Francisco Gan Pampols Teniente general retirado
OPINIÓN

El éxito es cuestión de formación

Militares ucranianos disparan en dirección a Bajmut.
Militares ucranianos disparan en dirección a Bajmut.
EUROPA PRESS
Militares ucranianos disparan en dirección a Bajmut.

Para quien se dedica profesionalmente al oficio de las armas, la formación tiene varios componentes igualmente importantes: el moral, el físico, el intelectual y el técnico. El moral hace referencia al conjunto de principios de ese carácter que se deben aprender, interiorizar, practicar y exigir en las Fuerzas Armadas. Son, por así decirlo, la columna vertebral del porqué se hace lo que se hace. El físico habla de la resistencia a la fatiga, el endurecimiento y la capacidad de sobreponerse a las exigencias del combate, se centra en la capacidad de sufrimiento y la superación de sus consecuencias. El intelectual se centra en adquirir el necesario criterio (táctico, operacional, estratégico…) para ser capaz de decidir en cada situación compleja de forma efectiva, proporcionada y oportuna. Y el técnico hace referencia a la acentuada especialización que exige el manejo de los modernos sistemas de armas, comunicación, posicionamiento, etc. Demanda, por tanto, aprendizaje, práctica y aplicación en condiciones reales.

¿Qué sabemos de lo hasta ahora observado sobre el campo de batalla de Ucrania? De la parte moral, hay una diferencia evidente en las  motivaciones de quien lucha en una guerra de conquista de aquel otro que lo hace para defender a su familia, su casa, su forma de vida y su país. Tiene que ver con la percepción personal y social de la legitimidad de la causa. En la parte física, pienso que no hay una gran diferencia entre unos y otros toda vez que la duración del conflicto tiende a igualar las capacidades en este ámbito.

Hay una diferencia evidente en las motivaciones de quien lucha en una guerra de conquista de aquel otro que lo hace para defender a su familia

En la parte intelectual aparecen los elementos distintivos más disruptivos: el método de planeamiento, el ciclo de toma de decisiones y los modelos de descentralización de la ejecución. El modelo ruso es heredero del modelo soviético: planeamiento rígido y centralizado, ciclos muy prolongados para la toma de decisiones -casi se alcanza la parálisis por exceso de análisis- y la ejecución es muy centralizada dejando muy escaso margen a la iniciativa de los comandantes en todos los niveles, aunque se están adaptando rápidamente a un cambio de modelo. Por su parte, el modelo ucraniano ha seguido una evolución divergente que, teniendo como punto de partida el mismo que el anterior, ha ido propiciando una mutación en los procesos de planeamiento. Actualmente son miméticos a los de la OTAN, donde la decisión es en función de la información disponible, el riesgo asumible y el tiempo útil para adoptarla y ejecutarla. En los escalones más básicos se ha implantado el modelo de mando orientado a misión que es un proceso muy breve, en el que se transmite propósito y estado final deseado a alcanzar y se concede la máxima iniciativa al mando ejecutante.

Por último, en la parte técnica existe una clara ventaja por parte rusa toda vez que la simplicidad, compatibilidad e integración de sus sistemas le permite unos ciclos de formación más breves y orientados a los materiales específicos a emplear, no así por parte ucraniana donde la multiplicidad de sistemas y diversidad de elementos hacen muy difícil y compleja la formación de operadores y tripulaciones, y su reposición en caso de baja.

Así pues, permítaseme concluir que será el factor humano, la moral, el que acabará resolviendo el conflicto si no hay un 'cisne negro' que le de una patada al tablero.

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