Patada al tablero de Pedro Sánchez. Otra vez. El presidente del Gobierno ha decidido adelantar las elecciones generales previstas para diciembre. Se celebrarán el próximo 23 de julio. Es la respuesta del secretario general del PSOE, que será el candidato en dichos comicios, a los nefastos resultados obtenidos ayer por la izquierda en su conjunto en las elecciones municipales y autonómicas. El jefe del Ejecutivo ha reconocido que van "más allá del sentido autonómico y municipal". 

Así lo ha anunciado desde la escalinata del Palacio de la Moncloa, donde realiza habitualmente las grandes comparecencias. Sin preguntas y cariacontecido, ha comunicado la convocatoria urgente del Consejo de Ministros esta misma tarde para convocar los comicios y celebrarlos el próximo 23 de julio. Es el tiempo que marcan los plazos legales cuando se disuelve el Gobierno. Por lo tanto y pese a haber repetido hasta la saciedad su intención de agotar la legislatura -que finaliza en diciembre-, la coalición durará tres años y siete meses.

El presidente aceptó el envite del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de convertir en nacionales las elecciones municipales y autonómicas. Y lo perdió. Así lo ha reconocido en la comparecencia, al asegurar que el sentido del voto de ayer "va más allá" del ámbito del poder territorial. "Asumo el resultado en primera persona", ha lanzado. Sánchez ha relatado que muchos “magníficos” presidentes autonómicos y alcaldes, todos socialistas, “se van a ver desplazados con una gestión impecable y pese a ver incrementado su apoyo”. 

Es por ello por lo que el jefe del Ejecutivo ha dicho creer "necesario" dar "una respuesta" y someter su mandato a la voluntad popular. Sobre todo, de cara a una "nueva etapa, de crecimiento, cohesión social" y toda vez que la coalición da por aprobadas "la mayoría de las reformas comprometidas", como la reforma laboral, del sistema de pensiones o la recién aprobada ley de vivienda. "Es necesaria una clarificación de la voluntad de los españoles sobre las políticas del Gobierno de la nación y sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta nueva fase. Solo hay un método: que los españoles tomen la palabra", ha asegurado.

El presidente ha incidido en que “numerosas instituciones pasarán a ser administradas por nuevas mayorías conformadas por PP y Vox”. Cabe recordar que la suma de las derechas recupera autonomías clave como la Comunidad Valenciana, pero también feudos socialistas como Extremadura o Aragón. La mención a la necesidad de los barones del PP de apoyarse en la formación de Santiago Abascal no es casual, porque las elecciones llegarán justo tras la conformación de los gobiernos municipales y gran cantidad de autonómicos, si no todos.

Es probable que eso lo utilicen los socialistas para volver a movilizar a su electorado, que se quedó en casa este domingo. Que recuperen, por tanto, una estrategia, la de la "coalición del miedo", que ya han utilizado en el pasado, con diferentes resultados. De hecho, solo le funcionó a Sánchez hace cuatro años para ganar las generales. Desde entonces, desplegaron esta estrategia en Madrid y en Andalucía, que se resolvieron con grandes triunfos de los 'populares'. Visto eso, en la campaña de las municipales y autonómicas, la dejaron a un lado. Con otro resultado nefasto. De hecho, fuentes de la Ejecutiva Federal de los socialistas, que se está celebrando en la mañana de este lunes, ya adelantaban que Sánchez, que será el candidato, advertirá de que la alternativa al Gobierno progresista es un gobierno de Feijóo "con ministros de Vox".