sencillamente, una necesidad abrumadora de expresar lo que estaba viendo haciendo uso de las acuarelas", ha explicado el propio monarca de sus ansas artísticas. Su madre jamás hubiera hablado de un sentimiento abrumador.

El "pequeño" patrimonio del nuevo rey

El mayor de los Windsor ha estado años dedicando sus jornadas a gestionar las más de veinte organizaciones sin ánimo de lucro que dirige, una intensa actividad que ha estado combinando con su agenda oficial. Aunque su fundación se ha visto enredada en varios escándalos de supuesta corrupción, por recibir donaciones millonarias a cambio de facilitar la concesión de títulos.

La fortuna personal del rey Carlos III asciende a unos 2.060 millones de euros, según ha calculado 'The Guardian'

La del dinero es precisamente una cuestión que incomoda a muchos británicos, aquellos que dudan de la legitimidad y utilidad de la institución monárquica. Y es que se estima que la fortuna personal del rey Carlos III asciende a unos 1.815 millones de libras (2.060 millones de euros). El cálculo lo ha hecho el diario británico The Guardian, que admite que el valor real de las propiedades privadas del monarca es "imposible de conocer" y está "oculto al escrutinio público".

Figuras de Carlos II e Isabel II en el Museo de Cera de Londres.
Marc Piasecki/Getty Images

Buena parte lo ha recibido de la herencia de su madre y resulta que los activos que pasan de un monarca a su heredero están exentos del impuesto de sucesiones, que en el Reino Unido asciende al 40% para propiedades por encima de 325.000 libras (368.000 euros). De Carlos son ya el castillo de Balmoral, en Escocia, rodeado de unas 21.000 hectáreas de terreno, valorado en 80 millones de libras (90 millones de euros) y los terrenos de Sandringham, al este de Inglaterra, con 6.400 hectáreas de terrenos cultivables, valorados en 250 millones de libras (280 millones de euros).

Un equipo de 12 expertos en el mercado inmobiliario, de automóviles y de arte, entre otros campos, han cuantificado la riqueza del nuevo monarca. Incluyen vehículos privados por valor de 6,3 millones de libras (7,15 millones de euros), una colección filatélica valorada en 100 millones de libras (113 millones de euros) y piezas de arte, incluidas obras de Salvador Dalí y Marc Chagall, valoradas en 24 millones de libras (27 millones de euros).

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