Antonio Muñoz, el sucesor designado en el que el PSOE deposita sus esperanzas

Un tímido muy sociable; de carácter abierto y empático; muy familiar; coqueto a la par que vergonzoso; un apasionado prudente; mitómano pero sin caer en el grupismo (los Smiths y Bowie, que no falten); buen comensal que no tiene ni idea de cocina; amante de los viajes, los libros y los cuadros, que compra y regala siempre que puede; celoso de su vida privada, aunque sin haber ocultado nunca su relación de más de dos décadas con su pareja, Fernando; leal a sus amigos, colaboradores y maestros; y de muy firmes convicciones.

Así definen quienes lo conocen de cerca a Antonio Muñoz Martínez, alcalde de Sevilla y candidato del PSOE a revalidar el cargo, nacido en el municipio sevillano de La Rinconada en 1959, de donde se marchó muy pronto para emigrar junto a sus padres a Cataluña, como miles de andaluces. Allí vivió unos años hasta que volvió a hacer las maletas para mudarse a la Costa del Sol de los años sesenta, plagada de extranjeros, comerciantes y emprendedores. Tras un paréntesis en el que se vio obligado a regresar a su pueblo natal tras el fallecimiento de su madre, Muñoz volvió a Málaga a estudiar Económicas. Y fue allí, en la universidad, donde nació su vinculación con movimientos progresistas y de izquierdas, donde tomó conciencia del andalucismo y donde encontró a sus referentes políticos y morales.

Guiado por la "lección de vida" que le dejó su padre, un albañil que siempre creyó en el esfuerzo y que se acabó convirtiendo en constructor, Muñoz inició su andadura política en los primeros ayuntamientos democráticos, concretamente en su localidad, donde decidió apostar por el PSOE. También formó parte de la Diputación de Sevilla y de la Junta de Andalucía antes de recalar en el Ayuntamiento de Sevilla en el año 2011, donde fue portavoz del PSOE hasta 2015 y después, ya en el Gobierno, delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura hasta que recibió el bastón de mando de manos de Juan Espadas en enero de 2022.

Su trayectoria profesional siempre ha estado ligada a la gestión pública, al desarrollo del turismo y a la dinamización de la actividad económica y cultural, pero muy relacionada igualmente con la iniciativa privada. Su equipo asegura que Muñoz "huye de los sectarismos y las exclusiones" y que su mayor convicción es la igualdad en todos los sentidos. De espíritu crítico, le gusta además rodearse de gente que pueda resultar "incómoda", pero al mismo tiempo "estimulante".

El apoyo de Ferraz

Quizá por ello, y en una ciudad de claras dicotomías, atrás han quedado los recelos iniciales de la Sevilla oficial que temía que el nuevo alcalde no promulgase con lo que toca cuando toca. Pero Muñoz ha sabido en este año y medio como regidor codearse con unos y con otros por igual, con los sectores más conservadores y con los más progresistas, como ya hiciera su antecesor.

Porque, y en esto también se parecen el exalcalde Espadas y su sucesor, el de Muñoz es un perfil moderado, de los que no bajan al barro ni busca el enfrentamiento, de gestor más que de político que, de hecho, apenas ha hecho vida orgánica en el PSOE, pero que desde primera hora contó con el apoyo de Ferraz cuando Espadas dio el salto a la arena autonómica.

Tampoco ahora se ha cuestionado su candidatura a las elecciones municipales del 28 de mayo, y ello a pesar de que esta será la primera vez que Muñoz se someta en las urnas al escrutinio de los ciudadanos. Lo hará, además, con la responsabilidad de intentar mantener la plaza local más importante en la que gobierna el PSOE en estos momentos. No conseguirlo podría suponer horadar más el hoyo que se abrió tras las autonómicas del 19 de junio de 2022. Y hacerlo, un paso importante para el inicio de la remontada. Y todo ello con la vista puesta en las generales de finales de año.