El Clínico San Carlos reduce el temblor del Parkinson un 80% con calor por ultrasonidos

  • Se realiza en una sola sesión con un tratamiento no invasivo que no necesita incisiones ni anestesia general.
Hospital público Clínico San Carlos, en Madrid.
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Comunidad de Madrid
Hospital público Clínico San Carlos, en Madrid.
Imágenes del Hospital Clínico - Tratamiento con HIFU
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A nivel mundial, la discapacidad y las defunciones debidas al Parkinson están aumentando más rápidamente que cualquier otro trastorno neurológico. Por ello, que el Hospital público Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid haya conseguido reducir el temblor esencial y asociado de esta enfermedad en un 80% de media, en las extremidades superiores, en más de 80 pacientes, supone un hito. Esto ha sido posible gracias a la aplicación de calor por ultrasonidos de alta intensidad sobre las neuronas que producen este trastorno, según han informado a 20minutos fuentes de la Consejería de Sanidad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 más de 8,5 millones de personas padecían la enfermedad del Parkinson, duplicándose en los últimos 25 años. El temblor esencial es el trastorno del movimiento más común, que se incrementa a partir de los 65 años. "Empeora la calidad de vida de las personas que lo padecen, ya que produce dificultad para realizar las actividades básicas de la vida diaria al inducir movimientos involuntarios o balanceo que afecta a las manos y a las cuerdas vocales, provocando voz temblorosa", han explicado.

La técnica utilizada por el Clínico San Carlos, a cargo de un equipo multidisciplinar de su Instituto de Neurociencias, compuesto por neurólogos, neurocirujanos, radiólogos, técnicos de Radiología y profesionales de enfermería, y en colaboración con el Servicio de Radiodiagnóstico, está basada en un tratamiento no invasivo que no requiere incisiones ni anestesia general.

Los resultados obtenidos hasta la fecha con este procedimiento señalan que "más del 80% de ellos refieren una mejoría superior al 90% según su percepción subjetiva, manteniéndose estos resultados a los seis y 12 meses después del tratamiento sin apenas recidivas. Si aplicamos las escalas de reducción del temblor, se observa una mejoría de media superior al 80% respecto del temblor", ha afirmado la neuróloga Rocío García Ramos.

Este equipo multidisciplinar del hospital es el primero de la sanidad pública madrileña, y segundo de la española, en utilizar el tratamiento HIFU (High Intensity Focal Ultrasound). Gracias a esta tecnología, se permite concentrar el calor sobre las neuronas responsables del temblor eliminándolas en una sola sesión.

Hospital público Clínico San Carlos, en Madrid.
Hospital público Clínico San Carlos, en Madrid.
Comunidad de Madrid

"Una vez localizado el punto exacto del cerebro sobre el que aplicar los ultrasonidos, gracias a la imagen radiológica de la anatomía del paciente previamente planificada por los radiólogos en una resonancia magnética de tres teslas, se incrementa la temperatura hasta los 60º centígrados para la ablación o eliminación de las neuronas responsables del temblor", han detallado.

Además, durante este procedimiento, el paciente "está despierto en todo momento", lo que supone que el neurólogo puede ir verificando el grado de eliminación del temblor "en tiempo real". Esto, han explicado, permite aumentar la intensidad del tratamiento en función de la respuesta del paciente gracias a la exploración neurológica durante la aplicación de esta técnica.

"La gran ventaja que aporta esta técnica para la eliminación de temblores involuntarios es que no requiere incisiones en el cráneo, presentándose como una alternativa no invasiva a otros procedimientos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda o la talamotomía, ha añadido el neurocirujano Albert Trondín.

Qué es el Parkinson

Se trata de una afección degenerativa del cerebro asociada con síntomas motores (movimiento lento, temblor, rigidez y desequilibrio al caminar) y una amplia variedad de complicaciones no motoras (deterioro cognitivo, trastornos de salud mental, dolor y otras alteraciones sensoriales), según define la ONU.

Las deficiencias motoras, incluidos los movimientos involuntarios (disquinesias) y las contracciones musculares involuntarias dolorosas (distonías), contribuyen a las limitaciones en el habla, la movilidad y, por lo tanto, a las restricciones en muchas áreas de la vida.

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