Barcelona

El giro de guion de última hora de los Comunes y del PP marca un pleno de investidura de Collboni muy tenso

El nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, sosteniendo la vara de mando.
VICTORIA ROVIRA

Como en las series que actualmente triunfan en las plataformas de televisión de pago, en la ceremonia de constitución del Ajuntament de Barcelona, ha habido mucho ‘plot twist’, giro de guión, como se decía antes. Por la mañana, todo hacía pensar que el candidato de Junts Per Catalunya, Xavier Trias, sería elegido alcalde.

El que ya fuera alcalde entre 2011 y 2015, había llegado a un acuerdo in-extremis con Ernest Maragall, y los Comunes habían manifestado que no aceptaban ningún escenario en cuya ecuación entrase el PP de Daniel Sirera y sus otros tres regidores con acuerdos de gobernabilidad, por lo que la elección de Xavier Trias como alcalde parecía cantada.

El primer ‘plot twist’ del día ha sido el comunicado de los Comunes a última hora de la mañana anunciando que votarían a favor del candidato socialista, Jaume Collboni, independientemente de lo que hiciesen los cuatro regidores del Partido Popular. Esta circunstancia, tan solo aseguraba 19 votos de los 21 que el socialista necesitaba en primera vuelta, por lo que el suspense estaba asegurado a la espera de lo que hicieran los de Daniel Sirera.

Los Populares no abrían la boca, pero pocos minutos antes de empezar el pleno de constitución de la corporación municipal, la situación parecía clara. Malas caras entre los de Trias y ligeras sonrisas entre los socialistas. Los de ERC, y sobre todo Ernest Maragall, no ocultaban su contrariedad.

Un primer dato indicativo de lo que estaba a punto de pasar es que los Comunes y el PP retiraban su candidatura, por lo que no se podían votar a sí mismos. ERC también. pero ya se sabía por el pacto que votarían a Trias.

Al final, como en Eurovisión, todo se ha resuelto con las votaciones. Tras introducir los nuevos regidores sus papeletas en la urna, el regidor socialista Albert Batlle, presidente de la mesa de edad, que por cierto, ha puesto de manifiesto que dos de los candidatos le superaban con creces en edad, ha iniciado el recuento. Todo quedaba a la espera de si se superaban los 19 votos por parte de Jaume Collboni, los de sus grupo, 10, y los 9 escaños de los Comunes.

El recuento no ha estado exento de emoción. Con 18 votos a favor de Collboni, Trias ha sumado tres consecutivos, y se podía dar una nueva remontada, como la de la noche electoral. Sin embargo, acto seguido ha caído el voto 19 para Collboni, y el 20, por lo que se comprobaba que el PP finalmente votaba a favor de la investidura del candidato socialista. Y no lo ha hecho solo con los dos necesarios, sino que sus cuatro regidores han votado a favor de Jaume Collboni como alcalde llegando hasta los 23.

En los parlamentos posteriores. El número uno de los populares en el Ajuntament, Daniel Sirera, ha justificado su voto afirmando que han apoyado a “un alcalde que no es separatista”. También ha manifestado que “no ha sido fácil dar el apoyo a un alcalde socialista”, pero que cumplía su palabra de no permitir que los Comunes entrasen en el gobierno municipal, por lo que esperaba que “las palabras sean cumplidas”.

Tras asegurar que “Colau ya es historia”, Sirera esbozó las condiciones ha había impuesto a Collboni para su apoyo, entre las que se encuentran la ampliación del aeropuerto, revertir la moratoria de hoteles, la reserva del 30% por ciento para vivienda social, abandonar la turismofobia o la lucha contra el vehículo privado.

Daniel Sirera también remarcó que había “hablado con Trias, y lo que he escuchado no me ha gustado”, en referencia a que, según el líder del PP en Barcelona, Trias había hecho un pacto con ERC para hacer un “frente común contra el futuro gobierno del PP”.

Por su parte, el candidato de ERC, Ernest Maragall, lamentó que lo que había pasado en el pleno era un ejercicio “frío, descarnado y explícito del poder por encima de cualquier poder democrático”. Ha calificado la ceremonia de “espectáculo indigno” y ha señalado que enseñarán el pacto que habían alcanzado con Trias para poder compararlo con las cesiones que Collboni haya hecho ante el PP. Maragall ha remarcado que el pacto logrado con Trias significaba “cambio, progreso, y bienestar”.

Otra de las protagonistas de la tarde, ha sido Ada Colau y el cambio de rumbo en el último momento de su partido, Barcelona En Comú. En primer lugar, ha querido asegurar que “no hemos participado en ningún pacto. Vamos directos a la oposición, no porque lo diga el PP, sino porque así lo han decido nuestros órganos de dirección”. 

Colau ha justificado su decisión explicando que Trias “solo quería revertir todo lo que habíamos hecho nosotros. Comprenderá que nuestro voto no podía ser para él”. La ya exalcaldesa ha querido remarcar que el partido de Trias, Junts Per Catalunya, “ha votado en contra de la regulación de los alquileres”.

Ada Colau ha seguido insistiendo en lograr un pacto de izquierdas para gobernar la ciudad, en el que esté incluida ERC, y al mismo tiempo, ha recordado al ya alcalde de Barcelona, Jaume Collboni le habían ofrecido su apoyo “pero sin entusiasmo. Hemos votado el mal menor”. Sin embargo ha recordado que el consistorio tiene 24 regidores de izquierdas, y que como es imposible gobernar la ciudad con 10 regidores, según Colau, “a quien ocupa la alcaldía le pertenece liderar el objetivo de lograr un pacto progresista”.

La intervención de Trias se ha movido entre la reflexión política y la emocional. Ha empezado admitiendo que “me había preparado un discurso de alcalde, pero no soy alcalde”. Después de reivindicar la elegancia en la derrota, no ha eludido la contundencia recordando que “es la tercera vez que pasa esto”, en referencia a cuando le inventaron unas cuentas con 12 millones de euros en Suiza, por lo que según él, perdió las elecciones en 2015; y al apoyo de Valls a Colau en 2015, que Trias afirma que fue una operación urdida por Collboni, de la misma manera que Trias considera que se ha gestado el apoyo del PP a su candidatura en este pleno.

El tono de Trias ha ido subiendo y ha asegurado que “Sirera hace un mal favor al país” y que “esto pasa porque hacen tonterías”. Manifiestamente molesto con la situación, Trias ha comentado que a los regidores que han apoyado a Collboni “les da vergüenza mirarme a la cara”, y ha confirmado que deja el Ajuntament espetando un sonoro “!Que us bombin a tots", algo así como un “A freír espárragos”.

En su primera intervención como alcalde, Jaume Colboni, aseguró que “la puerta de la alcaldía está abierta para todos, excepto para la extrema derecha”. Y tras haber cruzado la plaza de Sant Jaume para ser recibido por el presidente de la Generalitat. Pere Aragonès, tuvo que escuchar por parte del jefe del ejecutivo catalán que ha sido “elegido por dos formaciones que tienen dos modelos de ciudad muy diferentes” porque es la “sombra de un acuerdo de dos partidos que se ha hecho desde Madrid”.

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