La Feria del Libro más importante de España, la de Madrid, ha cerrado con datos contradictorios su edición número 82, donde un hecho ha destacado por encima de todos: de los 17 días que ha durado, la lluvia ha hecho acto de presencia en 12, lo que la convierte en la edición más lluviosa desde 2000.
Esta circunstancia climatológica puede ser lo que ha propiciado una bajada importante en el número de visitantes acreditados por la organización de la Feria: 1.213.000 personas, cuando en 2022 el número superó los 3 millones.
Aun así, según los datos facilitados por la Feria del Libro de Madrid, el volumen de negocio ha aumentado respecto al pasado año un 9,6%. En total, se han vendido 600.000 volúmenes y el negocio se ha situado en 11.188.000 euros. La información se ha podido obtener de los datos aportados por los propios expositores que han sido consultados por la organización en tres oleadas a lo largo de los 17 días.
Desde 1999 no se facilitan los títulos más vendidos, para evitar tensiones entre autores y editoriales. Sin embargo, sí se sabe que este año, el tema central en torno al que giraba esta edición, la Ciencia, se ha visto reflejado en un aumento de las ventas de títulos de divulgación científica.
También las tradicionales firmas han proporcionado exitosas cifras: un total de 4195, repartidas entre 1825 autoras y 2370 autores. Estos momentos, los que facilitan la conexión y comunicación entre lectores y autores han sido los que más anécdotas han generado.
Por ejemplo, Ana García Obregón, que es coautora del libro El chico de las musarañas con su hijo fallecido Aless, clausuró la Feria con una concentración de gente incontrolable para las personas que velaban por la seguridad de la actriz. Así, consiguió llegar a su caseta entre bandazos y empujones. Para firmar nada más que 150 libros, lo que frustró mucho al público que llevaba horas esperando.
Eva García Saénz de Urturi, una de las más solicitadas, tuvo que interrumpir sus sesiones por una inesperada tendinitis, que le apareció precisamente al poco de comenzar a firmar ejemplares de El ángel de la ciudad, su última novela.
Blue Jeans fue de los escritores que más veces acudió a firmar: un total de 11, con filas que se desbordaban cada vez que acudía. Javier del Castillo rompió récords de firmas con El cuco de cristal, su último thriller. También Carmen Mola, con La Bestia y Las Madres concentraron nueve firmas durante los tres fines de semana que duró la Feria y a mareas de personas deseosas de su autógrafo.
Elia Barceló, que ha publicado recientemente Amores que matan, también aglutinó a muchos lectores que querían saludar a la autora del pelo morado. Los autores infantiles y juveniles han sido de los más solicitados, en particular los ilustradores, lo que demuestra un crecimiento de los índices lectores entre los más jóvenes.
Otros escritores muy seguidos han sido Alice Kellen, con Donde todo brilla, Luz Gabás y su Lejos de Luisiana, y la joven Inma Rubiales, con El arte de ser nosotros.
Este año la reina Letizia no la inauguró, por la cercanía de los comicios municipales, pero sí acudió, como es su costumbre en una visita privada. Allí entablo contacto con una caseta LGTB y feminista, Mary Red, donde compró después de mirar mucho El fin de la novela de amor, de Vivian Gornick, periodista estadounidense considerada una referente del movimiento feminista de los años 70. La monarca se llevó varios ensayos de otras editoriales, su género favorito como lectora, y se hizo fotos con muchísimos paseantes.
También visitó la Feria otra asidua, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que preguntó a muchos libreros antes de decidirse por sus adquisiciones.
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