El Rocío encara sus días grandes en los que espera recibir a un millón de personas

Un total de 127 hermandades y miles de personas participan durante el fin de semana en la Romería del Rocío, que comienza oficialmente este viernes con la Solemne Recepción ante la Hermandad Matriz de Almonte. Tras empezar a recibir el jueves a los primeros peregrinos, la aldea se prepara para los días de mayor afluencia en los que espera recibir a cerca de un millón de personas. Un año en el que esta fiesta popular, que forma parte de la idiosincrasia de Andalucía, ha sido declarada Bien de Interés Cultural.

Para garantizar el buen discurrir de la peregrinación, desde el lunes está activado el Plan Romero y, en el marco de este dispositivo, el jueves se activó el Plan Aldea, que vela por la seguridad durante los actos centrales de la Romería, a fin de prevenir riesgos y anticipar la respuesta en emergencias. Un dispositivo coordinado por tres administraciones implicadas y en el que trabajarán 1.800 efectivos.

Como cada año, el paso de las carretas por los caminos de Sevilla, Huelva y Cádiz, ha dejado para el recuerdo estampas inolvidables especialmente en los pasos por Bajo de Guía y el Vado del Quema, dos de los puntos más característicos del peregrinaje.

El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, quiso el miércoles acompañar a los romeros en el embarque de las hermandades en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) para cruzar el río Guadalquivir hacia el Rocío. Un momento que calificó de "único y mágico y que sitúa a Andalucía como referente mundial".

El Vado del Quema es también uno de los enclaves más simbólicos y aunque la estampa ha estado marcada este año por la poca agua y el vado más seco, finalmente la lluvia de los últimos días ha permitido bautizar en los charcos a los nuevos peregrinos antes de su encuentro con la Virgen. 

Ya en la aldea, a partir de este viernes, las hermandades filiales se presentan a las puertas del Santuario.  Pero no será hasta la madrugada del domingo al lunes cuando se produzca el momento más esperado: el 'Salto de la Reja'. Son los almonteños los que decidirán la hora exacta, el secreto mejor guardado de la Romería. Ellos son los encargados de levantar la valla de madera. Es entonces cuando la Virgen del Rocío sale en procesión por la aldea, uno de los momentos de mayor emoción, devoción y fervor religioso.