Pactar con Bildu ha sido en todo momento una decisión arriesgada. Más allá del problema ético –que se supone que habrá tenido el actual PSOE al situarlo como socio preferente– está el problema de la credibilidad. Bildu puede decir que es ajeno a ETA, pero sus hechos no ayudan. Ahora hay escándalo porque incluyen a condenados por terrorismo en sus listas, aunque el problema es mayor: quien dirige formalmente el partido es Arnaldo Otegi, otro condenado por terrorismo y por secuestro y un rostro que nos devuelve a lo peor. No todo es blanqueable.
OPINIÓN17.05.2023 - 05:41h
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios