El verano está cada vez más cerca y con él llegarán como cada año las altas temperaturas. Para combatir la temida canícula, es habitual la utilización de aparatos de aire acondicionado. Con ellos, logramos mantener una temperatura óptima dentro de nuestros hogares y sofocar los rigores de la época más calurosa del año.
Esta práctica tiene como consecuencia un aumento inmediato en la factura de la luz, aunque el gasto se incrementará en mayor o menor medida en función de variables como el tiempo de uso o la eficiencia energética del aparato.
Sin embargo, existen alternativas tradicionales y eficaces en la reducción de la temperatura en interiores para evitar que se dispare tu recibo eléctrico durante los meses de verano por el uso del aire acondicionado.
Nos referimos a la instalación de toldos, lonas o cualquier otro sistema similar que permita hacer sombra y actuar así de barrera o pantalla frente al sol.
Un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que un toldo de alta densidad - unos 280 gramos por centímetro cuadrado- bloquea hasta en un 99% los rayos ultravioletas, contribuyendo así a "reducir la temperatura de una habitación entre 2ºC y 5ºC".
Esto nos permitirá poner al aire acondicionado a una temperatura mayor de la que tendríamos que fijar si no tuviésemos instalado un elemento para hacer sombra y reducir nuestra factura de la luz.
La OCU estima ese ahorro energético en un 10% sobre el consumo de energía de una vivienda. Pero este porcentaje puede llegar al 30% , según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Secretaría de Estado de Energía, de quien depende orgánicamente.
Para poner en cifras absolutas ese ahorro vamos a tomar de referencia la factura media de un consumidor con tarifa regulada en el mes de agosto del año pasado, que ascendió a 130,99 euros, según los cálculos de la OCU. En ese caso, con la instalación de un toldo en un piso que no tuviese el recibo podría reducirse hasta unos 39 euros.
¿Qué tipo de toldo debemos elegir?
Desde la citada asociación de consumidores afirman que para elegir el toldo adecuado hay que tener en cuenta las características de la casa y, sobre todo, el espacio que se pretenda cubrir, ya que dependiendo de si se trata de una ventana, un balcón, una terraza o un jardín cambia el modelo y las dimensiones.
Por ejemplo, para ventanas pequeñas, la OCU sugiere instalar un toldo enrollable, extensible y con brazos articulados que se van plegando a medida que se recoge la tela, hasta quedar prácticamente escondido, lo que permite ahorrar espacio en la fachada.
Por contra, para cubrir áreas mayores son recomendables los toldos de telón, que "con brazos abatibles colocados en el tubo de caída del toldo y fijados a la barandilla" sirven tanto para ventanas como para balcones y permiten colocar la tela en dos posiciones, vertical o proyectada.
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