La negociación entre los funcionarios de Justicia y el ministerio de Pilar Llop, que comenzó el martes a las 12.30 horas, se ha convertido a estas alturas en un auténtico pulso. El secretario de Estado, Tontxu Rodríguez, dio la negociación por acabada entre las 20.00 y las 20.30 horas del martes, pero el comité de huelga no tira la toalla. Cinco de sus miembros permanecen desde entonces encerrados en la sala de reuniones del ministerio, dispuestos a pasar una segunda noche atrincherados en la calle San Bernardo. "Nos quedaremos hasta que el Gobierno se siente a negociar", señala el comité de huelga a 20minutos. 

El Ministerio de Justicia también se mantiene firme en su intención y no ve "indicios" de que se vaya a retomar la reunión. "Ya saldrán", comentan a este periódico fuentes cercanas a la ministra Llop. A lo largo de la mañana se han celebrado distintas concentraciones en Valencia, Granada, Badajoz, Almería y Madrid. 

Esta última ha tenido lugar en el número 45 de la calle San Bernardo, frente al edificio donde se han mantenido la mayoría de negociaciones que Justicia ha mantenido este año. Sin embargo, el equipo de Llop decidió el martes que la reunión se produciría en el número 21, también perteneciente al ministerio, de forma que la concentración se ha celebrado a unos 170 metros de la sala en la que aguarda el comité. Se prevén nuevas concentraciones este jueves ante el Ministerio de Justicia y el viernes ante la sede del PSOE en la calle de Ferraz.

Los sindicatos que representan al sector -STAJ, CSIF, CC OO y UGT- han emplazado ahora al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que nombre "a nuevos interlocutores" que sean capaces de aportar "soluciones y no problemas". "El presidente tiene que coger la batuta y nombrar interlocutores válidos, porque desde luego los de ayer ya no nos valen", ha señalado en este sentido Javier Jordán, del sector de Justicia de CSIF, desde la calle San Bernardo. 

Una sala de reuniones y una máquina expendedora

Según relata a 20minutos Luis Calero, portavoz del comité de huelga y uno de los sindicalistas encerrados en el ministerio, el Gobierno dio por finalizadas las negociaciones sobre las ocho de la tarde del martes. Habían pasado casi ocho horas de reunión con dos recesos a lo largo del día. Los funcionarios mantenían su exigencia de una subida salarial de entre 350 y 430 euros mensuales, pero aseguran que el ministerio solo se comprometía a negociar después de las elecciones. 

"Sobre las ocho menos cuarto", relata Calero, "el secretario de Estado, Tontxu Rodríguez, presentó una propuesta idéntica a la trasladada por la mañana". Es decir, la disposición de negociar tras el periodo electoral. "Se nos presentó como última oferta sin posibilidad de negociar", cuenta el portavoz. 

Ante el ultimátum de Justicia, los miembros del comité decidieron quedarse en aquella sala de reuniones, a excepción de dos que se tuvieron que marchar. Los otros cinco quedaron a la espera en aquella sala amueblada con "una mesa grande, un pantalla de videoconferencia y unos sofás que no valen para dormir". Con la fortuna de poder acceder a "una máquina de vending con sándwiches y Coca Cola". 

"Lo duro no es el encierro, es estar sin cobrar por la huelga"

Así han pasado la noche, hasta que esta mañana unos compañeros han traído al edificio "algo de avituallamiento" que los funcionarios han llevado "amablemente" a los cinco sindicalistas. "A las 10.30 horas hemos podido tomar un café", señala Calero. 

Según el portavoz, "los ánimos del comité están fuertes" porque cuentan con el apoyo del personal en huelga. La intención es aguantar allí cueste lo que cueste hasta que el ministerio mueva ficha, porque "lo duro no es el encierro, es estar sin cobrar porque estás haciendo huelga". 

Llegados a este punto, no solo reclaman que Justicia retome la conversación, quieren incluir también al Ministerio de Hacienda. "El equipo de Llop se ha mostrado incapaz de negociar. Como se habla de temas económicos, es mejor que esté Hacienda para dar autorización en el mismo momento en el que haya un acuerdo". Según pasa la tarde, los cinco portavoces sindicales mantienen su intención de esperar "el tiempo que haga falta" a unos interlocutores que no parecen tener intención de retomar ninguna negociación. 

Acusan a Justicia de "clasista" por rechazar el pacto

EP

A medida que las protestas de los funcionarios de Justicia se han ido endureciendo, el sector ha denunciado que el Ministerio de Justicia muestra una actitud "clasista" por negarse a subirles el sueldo a ellos, que representan el 93% de la plantilla del sector. Más aún cuando el equipo de Llop ha logrado llegar a dos acuerdos con los letrados de la Administración de Justicia y con los jueces y fiscales este mismo año. 

A principios de año, los letrados judiciales mantuvieron una huelga durante casi dos meses y acabaron consiguiendo subidas salariales de entre 430 y 450 euros al mes. El pacto sentó un precedente que llevó a los funcionarios y a los jueces y fiscales a reclamar aumentos retributivos.

Funcionarios de Justicia increpan al secretario de Estado a la entrada de la negociación con el Gobierno

Los primeros llevan protestando desde el pasado 17 de abril (en huelga indefinida desde el 22 de mayo), pero no han conseguido avanzar en la negociación. Los jueces y fiscales, por otro lado, lograron pactar con el Gobierno una subida salarial que supondrá el desembolso de más de 46 millones de euros al año.  

El adelanto de las elecciones generales ha sido la última piedra en el camino de los funcionarios, que desde entonces se enfrentan a una negociación complicada y a contrarreloj. En cuanto Pedro Sánchez anunció que las generales se celebrarían el 23 de julio, el Ministerio de Justicia señaló que la negociación con los funcionarios había perdido sentido.

Sin embargo, el jueves pasado los sindicatos amenazaron con presentar una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Supremo dirigida contra Pilar Llop y Tontxu Rodríguez por no convocarles a una mesa de negociación. Ese mismo día la cartera de Llop convocó a los representantes sindicales a la reunión de este martes. 

Ante un Ejecutivo que se desentiende por completo, los sindicatos aseguran que la proximidad de las elecciones generales no es impedimento para que el Gobierno llegue a un compromiso. En este sentido, recuerdan que en 2008 se llegó a un pacto con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero cinco días antes de los comicios.