Sánchez se pone ya el traje del candidato, equipara a PP y Vox y señala a "los poderes que hay detrás": "La tormenta será tremenda"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la decisión de adelantar las elecciones generales fue de él mismo con su "conciencia". "No podía continuar como si no hubiera ocurrido nada. Ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren un castigo tan inmerecido y tan injusto", añade.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso.
EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la decisión de adelantar las elecciones generales fue de él mismo con su "conciencia". "No podía continuar como si no hubiera ocurrido nada. Ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren un castigo tan inmerecido y tan injusto", añade.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, agradece el apoyo a su grupo parlamentario en el Congreso.
EUROPA PRESS

Pedro Sánchez vuelve a los orígenes. A los suyos, a aquella época en la que cogió el Peugeot tras ser defenestrado de la Secretaría General del PSOE, y a los del partido, recordando la Casa Labra donde fue fundada la formación. Y lo hace para empujar a los suyos y a los votantes, a los que reconoce el "cansancio", pero a los que necesita para ganar las próximas elecciones del 23 de julio, que convocó con su "conciencia" y para hacerse "cargo" de los resultados de los comicios del pasado domingo, que provocaron una gran pérdida de poder institucional del PSOE

El presidente ha reunido a sus diputados y a sus senadores -que en su mayoría ya no lo son tras la disolución de las Cortes el martes por la convocatoria electoral- en el Congreso de los Diputados para valorar los datos y hacer una alocución sobre lo que viene. O, mejor dicho por uno de los presentes, para "subir el ánimo, que es con lo que se gana las elecciones". Sánchez ha empezado entonando algo parecido a un mea culpa. Ha asegurado haber entendido el mensaje que dejaron las urnas hace tres días. "Me gusta ganar y me suele perder, pero sobre todo cuando toca a personas que quiero y admiro", ha lanzado en referencia a los presidentes autonómicos y alcaldes socialistas que dejarán de serlo en un breve espacio de tiempo. 

El mandatario ha asegurado que “ningún líder que merezca serlo” podía mirar para otro lado tras ese “castigo, tan innecesario” para sus compañeros. Dicho esto, ha puesto las luces largas para lo que viene. De momento, serán 53 días de campaña, que el presidente vaticina difíciles. “La tormenta va a ser tremenda, van a tratar de crispar hasta límites insospechados para que nos desmovilicemos”, ha aventurado Sánchez que, como en otras ocasiones, ha señalado al supuesto dominio de la derecha “en grandes medios de comunicación, que van a generar una campaña de desprestigio en prime time y a insultar”. “Son copias del método de sus maestros norteamericanos”, ha asegurado.

"Están envalentonados, tienen más medios, más recursos y menos pudor para traficar con la mentira", ha insistido Sánchez, para movilizar a la gente, a la que sabe que "pilla cansada", pero a la que pide ir a votar el 23 de julio, que "va a ser decisivo". "El resultado tendrá efectos sobre la mayoría social de nuestro país durante la próxima década". A juicio del presidente, "no se decide sobre el pasado, sino sobre el presente". Y la dicotomía de campaña que ya ha planteado y en la que basarán los socialistas su campaña será si España quiere seguir contando con un gobierno de progreso o con un gobierno "de la extrema derecha con la derecha extrema", en referencia a la suma PP y Vox, "que ya son lo mismo".

El presidente ha reconocido implícitamente que la campaña de los anuncios que realizó para las municipales y autonómicas no funcionó. Tampoco lo de la gestión. Por eso ahora, lo plantearán de otra manera. “Ya no solo es lo que hemos hecho unos y otros, sino qué dirección tomamos como sociedad”, ha reflexionado. ¿La campaña será o Sánchez o Feijóo? Se le ha preguntado a una de sus ministras. “No Sánchez, España, España y España”, ha respondido. 

Y eso explica la tercera parte del discurso del presidente, que ha dibujado al país como una sociedad “moderna, próspera, solidaria, con un afán de avanzar”. Características con las que los socialistas se autoperciben. Y en frente ha nombrado a Alberto Núñez-Feijóo, pero no solo. También a Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal o a Juan García-Gallardo, principales dirigentes de PP y Vox. “Podemos pararles. Vamos a ganar las elecciones, porque en una urna vale lo mismo el voto de un conductor de un autobús que el dueño de una televisión”, ha concluido en mitad de una tormenta de aplausos de los suyos. La campaña ya está aquí.

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