Los residentes de la región ucraniana Jersón -tanto de las zonas controladas por Ucrania como las que se encuentran bajo dominio ruso- se enfrentan en las próximas semanas a una crisis sanitaria por la destrucción de la presa de Kajovka, cuyo impacto se extiende incluso al norte de Crimea, según estima el Ministerio de Defensa británico en su última evaluación del conflicto.
El colapso de la infraestructura, del que Kiev y Moscú se culpan mutuamente, ha "interrumpido gravemente" la principal fuente de agua potable de la península de Crimea, el Canal del Norte de Crimea, que recibe el agua a su vez del embalse de Kajovka.
Según Londres, el nivel del agua del embalse habría quedado desde el pasado viernes por debajo del nivel del mar, lo que imposibilita el flujo de la corriente hacia la península.
"Por lo tanto, las comunidades de ambos lados del río Dniéper se enfrentan a una crisis sanitaria ante el acceso limitado al agua potable, lo que provoca un aumento del riesgo de enfermedades causadas por su ausencia", estima el Ministerio de Defensa en su última valoración del conflicto, publicada en su cuenta de Twitter.
Latest Defence Intelligence update on the situation in Ukraine - 11 June 2023.
— Ministry of Defence 🇬🇧 (@DefenceHQ) June 11, 2023
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Como nota relativamente positiva, al menos en la parte rusa, Londres cree que Moscú está capacitado para cubrir relativamente las necesidades de la población en las zonas bajo su control, bien usando otros embalses, aplicando políticas de racionamiento, perforando nuevos pozos o bien entregando directamente agua embotellada.
El nivel del agua desciende un metro en 24 horas
El nivel del agua en la presa de Kajovka ha descendido un metro más en las últimas 24 horas hasta situarse en los 9,35 metros en el área de Níkopol, según informaciones de la empresa hidroeléctrica ucraniana Ukrhidroenergo.
El flujo de pérdida de agua está descendiendo, aunque la situación sigue siendo compleja y la evolución difícil de prever, apunta ese organismo, según refleja el portal Ukrinform.
En total, desde la voladura de la presa el nivel ha descendido más de siete metros. La tasa de drenaje media del sábado fue de 4-5 centímetros por hora, mientas que el día anterior había sido de 5-6 centímetros por hora.
Las autoridades ucranianas informaron el 6 de junio de la voladura de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, de 240 kilómetros de largo, lo que provocó la inundación de parte de las regiones de Jersón y Mykoláiv.
La situación es especialmente preocupante en lo que respecta a la planta nuclear de Zaporinya, la mayor de Ucrania, al haber descendido drásticamente el nivel de la presa que precisa para su refrigeración.
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