Podemos deja vía libre a Sumar para diseñar su campaña y Díaz apura para cerrar las listas

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la líder de Podemos, Ione Belarra.
Las líderes de Podemos y Sumar, Ione Belarra y Yolanda Díaz.
EFE
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la líder de Podemos, Ione Belarra.

Queda poco más de un mes para las elecciones y tres semanas para que comience la campaña electoral, y Sumar comienza a prepararse para encarar el que será su siguiente frente interno: el diseño de la campaña electoral. Una vez cerrada -no sin heridas- la negociación con los partidos sobre las listas, cuya composición final se registrará este lunes a más tardar, la formación que lidera Yolanda Díaz tendrá que ponerse de acuerdo con los partidos que integran su coalición para conseguir encajar el calendario de actos. No obstante, el enfoque de la campaña y el diseño de los mensajes que ofrecerá Sumar será cosa de Díaz y los suyos y, este sábado, Podemos confirmó que no tiene intención de intentar influir en ellos pese a las notables diferencias que mantiene con su candidata.

Sumar y los partidos que componen su alianza aún no han entrado en profundidad a diseñar la campaña electoral. La última semana la han pasado dando los últimos retoques a las listas y la candidatura, enfangados en labores pesadas y poco visibles como elegir a los integrantes de las candidaturas que ocuparán puestos que no tienen opciones reales de obtener escaño. Pero el tiempo no sobra: la campaña empieza el día 7 de julio y, visto lo que costó acordar el reparto del peso de cada partido, también hará falta una labor de encaje de bolillos para elaborar el calendario con todos los partidos y candidatos.

Sin embargo, desde el principio todas las formaciones que concurrirán encuadradas en Sumar a las elecciones han asegurado que tienen la intención de dejar que Díaz y su equipo comanden tanto el diseño de la campaña como el discurso político de la misma. De hecho, en los últimos días la vicepresidenta y su nueva mano derecha, el portavoz Ernest Urtasun, ya han dado pistas de por dónde quieren que vaya esa línea discursiva: "No vamos a alentar el miedo, nosotros haremos una campaña con un proyecto de país y nuestra campaña va a ser en positivo", señaló hace unos días el propio Urtasun en una entrevista. Y Sumar ya ha dado a conocer sus primeras propuestas económicas, entre las que se cuentan, por ejemplo, la adopción permanente del impuesto a las grandes fortunas.

Esa intención responde, entre otras cosas, a que Díaz considera ―como últimamente lo hace también el PSOE― que el miedo a Vox no moviliza a un electorado que ya ha normalizado la presencia de la extrema derecha en las instituciones. Pero choca frontalmente con el enfoque de la última campaña de Podemos, en la que ha estado muy presente la caracterización de PP y Vox como representantes de "un poder ultrarreaccionario" que están dispuestos, incluso, a dar "golpes de Estado", en palabras del ex secretario general morado, Pablo Iglesias, durante un mitin en Palma el pasado mayo.

Pese a ese abismo que media entre uno y otro discurso, fuentes de Podemos aseguraban al inicio de las negociaciones con Sumar, hace un par de semanas, que no tenían ninguna intención de cuestionar el enfoque de campaña de Díaz. Y, este mismo sábado, los morados dieron un paso atrás: no solo renunciaron a seguir dando públicamente la batalla para incluir a su número dos, Irene Montero, en las listas de Sumar, sino que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, confirmó que el partido no va a "marcar la estrategia de campaña" de la coalición de las izquierdas a la izquierda del PSOE.

"Podemos asume su papel"

"A partir de este momento, Podemos asume su papel en esta candidatura, un papel modesto; no vamos a marcar la estrategia de la campaña, y nuestro trabajo debe ser ponernos tras Yolanda Díaz y estar allí donde se nos pida", planteó Belarra durante la reunión del Consejo Ciudadano morado, su máximo órgano entre congresos. No obstante, tras las durísimas conversaciones que han tenido lugar para diseñar las listas electorales y, especialmente, tras el veto a Montero, está por ver si los morados aceptan que se invisibilice en todos los actos a quienes los morados han calificado como su principal "referente". 

Este sábado, de hecho, Belarra prometió a la titular de Igualdad que su organización "nunca" le va a "soltar la mano", y la propia Montero se mostró dispuesta a seguir en política para, entre otras cosas, no "aceptar las reglas de la reacción y la ultraderecha" que, dijo, quieren acabar con ella como representante del feminismo. Podemos, no obstante, no ha aclarado qué tareas asumirá ahora Montero, una vez ha quedado fuera de las listas electorales para el Congreso, al igual que ha ocurrido con otros dirigentes que, a diferencia de la número dos morada, sí han sido muy próximos a Díaz en los últimos meses, como Jaume Asens (Catalunya en Comú), Juantxo López de Uralde (Alianza Verde) o Antón Gómez Reino (Galicia en Común).

Con ese panorama, los próximos días deben servir para que Sumar y el resto de los partidos vayan definiendo tanto las líneas maestras a nivel discursivo de la campaña como el calendario de actos. También será en estos días en los que tendrán que despejarse varias incógnitas: en cuántos actos de campaña participará Podemos, cómo se implicará Díaz en aquellos territorios en los que las listas están encabezadas por dirigentes morados -los que más se han quejado por su peso en las candidaturas- o qué dirigentes acompañarán a Díaz en los actos centrales de la campaña.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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