El Partido Popular no se mueve un ápice del objetivo inicial con el que se presentó a las elecciones del 28M. Ni siquiera después de los resultados electorales y de comprobar que Vox sea decisivo en Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón y de quien Alberto Núñez Feijóo necesita de al menos su abstención en Baleares y Murcia. Según ha ratificado este lunes el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, los populares intentarán "hasta el final" conformar gobiernos en solitario. "Es nuestro compromiso y nuestra decisión de la que no nos vamos a salir".

Así lo ha afirmado después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, haya defendido la necesidad de constituir los gobiernos autonómicos antes de las elecciones generales del 23 de julio, asegurando que su formación tiene "la mano tendida" para hacerlo, con la única línea roja de "respeto" a sus votantes. A su juicio, "urge la alternativa" y ha instado al PP a aclarar qué camino quiere tomar. 

Y estos lo han tomado. Quieren ir por el sendero central. Solos, sin acompañantes. "Vamos a intentar hasta el último momento gobiernos solo conformados por el PP", ha insistido Sémper, quien también ha recordado que Génova ha dado total libertad a sus barones para negociar en sus territorios. No solo con Vox, sino con PSOE y las formaciones políticas que están en cada comunidad autónoma. Porque "no solo Vox está en estas variables", ha subrayado el portavoz.

De la misma manera que los populares toman distancia con la formación de Abascal, se emplean en evidenciar que es Pedro Sánchez quien está más cerca de los extremos. "El único partido que no quiere pactar con ningún ultra es Alberto Núñez Feijóo. El presidente Sánchez es capaz de pactar con ultras. ¿O es que Bildu no es un partido ultra? ¿O es que ERC no es un partido ultra?", se pregunta Sémper.

Así, frente a la campaña en negativo con que Sánchez encara el 23-J, los populares ofrecen otra en "positivo, propositivo y de ilusión". Es decir, "con intensidad, pero sin provocaciones" a las que auguran que Sánchez les someterá como, por ejemplo, con su propuesta de enfrentarse en un debate semanal hasta las elecciones generales que el PP ya ha rechazado. 

El objetivo final de los populares es que todas sus comunidades autónomas conquistadas y el futuro Gobierno de España que pretenden teñir de azul estén marcadas por la serenidad, la sensatez. "Es lo representamos nosotros y no vamos a renunciar a conformar gobiernos que den estabilidad. Creemos que es más factible y no nos vamos a desviar de este objetivo".