Capaces

Yassine Ouhdadi, medallista paralímpico: "Las personas con discapacidad también podemos conseguir grandes cosas"

Yassine Ouhdadi durante la carrera Liberty.
Cedida

Yassine Ouhdadi solo llevaba corriendo de manera profesional dos años cuando se trajo de Tokio una medalla de Oro como campeón de los 5.000 metros paralímpicos, y el año pasado se convirtió en el primer atleta con discapacidad en ganar la carrera Liberty, una competición que aúna el talento deportivo de personas con o sin discapacidad. Este año, ha vuelto a repetir la gesta y ya se prepara para competir dentro de un mes y medio en Campeonato Mundial de Para Atletismo, que se celebra en París.

El atleta hispanomarroquí tiene, además, una historia de superación que contar. Migró a España desde Marruecos a los seis años y debido a su ceguera parcial -total en el ojo izquierdo y parcial en el derecho- tuvo problemas para estudiar y adaptarse a su nuevo sistema educativo, por lo que decidió abandonar el instituto para ayudar en el negocio familiar, una tienda de alimentación en Tortosa. Aunque nunca pensó en ser profesional, Ouhdadi es, hoy por hoy, uno de nuestros para atletas mejor valorados. 

Hola, Yassine. Llegaste España con seis años, ¿ya tenías discapacidad visual entonces?Sí, tendría cinco o seis años cuando vine a España, recuerdo que era muy pequeño, a mediados del año 2002. La discapacidad visual la tengo de nacimiento a causa de unas cataratas congénitas que tengo.

¿Cómo afecta eso a tu visión?Por el ojo izquierdo prácticamente no veo nada, y en el derecho tengo una visión del 20% más o menos. Han mirado muchas veces la posibilidad de operarme para que pueda recuperar algo de visión, pero de momento, nada, me dicen que quizás más adelante, que todavía es pronto.

¿Cómo recuerdas tu infancia, la marcó más la discapacidad o la migración?Era muy pequeño y no me acuerdo de muchas cosas, pero sí recuerdo especialmente que fue muy difícil para mí estar en otro país. No conocía el idioma, no conocía a nadie más allá de mi familia… para mí llegar aquí fue como si acabara de nacer, era todo nuevo.

Dejaste los estudios pronto porque te costaba mucho estudiar debido a tus problemas de visión. ¿No tenías ninguna adaptación en el colegio o el instituto?Al principio no se notaba mucho, y fue a un colegio ordinario, pero cuando los contenidos empezaron a ser más difíciles, tenía que empezar a leer, teníamos libros, tenía que copiar cosas de la pizarra… empezó a ser muy complicado para mí. Mis padres solo llevaban dos años en España y no conocían los recursos que hay, así que estuve dos años sin ningún tipo de apoyo en el colegio. Después, directamente entré en un colegio de educación especial, donde me adaptaron todo, las hojas y las letras eran más grandes… todo era mucho más fácil para mí. Y allí pasé toda mi infancia y mi etapa escolar, hasta los 18 años. Después me fui a Francia con mis padres. 

Cuando llegué a España no conocía el idioma, no conocía a nadie más allá de mi familia… para mí llegar aquí fue como si acabara de nacer, era todo nuevo

¿Cómo empezaste en el deporte?Fue gracias a una compañera, que practicaba atletismo e insistió mucho en que tenía que probar, pero era muy reacio, porque lo que me gustaba era el fútbol, que era a lo que jugaba con mis amigos. El atletismo suponía cambiarlo todo y no me apetecía mucho, la verdad, pero probé y como se habían animado otros amigos que conocía me costó menos adaptarme e integrarme de lo que pensaba. Al final me gustó. Empezamos por el campo, por montaña… pero para mí era complicado, más peligroso, así decidí cambiarme al asfalto.

¿Necesitas alguna adaptación para entrenar?Por suerte, no necesito mucha ayuda, puedo correr solo, porque, a diferencia de la montaña, no hay obstáculos ni piedras ni tienes que estar pendiente de unas cintas que hay puestas para que puedas seguir el camino. En asfalto, antes de correr simplemente estudias un poco el circuito, hay gente que nos va señalando si tenemos que correr a la derecha o a la izquierda… y a dar vueltas.

¿Pensaste alguna vez en dedicarte profesionalmente al deporte?Nunca. En 2019 me afilié a la ONCE y, como sabían que hacía atletismo, me dijeron que me presentara a unas pruebas para que me dieran la categoría. Desde entonces fue todo rapidísimo. Ese mismo año era el mundial en Dubái y aceleraron todo para presentar los documentos a tiempo. Tuve la suerte de que todo llegó a tiempo y puede estar en el mundial. Pero lo cierto es que yo nunca pensé en dedicarme a esto profesionalmente, ocurrió sin más. Nunca hubiera pensado practicar atletismo, porque lo mío era el fútbol, así que dedicarme profesionalmente, todavía menos.

Yassine Ouhdadi en la linea de meta
Cedida / Liberty

Tu momento más destacado hasta ahora es el oro de Tokio. ¿Cómo recuerdas el momento del oro olímpico?Fue impresionante… y más para alguien como yo, que, comparado con todos los que estaban corriendo allí, yo tenía muy poca experiencia. Todos habían participado ya los juegos de Londres, de Río… Para mí eran mis primeros juegos, iba sin ninguna opción, así que ganar fue algo increíble e inolvidable. Ya solo ir, preparar los juegos… fue un proceso muy bonito.

¿Cambió mucho tu vida tras el Oro?Bueno, a lo mejor la gente empieza a mirarte de otra manera, te respeta más… pero lo más importante para mí es que podía ser un referente para otros jóvenes -con o sin discapacidad- que hacen deporte. Para que vieran que, incluso con poca experiencia, si entrenas muy fuerte, puedes llegar lejos. Me gusta servirles de motivación.

Para mí es un orgullo demostrar que los atletas con discapacidad podemos ganar más allá de carreras o deportes en los que solo competimos personas con discapacidad

¿Cómo es tu día a día?Ahora estoy 100% centrado en el atletismo, y precisamente en estos momentos estamos de concentración en altura para preparar el mundial de París, que es dentro de un mes, así que solo entrenamos, entrenamos y descansamos… El gran objetivo de este año sin duda es el mundial. Tras el mundial, lo siguiente es prepararse para los juegos de París 2024, que el próximo gran objetivo.

Hace unos días acabas de ganar la carrera Liberty, que es una carrera inclusiva, en la que participa gente con y son discapacidad. ¿Qué supone que la gane precisamente una persona con discapacidad?Es un plus, una motivación más… De hecho, el año pasado fui el primer atleta con discapacidad en ganar esta carrera, en la que compiten tanto personas con discapacidad como sin discapacidad. Para mí es un orgullo demostrar que los atletas con discapacidad podemos ganar más allá de carreras o deportes en los que solo competimos personas con discapacidad. Es muy importante ver que podemos hacer cosas juntos, tener una discapacidad no significa no poder competir en igual de condiciones con otros atletas. Sirve para eliminar prejuicios, porque las personas con discapacidad también podemos conseguir grandes cosas.

Antes, los para atletas no tenían marcas deportivas que los patrocinaban, ahora empiezan a tener... Se van dando pasos adelante

Has ganado varias carreras, una medalla olímpica… ¿pero se puede vivir del deporte paralímpico o es más difícil todavía que del deporte estándar?Por suerte, esto ha evolucionado mucho en los últimos años y los atletas que llevan más tiempo que yo y que han estado en otros juegos me lo dicen, que sobre todo en Tokio hubo una mejora muy importante. Se están dando muchos pasos, y hoy en día, a un atleta paralímpico se le está valorando casi tanto como a uno olímpico, que es como tiene que ser. Y eso se debe sobre todo a que se apuesta más y a que la gente lo está conociendo más. Hace unos años mucha gente ni siquiera sabía que había atletas con discapacidad o que había unos Juegos Olímpicos, Mundiales… para personas como nosotros. Antes, los para atletas no tenían marcas deportivas que los patrocinaban, ahora empiezan a tener... Se van dando pasos adelante. Aunque aún hay que darle más visibilidad.

Y después del deporte, ¿qué te gustaría hacer?Después de terminar mi carrera deportiva, cuando deje de competir, me gustaría dedicarme a algo relacionado con el deporte, me gustaría ser entrenador de atletismo, de medio fondo, de gente con o sin discapacidad.

loading...