Planes para el fin de semana en Madrid: Rossini en la fotonovela y una revelación en el balneario

Una escena de la ópera 'Il turco in Italia' de Gioacchino Rossini en el Teatro Real
Una escena de la ópera 'Il turco in Italia' de Gioacchino Rossini en el Teatro Real
del Real fotografia
Una escena de la ópera 'Il turco in Italia' de Gioacchino Rossini en el Teatro Real

Planes en Madrid para este primer fin de semana de junio que están conformados por una divertidísima ópera de Rossini que llega por primera vez al Teatro Real; un recorrido por la escultura del siglo XX que se extiende a los jardines de la Fundación Juan March; una sensacional obra de teatro que fue la revelación de la temporada pasada; danza contemporánea suspendida en un rockódromo; el talento de las jóvenes violinistas, acompañadas por no menos avezados pianistas; y el cine de animación recreando al Antiguo Egipto.

1. Ópera. 'Il turco in Italia' de Gioacchino Rossini

Sara Blanch en el papel de Fiorilla, en 'Il turco in Italia' de Rossini
Sara Blanch en el papel de Fiorilla, en 'Il turco in Italia' de Rossini
del Real fotografia

El Teatro Real presenta por primera vez en su historia el drama bufo Il turco in Italia, de Gioacchino Rossini, una obra que tras su estreno en 1814 no tuvo demasiada fortuna, pero que ahora luce en Madrid con una magnífica producción y voces de primer nivel, para hacer justicia a una música excepcional. 

El argumento desarrollado por el libretista Felice Romani resultó tan divertido como osado para su tiempo, y además se topó con el prejuicio del público milanés que interpretó, erróneamente, que la ópera no era más que un remedo de La italiana en Argel. Todo ello contribuyó en cierto modo al ostracismo en que cayó la obra, hasta que regresó a la Scala de Milán en 1950, con el impulso de Maria Callas asumiendo el papel central de Fiorilla. A ello se sumó la dirección escénica nada menos que del cineasta Luchino Visconti.

Por encima de todo ello, hay que ponderar como merece la partitura del jovencito Rossini -tenía 22 años cuando la compuso-, en la que destaca un puñado de números concertantes para varias voces solistas, y la excelente factura con que combinó elementos cómicos y dramáticos. Hay arias importantes, pero sin duda estas páginas para cuarteto, dúos o sextetos de voces son lo más destacado de una música que no deja de asombrarnos, marcada por un brío que el compositor nacido en Pésaro siempre supo imprimir a sus creaciones.

Don Geronio y Selim, interpretados por Misha Kiria y Alex Esposito, en el Teatro Real
Don Geronio y Selim, interpretados por Misha Kiria y Alex Esposito, en el Teatro Real
Javier del Real

La producción del Teatro Real, en colaboración con la Opera de Lyon y el New National Theatre Tokyo, está dirigida escénicamente por Laurent Pelly, del que hemos disfrutado anteriormente algunas acertadas funciones en Madrid, como Hänsel y Gretel (2015), Falstaff (20019) y Viva la mamma! (2021). 

En el libreto original, un poeta se ve obligado a idear un argumento adecuado para una obra y se inmiscuye en la propia acción, manejando desde dentro los resortes de sus personajes. Un juego de ficciones especulares que remite no sólo al teatro de Pirandello, en pleno siglo XX, sino en última instancia a la gran novela de todos los tiempos: Don Quijote de La Mancha.

Escenario del Teatro Real antes de la representación de 'Il turco in Italia'
Escenario del Teatro Real antes de la representación de 'Il turco in Italia'
Adolfo Ortege

Laurent Pelly ha trasladado la acción al mundo de las fotonovelas de los años cincuenta, como fantasía interior de una Fiorilla que no para de leerlas tumbada en la hamaca de su jardín, mientras su marido la incordia manejando el cortacésped en el jardín y enredándola con la manguera de riego. 

De la imaginación fantasiosa de Fiorilla y del hartazgo de un marido que carece del mínimo atractivo, surge el personaje soñado del Turco, que defiende con impresionante voz y mucho sentido cómico Alex Esposito, envuelto en telas inmaculadas, como un bronceado Jeque Blanco felliniano, ridículamente impetuoso hasta la carcajada. El carácter bufo de esta obra se acrecienta al enmarcarse en el contexto de las fotonovelas, que siempre buscaban el encuadre enfático y las composiciones delirantes.

La gran soprano estadounidense de origen cubano-español, Lisette Oropesa, se presentaba como uno de los atractivos evidentes de estas funciones, pero una inoportuna gripe ha trastocado las ilusiones de los aficionados. De hecho, no pudo cantar el ensayo general previsto ni el estreno, y a día de hoy no se puede asegurar si podrá intervenir en alguna de las funciones que se extienden hasta el 12 de junio. En cualquier caso, su papel lo asumen las cantantes que conformaban el cast desde el inicio, combinando frescura y picardía: Sara Blanch y Sabina Puértolas. Ambas bordan sus papeles con brillantez.

Elenco de 'Il turco in Italia' tras el ensayo general en el Teatro Real
Elenco de 'Il turco in Italia' tras el ensayo general en el Teatro Real
Adolfo

Fiorella es un personaje que, como resaltaba en la presentación la propia Lisette Oropesa, supone casi un reflejo del propio Turco. Si él posee un harén en sus tierras, Fiorilla sale a escena reivindicando en su primer aria hacer uso de cuantos más amantes mejor, en una declaración ciertamente escandalosa para la época. Hay quien ha querido ver un trasunto del propio Don Juan en este desenvuelto personaje, y también ciertos rasgos dramáticos del Don Giovanni mozartiano en la música de un Rossini que, no en vano, admiraba sobre manera al genio de Salzburgo. ¡No se la pierdan! (Funciones hasta el 12 de junio).

2. Exposición. 'Escala: Escultura 1945-2000'

Vista de la exposición Escala: Escultura (1945 - 2000)
Vista de la exposición Escala: Escultura (1945 - 2000)
DOLO I.F.

La Fundación Juan March dedica una amplia exposición a la escultura de la segunda mitad del siglo XX, una selección de obras amparadas bajo el concepto de escala, precisamente para reflejar un momento de la historia del arte en que los artistas parecieron dejar a un lado la monumentalidad, desecharon el pedestal y comenzaron sus trabajos desde una perspectiva más íntima, de dimensiones reducidas. Quizás los efectos de la devastadora II Guerra Mundial produjeran cierto retraimiento, la búsqueda de un refugio seguro que inconscientemente marcara el punto de partida creativo.

La primera parte de la exposición, bajo el epígrafe de Recinto, descubre piezas como la de Alberto Giacometti, en la que una figura parece enjaulada en un espacio sin embago diáfano. Alguna obra destacable de Henry Moore y reproducciones del ámbito del hogar, resultan muy significativas de esa mirada interior surgida en la posguerra.

Alberto Giacometti. 'La jaula' (1950)
Alberto Giacometti. 'La jaula' (1950)
Colección Klewan

La medida preocupa a los artistas que plasmaron sus obras atendiendo a conceptos geométricos, jugando con las dimensiones de elementos reconocibles como la Escalera (1969) de Carel Visser. Un empinado camino al cielo que recuerda a las pirámides centroamericanas. Una colección de fotografías de John Hiliard plantea la idea de la ocultación parcial de la realidad para producir efectos dispares en el espectador, descubriendo paso a paso el contexto completo que asoma fraccionado.

En el recorrido pueden reconocerse conclusiones como el abandono del museo, pero también reflexiones artísticas que ligan la creación al concepto de instalación o de performance, en algún caso con un sentido lúdico evidente. También hallamos referencias matemáticas y geométricas en piezas que han de verse casi como un ejercicio de lógica. Siempre estimulantes las piezas reunidas bajo el apartado Progresión.

La arquitectura ha empleado la escala como elemento esencial en la exposición de sus propuestas, y no podía faltar en esta colección de la Fundación Juan March referencias artísticas nacidas bajo ese prisma, agrupadas en la sección Proporción.

En total se reúnen más de 70 artistas y 100 obras de tres generaciones y la muestra finaliza con una exposición al aire libre, aprovechando el espacio al que la Fundación ha dotado de vida en los jardines contiguos, recientemente inaugurados para albergar este tipo de manifestaciones. Destacan bellas muestras como la de El viento de Balos, de Martín Chirino, brotando de una superficie acuática.

Marín Chirino. El viento de Balos (1977)
Marín Chirino. El viento de Balos (1977)
Fundación Juan March

Un recorrido sugerente que incita a la reflexión, facilitada en este caso por el magnífico catálogo de la exposición, que incluye doce ensayos sobre otros tantos autores cruciales en este recorrido, además de poner en contexto esta muestra con la que en el año 1981 dedicó la Fundación a la escultura de la primera mitad del siglo XX. Se cierra de este modo el panorama de un siglo convulso, también en lo escultórico, con el impecable acabado de las exposiciones a que estamos acostumbrados en el espacio de la calle Castelló. Estará hasta el 2 de julio de 2023, con entrada gratuita.

3. Teatro. 'Cucaracha con paisaje de fondo'. Teatro QSF

'Cucaracha con paisaje de fondo' está en el Teatro Quique San Francisco
'Cucaracha con paisaje de fondo' está en el Teatro Quique San Francisco
Cedida

Cucaracha con Paisaje de fondo es una obra que causó sensación el año pasado en el Teatro Español y también en el Teatro Quique San Francisco donde ahora regresa hasta el 11 de junio. Escrita y dirigida por Javier Ballesteros, su excepcionalidad se basa fundamentalmente en la combinación de verso y prosa empleada en un texto de riqueza evidente, así como en la conjunción lograda por un elenco que tiene la función perfectamente ajustada de principio a fin, encontrando siempre el tono justo en cada pieza de este engranaje, para rubricar un ejercicio de verdadero virtuosismo interpretativo.

La acción transcurre en un balneario delineado con asepsia en la escenografía de Paco Chaves, casi como de un tablero blanco de ajedrez donde se mueven como peones los personajes, alrededor de una presencia perturbadoramente oscura, interpretada por María Jáimez . Chaves se alterna en el único papel masculino con el propio autor del texto, Javier Ballesteros, componiendo un personaje que casi actúa como demiurgo de un universo aislado y ciertamente enfermizo. Atrapadas como ratones de laboratorio, las mujeres internadas buscan solución a la angustia de no poder engendrar vida.

Un balneario es el escenario de 'Cucaracha con paisaje de fondo', de Javier Ballesteros
Un balneario es el escenario de 'Cucaracha con paisaje de fondo', de Javier Ballesteros
OLIVER ROMA

Esta comedia con tintes dramáticos comenzó a fraguarse en 2018, en el seno de una residencia artística donde la compañía Mujeres en obras profundizó en temas como la maternidad, la continuación de la especie y la extinción del ser humano. El fruto de aquellas jornadas ofrece personajes bien definidos, que muestran las aristas por donde pueden resquebrajarse al ser sometidos a presión. El ser humano que anhela algo tan esencial como su propia perpetuación puede admitir cualquier sacrificio o atropello.

Sin duda, Ballesteros ha conseguido plasmar en una dramaturgia audaz estos inquietantes asuntos, sin caer en un esquematismo aleccionador que habría resultado frustrante. Tan frustrante como en muchos montajes donde se incurre en ese error que vicia el teatro actual. El propio autor lo deja claro: "No hay mensaje ni moraleja. Son las preguntas suspendidas las que transforman a unos personajes que resultan más patéticos que heroicos"

El espectador asiste con asombro y delectación a una composición de altura literaria, un mecanismo colectivo donde no faltan referencias al espíritu clásico, encarnado en un coro similar al de las tragedias griegas. Plena de humor en fondo y forma, también es un homenaje a nuestro idioma y al teatro en verso que ha realzado nuestra cultura a lo largo de la historia, aquí acertadamente actualizado.

La obra ha sido galardonada con total merecimiento en la XXVI edición de los Premios Max como Mejor espectáculo revelación y Mejor autoría revelación. Estará en cartel hasta el 11 de junio en Madrid.

4. Danza. 'Corps extrêmes' de Rachid Ouramdane

Una imagen de Corps extrêmes del coreógrafo francés Rachid Ouramdane
Una imagen de Corps extrêmes del coreógrafo francés Rachid Ouramdane
Pascale Cholette

Teatros del Canal sigue siendo el epicentro de la danza contemporánea durante estas semanas de celebración de Madrid en Danzay para este sábado reserva la función Corps extrêmes del coreógrafo francés Rachid Ouramdane, director de Chaillot–Théâtre National de la Danse de París.

Ouramdane se ha convertido en uno de los coreógrafos internacionales más aclamados. Nacido en Nimes en 1971 de padres argelinos exiliados de su país, la condición del origen (el exilio, la violencia y la doble cultura en la que vive, africana y francesa) aparece en varias de sus piezas. En la infancia bailó hip-hop, otras de sus influencias conceptuales (por su expresión pública y su marca social).

En Corps extrêmes ha imaginado un paisaje sorprendente para una pieza de danza: un rocódromo, sobre el que se proyectan imágenes de la naturaleza, y por el que evolucionan acróbatas y practicantes de deportes extremos.

El espectáculo combina prácticas como la cuerda floja, el circo, la escalada y la danza, más una instalación videográfica que reproduce grandiosas vistas naturales. El resultado está por ver, pero resulta sugerente y aparentemente vistoso. Las coreografías aéreas buscan revelar la experiencia de sus participantes cuando intentan escapar de la gravedad, y siempre ofrecerán estampas desconcertantes.

Una imagen de la coreografía 'Corps extrêmes' de Rachid Ouramdane
Una imagen de la coreografía 'Corps extrêmes' de Rachid Ouramdane
Pascale Cholette

La fascinación por la idea de volar, de experimentar la ingravidez, componen la experiencia que ha concebido Rachid Ouramdane en Corps extrêmes. Será el sábado 3 de junio a las 20,30.

5. Plan de música clásica en el CBA y el Liceo de Cámara

La violinista Patricia Kopatchinskaja
La violinista Patricia Kopatchinskaja
Marco Borggreve

Dos jóvenes violinistas marcan las propuestas de música clásica para este fin de semana. En primer lugar, Patricia Kopatchinskaja llega al Liceo de cámara del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). En esta ocasión, ofrecerá un repertorio donde abordará obras de Leos Janácek, Johannes Brahms y Béla Bartók junto al pianista y compositor Fazil Say.

La pieza de Janácek nos ofrece un lenguaje absolutamente inconfundible y un eslabón en lo que será una de las producciones más personales, y en cierto modo excéntricas, de la música de ese siglo XX al que pertenece.

La primera de las dos que escribiera Bartók es una obra maestra sin paliativos y un ejemplo de lo más valiente de su creación. Por su parte, la obra de Brahms es la última de sus sonatas para violín, compuesta entre 1886 y 1888, y es también una cumbre en su género.

Alexandra Conunova actúa este fin de semana en el Círculo de Bellas Artes
Alexandra Conunova actúa este fin de semana en el Círculo de Bellas Artes
Cedida

También el domingo día 4, a las 19 horas, tenemos una segunda opción de música de cámara, en este caso en el Círculo de Bellas Artes. Será el último concierto de Círculo de Cámara de la temporada. Para este fin de fiesta, contaremos con otra violinista, en este caso la moldava Alexandra Conunova, que visita con frecuencia como solista las temporadas de las orquestas españolas, formando dúo en esta ocasión con el prestigioso pianista alemán Christian Zacharias para un concierto muy original.

Cada intérprete ofrecerá por separado una obra de Bach: Conunova, la Partita nº3, última de las seis célebres composiciones para violín solo del compositor; Zacharias, la Suite francesa nº2, construida también sobre los principios de la suite de danzas, pero nacida con intenciones domésticas.

Juntos, y como pilares estructurales de su actuación, el dúo tocará tres sonatas de Mozart, cerrando con la KV 454, compuesta en 1784, llamada Strinasacchi por la virtuosa italiana que la estrenó y que constituye una cima del género. 

6. Un plan con niños en Madrid: sesión de cine en la Filmoteca Española con 'El Príncipe de Egipto'

'El Príncipe de Egipto'(1998) es una película de animación de DreamWoks
'El Príncipe de Egipto'(1998) es una película de animación de DreamWoks
Cedida

La Filmoteca Española sigue dedicando las tardes del fin de semana a algunos de los títulos más destacables del cine infantil. En esta ocasión, será el sábado por la tarde cuando nos adentraremos en la historia del El Príncipe de Egipto, con una adaptación nada menos que del Libro del Éxodo, parte de La Biblia. En ella seguiremos la vida de Moisés, desde que era ese príncipe hasta su destino final dirigiendo la huida de los esclavos hebreos de ese país.

DreamWorks es hoy en día una de las grandes productoras de cine de animación, filial de Universal Pictures, pero nació nada menos que en 1994, impulsada por Steven Spielberg. A él se unió un ejecutivo que había abandonado Disney, Jeffrey Katzenberg; y David Geffen, el fundador del sello discográfico Asylum Records, donde por cierto se editó el último disco de John Lennon.

Spielberg reunió a los mejores artistas de animación de aquí y de allá para iniciar una aventura que dio como primer fruto la película Antz. Aquel film de 1998 tenía la particularidad de contar con artistas hiper conocidos para poner voz a sus personajes. También sucede así en El Príncipe de Egipto, en el que las voces de los personajes bíblicos fueron recreadas por figuras como Val Kilmer, Ralph Fiennes, Michelle Pfeiffer, Sandra Bullock, Jeff Goldblum, Danny Glover o Steve Martin algunos de ellos interpretando también las canciones de la película. Voces que podremos disfrutar porque la película se proyectará en el Cine Doré, en versión original subtitulada.

En el momento de la gestación de El Príncipe de Egipto, la referencia marcada quedó clara, en palabras del propio Steven Spielberg dedicadas a Katzenberg: "Debes hacer los Diez Mandamientos". Y eso parece la película exactamente, bajo un trabajo técnico que aún hoy en día, muchos años después de su creación, sigue resultando extraordinario.

La intención de la productora con esta obra, y en general como inicio de trayectoria, era hacer películas de animación que no fueran sólo para niños. En el caso de El Príncipe de Egipto, se trata de un drama que pretendía llegar fácilmente también a los adultos. En cierto modo, la directora de la película, Brende Chapman, buscaba huir del menosprecio que el cine de animación había tenido de EEUU hasta ese momento: "La animación en Estados Unidos siempre ha sido el hijo bastardo de la industria".

Adolfo Ortega
Colaborador '20minutos'

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universitat de València. Máster MBA en Gestión de Empresas e Instituciones Culturales por la Universidad Complutense de Madrid. Jefe de Proyecto en procesos de digitalización educativa y como Product Owner en proyectos de Tecnología Educativa y Producción de contenidos digitales, en Santillana. Implementación de una plataforma web de georreferenciación y digitalización de contenidos relacionados con la Historia de la Música Clásica, contando con apoyo del Ministerio de Educación y Cultura. He colaborado en el área de Cultura de diversos medios escritos y de radio, relacionado con música, teatro y cine.

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