La situación dentro de las filas rusas se ha convertido en los últimos meses en un nuevo frente para el Ejército ruso. Las peleas entre el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y el líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, han pasado a la esfera pública; protagonizando acusaciones y momentos de fuerte tensión en el marco de la invasión a Ucrania. En el otro lado está la unidad especial chechena Ajmat, que ha cubierto las huellas de Wagner en aquellos lugares en los que estos se han retirado. Su líder, Ramzán Kadírov, lo tiene claro: pase lo que pase, combatirán junto a Rusia "hasta el final".
Este lunes, la unidad Ajmat ha sido uno de los primeros "grupos de voluntarios" que han firmado el contrato de servicios que el Ministerio de Defensa de Rusia ha obligado a todos aquellos que combaten junto a Rusia. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ordenó el domingo a todas las formaciones, que superan la cuarentena, suscribir los contratos antes del 1 de julio. El objetivo es conceder a estos grupos el estatus jurídico que les corresponde, igualándolo al de los propios soldados rusos: lo que incluye subsidios sociales tanto a ellos como a sus familias y mejorar la cooperación en el campo de batalla.
Para Oleg Lukin, analista de El Orden Mundial, el contrato le permite al Ministerio de Defensa "coordinar de manera efectiva y centralizada a los paramilitares; algo que antes no ocurría, como demuestran los episodios con Prigozhin".
¿Qué es Ajmat?
Las unidades especiales chechenas Ajmat reciben ese nombre en honor al padre del actual líder checheno y jefe de la Republica de Chechenia. Algunos de sus miembros provienen de los conocidos como Kadírovtsi, soldados de Kadírov, antiguos soldados de las guerras chechenas. Estas unidades voluntarias, que en un principio estaban comandadas por el propio Ramazán, han participado activamente en la guerra de Ucrania. En el transcurso de la invasión los miembros de Ajmat han participado en varias ofensivas, sobre todo al principio de la guerra. Kadírov estima en más de 70.000 los efectivos de todos los batallones y unidades de las estructuras militares y de seguridad de Chechenia. Las cifras de la unidad paramilitar Ajmat no está clara, ya que la información es escasa.
Los soldados chechenos han estado muy presentes en el conflicto en Ucrania, de hecho el propio Ramzán Kadírov dijo haber enviado a su hijos de 14, 15 y 16 años a luchar como voluntarios. Sin embargo, la presencia de Ajmat como unidad había dejado de tener relevancia tras los primeros meses de invasión. No ha sido hasta el comienzo del mes de junio cuando Kadírov anunció sus intención de volver a enviar a esta unidad a las ofensivas rusas en las regiones de Donetsk, Zaporiyia y Jersón.
"Sin esperar la ofensiva de Ucrania y la OTAN, comenzó la ofensiva de las unidades de Ajmat. Nos aburrimos de esperar. Los satanistas recibirán su merecido castigo", dijo Kadírov. Desde entonces combaten en la ciudad de Márinka, en las afueras de Donetsk, junto a las fuerzas regulares rusas.
Esta decisión se produjo tras el anuncio de Wagner de abandonar posiciones en Bajmut. En ese momento el líder checheno se mostró dispuesto a sustituir a los mercenarios del Grupo Wagner. Además, Kadírov ofreció a sus tropas para defender las incursiones en la región de Bélgorod, limítrofe con Ucrania. "De los terroristas que penetran en la región de Bélgorod podrían encargarse los destacamentos chechenos", dijo Kadírov, subrayando que para hacer frente a dicha amenaza no solo se necesita "experiencia militar, sino también antiterrorista".
¿Kadírov vs. Prigozhin?
La firma del contrato de servicios con el Ministerio de Defensa ruso este lunes por parte de Ajmat es también un mensaje que, según Lukin, "apunta a Prigozhin" e incide en la diferencia entre Ajmat y Wagner: "Mientras unos se somete al Ministerio de Defensa, otros se niegan a ceder", afirma.
El contrato ha sido suscrito por el subjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Alexéi Kim, y el comandante de Ajmat, Apti Alaudínov, que explicó que su unidad recibe ya la mayoría del armamento y de los equipos del Ministerio, por lo que consideró lógico regular jurídicamente dicha situación. "Es un guiño claro al vídeo de Prigozhin criticando la falta de suministro de armamento" durante los combates en Bajmut, dice el analista de El Orden Mundial.
Quién también mandó un mensaje tras la firma del acuerdo fue Alexéi Kim, que dijo "esperar que en el futuro, a la vista de la primera experiencia, que el resto de unidades voluntarias también firmen estos contratos". El líder de Wagner había afirmado este domingo que no se sucribiría a este contrato: "Esas órdenes y decretos que firma Shoigú se aplican a los empleados del Ministerio de Defensa y al personal militar. La compañía militar privada Wagner no firmará ningún contrato con Shoigú".
Mientras Prigozhin mantiene disputas casi semanales con el ministro de Defensa ruso y contra la cúpula militar del Kremlin, a quién acusa no querer recibirle, Kadírov, insiste en ocupar el hueco que deja Wagner. Además, en marzo de este año durante una reunión con Putin en Moscú aseguró que los militares chechenos desplegados en Ucrania combatirán "hasta el final".
Prigozhin también ha criticado duramente al jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov, que sostuvo que el grupo de mercenarios es una estructura independiente y "altamente efectiva". "Desafortunadamente, la mayoría de las unidades militares no tiene tanta eficiencia y precisamente porque Shoigú no puede manejar formaciones militares con normalidad", afirmó.
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