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Entrevista

Ana de Santos, periodista y activista medioambiental: "Dos de cada tres respiraciones se las debemos al mar"

Ana de Santos, en la redacción de 20minutos.
JOSÉ GONZÁLEZ

Activista y divulgadora de contenidos ecológicos y medioambientales, la periodista Ana de Santos es fundadora del proyecto Oxígeno Azul para visibilizar y proteger los pulmones de los océanos y su ecosistema. Acaba de publicar Vivir sin huella (Editorial Zenith), una guía para aprender a reducir nuestra huella ambiental y ecológica sobre el planeta, que este lunes 5 de junio celebra el Día Mundial del Medio Ambiente.

¿Qué vamos a encontrar en el libro Vivir sin huella?Es una guía para tomar conciencia del impacto que tenemos en nuestro día a día sobre el planeta, porque la huella ecológica es una sombra que nos acompaña desde que nos levantamos, con el primer café de la mañana y la ducha, hasta que nos acostamos. Es una guía para ayudar a reducir ese impacto, pero de una forma amable y alcanzable. Hay más de 250 ideas prácticas que, además, son buenas para nosotros, para nuestra propia vida y bienestar, y también para nuestro bolsillo.

¿Parece difícil vivir sin dejar huella?Vivir sin huella es imposible, pero hasta la revolución industrial fluíamos y generábamos unos residuos que la Tierra era capaz de mitigar y compensar, en cambio, a partir de esa industrialización nuestro consumo se disparó y ya no consumimos, sino que desbastamos. Lo importante es es tomar conciencia, calcular cuanta huella suponen nuestros hábitos y encontrar soluciones para que sea cada vez más pequeñita, sin volvernos locos. Ya sabemos que no necesitamos tanta ropa, todos hemos tirado comida de la nevera...

¿Tenemos que renunciar a algunas comodidades de nuestro día a día para poder ser más sostenibles?Intento en esta guía que reducir la huella no suponga renunciar a grandes comodidades porque el bienestar es fundamental, pero tenemos que pensar también en lo que recibimos a cambio. Al final se trata de que nuestras nuevas generaciones no vivan con los recursos hipotecados porque estamos en déficit ecológico. No podemos ser perfectos, yo la primera, pero hay que tomar conciencia y, por ejemplo, podemos elegir el tren en lugar del avión a la hora de viajar cuando sea posible. 

Vivir sin huella, el libro de Ana de Santos.
Ana de Santos

¿En qué consiste su proyecto Oxígeno Azul?Es un proyecto medioambiental con el que visibilizar el oxígeno del mar porque el 80% de nuestro oxígeno viene de ahí y no de los bosques. Hacemos activismo a través de la fotografía y de material audiovisual, divulgación, charlas y también colaboramos con ONG para proteger los ecosistemas marinos. Trato de enseñar con paralelismos quienes son los árboles del mar, los polinizadores, qué animales sirven de jardineros en el mar... porque tenemos que tomar conciencia y preservar nuestros océanos.

Ha trabajado muchos años como periodista en el sector de la moda y los cosméticos, ¿es esta última una de las industrias más contaminantes?Sí, en 16 años de experiencia he podido observar la cantidad de productos que necesitan un cambio porque los cosméticos generan muchísimos residuos que van a parar al mar. Ahora solo trabajo con marcas con las que compartimos valores. Por ejemplo, L'Occitane, que es una marca francesa muy comprometida con los ingredientes naturales y biodegradables, y también con los envases refill, porque lo más sostenible es tener un envase de aluminio para toda la vida que se pueda ir rellenando. También trabajo con marcas como Montibello, que sacan solares respetuosos con los fondos marinos. No somos conscientes de que el 70% de la crema solar que nos ponemos forma una película grasa alrededor de nosotros cuando nos metemos en el mar, y eso lo terminan asimilando sus habitantes. Por ejemplo, el blanqueamiento de los corales y su muerte muchas veces está producido por esas oxibenzonas y otros ingredientes que hay que eliminar de las cremas solares. En lugares como Hawai o Palaos están prohibidos una serie de ingredientes y mi objetivo es apoyar a las marcas que estén eliminándolos.

No somos conscientes de que el 70% de la crema solar que nos ponemos forma una película grasa alrededor de nosotros cuando nos metemos en el mar"

¿Tenemos que aprender a leer las etiquetas de los productos que compramos?Aprender a leer las etiquetas es muy importante porque hay que tener en cuenta toda la cadena de valor de cualquier producto. No hace falta saber mucho, solo fijarte en la etiqueta, el origen, la composición… muchas veces es suficiente para saber si un producto es sostenible, más allá de que tenga una etiqueta verde. Comprar productos de proximidad y de temporada es fundamental y no solo en la alimentación. Si en una etiqueta de ropa pone Bangladesh, ya sabes que esa huella es grande en cuanto al transporte, y que seguramente el salario de las personas que la han fabricado no será muy justo. 

¿Estamos a tiempo de salvar planeta o estamos en un punto de no retorno?Estamos a tiempo de hacer bien las cosas y de reducir nuestra huella. De hecho, ha habido buenas noticias sobre la capa ozono, que la estamos recuperando. Y sobre el blanqueamiento del coral producido por el calentamiento del agua, que le afecta como una fiebre, sabemos que si esa temperatura del agua vuelve a bajar, el coral revive. ​Reducir nuestra huella es necesario y, además, hará que te sientas mejor contigo mismo. Aprendes a comprar a granel, que te ayuda a mejorar tu forma de alimentarte; aprendes a convivir de otra forma en casa con la energía; a relacionarte mejor con el entorno... una vez empiezas a tener más conciencia, son pasos que te harán sentirte bien.

Alguien que quiera empezar mañana mismo a reducir su huella, ¿por dónde empieza?Podemos empezar por reducir el plástico a la hora de hacer la compra, evitando los alimentos que vayan envueltos en plástico, en bandejas o mallas porque son muy perjudiciales para el medioambiente. No te digo que dejes de comprar carne o pescado, pero hazlo sin plástico. Además, cuando compras a granel tomas más consciencia de las cantidades y reduces el desperdicio de alimentos. Otra medida tendría que ver con la movilidad y consiste en comprometernos a hacer caminando uno de nuestros desplazamientos diarios: además de reducir la huella te va a reconectar con tu entorno y te hará sentir bien. Y una tercera medida tiene que ver con la energía y consiste en ver las series de Netflix conectado por cable en lugar de wifi porque los servicios de streaming y las redes de internet inalámbricas contaminan muchísimo. De hecho, si internet fuera un país, sería el sexto más contaminante del mundo.

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