Desde que convivimos con los perros como animales de compañía, siempre ha existido el eterno debate sobre qué es mejor, si un perro de raza o un perro mestizo. La realidad es que se trata de una pregunta que no tiene una respuesta clara, ya que cada peludo es único e inigualable, independientemente de si pertenece a una raza específica o no.
No obstante, sí es cierto que se puede hablar de características concretas que poseen los perros de raza y las que tienen los mestizos, ya que en ciertos aspectos se diferencian. Lo primero es saber distinguir qué es un perro de raza y qué un perro mestizo.
Los perros de raza cuentan con características físicas y de comportamiento similares a las de sus antepasados. Es decir, se trata de perros que se cruzan únicamente con otros de su misma raza y que, por lo tanto, comparten un canon concreto. Cabe recordar que, en cuanto a comportamiento se refiere la genética es tan solo un factor influyente, gran parte del carácter del perro vendrá dado por su periodo de socialización.
En cuanto a los perros mestizos, se trata de canes nacidos del apareamiento de perros de diferentes razas, pudiendo llegar a haber perros con una genética de varias razas. Esto quiere decir que sus características físicas y su comportamiento (la parte genética) son más arbitrarias, aunque el resultado es un perro totalmente único, ya que no hay dos mestizos iguales (incluso dentro de la misma camada).
La mala fama de los perros mestizos
A la hora de adoptar, las asociaciones y protectoras de animales (especialmente aquellas que se dedican a una raza concreta como Borders Sin Fronteras, Nórdicos en adopción o SOS Golden) siempre coinciden en una afirmación: cuesta más dar en adopción a un perro mestizo que a uno de raza. Pero, ¿por qué la gente se siente menos atraída por ellos?
De los 168.000 perros que recogieron las asociaciones de protección animal en 2021, el 71 por ciento eran mestizos, tal y como recogen los datos del estudio sobre abandono y adopción en España de 2022, realizado por la Fundación Affinity; mientras que un estudio publicado en la revista Especies Pro, realizado por Veterinary Management Studies (VMS), revela que en 2021, en España un 32,4 por ciento de los perros que conviven con nosotros son mestizos.
Estos datos reflejan una realidad: convivimos con menos perros mestizos que con perros de raza, pero se abandonan más los primeros que los segundos. ¿Por qué no damos el mismo valor a los perros mestizos que a los perros de raza?
De los 168.000 perros que recogieron las asociaciones de protección animal en 2021, el 71 por ciento eran mestizos
A los perros mestizos siempre se les ha relacionado más con la calle (debido a ese alto número de perros mestizos callejeros), al igual que se les ha relacionado con comportamientos mucho más imprevisibles, lo que asusta a algunas personas a la hora de adoptar. Sin embargo, la realidad es que tanto los perros de raza como los perros mestizos son excelentes compañeros.
Comportamiento, físico y enfermedades hereditarias
Si tuviéramos que destacar una característica de los perros mestizos deberíamos decir que se trata de, como ya hemos mencionado, perros únicos, tanto físicamente, como en su personalidad. Es cierto que no podemos definirlos ni prever cómo van a ser (algo que sí podemos adivinar, de forma parcial, con los perros de raza), pero también ahí está su encanto.
Otra característica a favor de los perros mestizos es que suelen gozar de una mejor salud, gracias a su variabilidad genética, aunque esto no quiere decir que si optamos por convivir con un perro mestizo, esto sea una garantía de que no vaya a padecer ninguna enfermedad. De hecho, es importante saber (siempre que se pueda) de qué razas procede nuestro mestizo para conocer las probabilidades que tiene que padecer alguna patología de sus antecesores.
Esto también es aplicable a su comportamiento ya que, si conocemos la raza de la que procede nuestro perro mestizo, podremos proporcionarle una educación más personalizada, tal y como lo haríamos si se tratase de un perro de raza, del que conocemos sus tendencias.
En resumen, no importa si convivimos con un perro de raza o un perro mestizo, ya que ambos tienen cualidades excepcionales y pueden convertirse en nuestros mejores amigos y compañeros de rutina. Lo que siempre debemos hacer es proporcionarle una buena educación, llevarlos al veterinario para sus revisiones rutinarias y ofrecerles una adecuada alimentación. Si cumplimos estas responsabilidades y cubrimos sus necesidades vitales, cualquier perro, mestizo o no, puede ser el ideal.
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