Los chubascos y las temperaturas hasta 10 °C más frescas de lo normal marcarán el inicio del verano meteorológico

Una mujer con paraguas bajo la lluvia, a 29 de mayo de 2023, en Madrid.
Una mujer con paraguas bajo la lluvia, a 29 de mayo de 2023, en Madrid.
EP
Una mujer con paraguas bajo la lluvia, a 29 de mayo de 2023, en Madrid.

La inestabilidad, los chubascos y las temperaturas frescas, más propias de finales de abril o principios de mayo, seguirán marcando la meteorología esta semana en la Península y Baleares, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que espera chubascos en "amplias zonas", dado al potente y persistente anticiclón instalado en el norte de Europa y las islas Británicas que obliga a las bajas presiones a circular por latitudes cercanas a España.

"Esto garantiza un tiempo inestable en esta transición de la primavera al verano meteorológico (1 junio-31 agosto)", según ha indicado el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo. Además, añade que dada la nubosidad abundante, las temperaturas en general serán suaves en la mayor parte del territorio e incluso en los próximos días en algunos puntos del centro y sur de la Península predominará el ambiente fresco, con temperaturas entre 5 y 10 grados centígrados por debajo de lo normal para la época, frente al tercio norte, donde tendrán un ambiente algo más cálido de lo habitual para esta época.

Este martes, el ambiente va a ser muy similar, con tiempo inestable y chubascos tormentosos localmente fuertes y acompañados de granizo en amplias zonas del territorio peninsular, más probables e intensos en el interior de Galicia, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Castilla La Mancha, Pirineos, Aragón, Comunidad Valenciana y Murcia. Hay 12 comunidades en alerta amarilla por lluvias.

En cuanto al miércoles, Del Campo pronostica que amanezca con bancos de niebla en el interior y a partir del mediodía se agudizará el tiempo inestable y la posibilidad de chubascos tormentosos localmente fuertes en amplias zonas de la Península y Baleares. Este miércoles, la mayor probabilidad de estos chubascos se registrarán en la mitad norte y zona centro, especialmente en áreas montañosas o proximidades, mientras que donde menos probabilidad habrá será, un día más, en el suroeste, es decir, en buena parte de Andalucía occidental y central y también en Extremadura. Tampoco serán muy probables los chubascos en las zonas costeras y las temperaturas subirán ligeramente en el centro y sur de la península, con máximas superiores a los 25 °C y oscilarán entre 20 y 25 °C en el resto. Por su parte, Zaragoza o Sevilla rondarán los 30 °C.

Respecto a la segunda mitad de la semana, seguirá el tiempo inestable y la probabilidad de chubascos tormentosos fuertes y acompañados de granizo en amplias zonas de la Península, sobre todo en las mitades norte y este y en Baleares. El portavoz añade que de nuevo serán las zonas costeras y el suroeste peninsular las áreas con menor probabilidad de recibir estos chubascos y que las temperaturas no experimentarán grandes cambios generalizados por lo que "todavía no se puede hablar de calor intenso".

Con todo, pronostica que "es posible" el tiempo inestable, con chubascos y tormentas repartidas en amplias zonas del territorio y temperaturas no demasiado altas continúe también durante la próxima semana.

Finalmente, para Canarias pronostica un régimen de vientos flojos del norte, con nubes de evolución que crecerán a partir de media mañana y que podrían dejar algunas lluvias y chubascos en el norte de las islas de mayor relieve y con temperaturas sin grandes cambios que rondarán los 24 a 27 °C a mediodía en zonas costeras. 

Tregua para los incendios

Por último, ha analizado que estas lluvias ya caídas y las que se registrarán en los próximos días suponen un "valioso aporte de humedad a los suelos a las puertas del verano" que facilita junto a las condiciones meteorológicas reinantes que el riesgo de incendios se mantenga bajo durante los próximos días. 

Así, ha apuntado que, según Copernicus, han ardido en España alrededor de 67.000 hectáreas, que es casi siete veces más del promedio normal para estas fechas, que son unas 10.000 hectáreas desde que comenzó el año. Del Campo afirma que antes del comienzo del verano se ha quemado la misma superficie en promedio que se quema o acaba quemándose en España desde enero hasta finales de agosto. 

"Vamos a tener una tregua en cuanto al riesgo de incendios con estas precipitaciones que desde luego van a disminuir el déficit hídrico que padece España en los últimos meses", ha celebrado.

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