El truco casero para dejar la rejilla del horno como nueva
- Con detergente, con bicarbonato de sodio ¡o con mantequilla! Limpiar la rejilla del horno nunca ha sido más fácil y económico.
La limpieza del horno puede ser una tarea tediosa, especialmente cuando se trata de la rejilla. Con el uso continuo, esta parte del horno tiende a acumular grasa, residuos de alimentos y suciedad que parecen imposibles de eliminar.
¿Te gustaría dejar la rejilla del horno como nueva sin gastar mucho dinero? En este artículo vamos a sugerir algunos trucos caseros muy sencillos y efectivos para limpiar la grasa y la suciedad que se acumula en la rejilla del horno. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo!
Método tradicional: jabón lavaplatos
Esta técnica, la más habitual, se debe realizar introduciendo la rejilla del horno en la bañera, fregadero o un recipiente suficientemente grande con agua caliente y una generosa cantidad de jabón para platos o un desengrasante.
Deja la rejilla sumergida reposar durante una hora, para que afloje la grasa y la suciedad incrustada. Después, solo tendrás que frotar vigorosamente con una esponja, enjuagar y secar.
Vinagre y bicarbonato de sodio
El vinagre y el bicarbonato de sodio son dos productos naturales que tienen muchas propiedades beneficiosas para la limpieza. El vinagre es un desinfectante y desodorizante natural que elimina las bacterias y los malos olores. El bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que ayuda a eliminar las manchas y la grasa sin dañar las superficies.
Para usar este truco y dejar la rejilla como nueva, espolvorea bicarbonato de sodio sobre toda la superficie, cubriendo bien las zonas más sucias. A continuación, rocía vinagre de limpieza sobre el bicarbonato de sodio y deja que la mezcla reaccione unos minutos. Verás que se forma una espuma y cómo se despega la suciedad.
Finalmente, frota la rejilla con una esponja y enjuaga para eliminar el vinagre, el bicarbonato y la suciedad que habrán disuelto.
Mantequilla
¡Cómo lo lees! Este método para limpiar la rejilla es un truco popularizado en redes sociales y resulta increíblemente efectivo.
Tan solo debes untar la rejilla en mantequilla (también puedes usar aceite), tras haber estado el horno en funcionamiento. Como la rejilla seguirá caliente, usa un trapo o una servilleta para extender el producto y evitar quemaduras. Luego introdúcela de nuevo en el horno que aún mantendrá calor residual.
Gracias a este calor, la mantequilla o el aceite disolverán la suciedad incrustada. Deja que actúe unos breves minutos, y luego retira la mantequilla con un estropajo de metal.
Después solo tendrás que enjuagar para eliminar la capa grasienta. La rejilla recuperará brillo y habrá quedado como nueva con este sencillo truco.
Recuerda que es importante mantener la rejilla limpia para garantizar un entorno culinario higiénico y saludable y utiliza cualquiera de estos trucos caseros para evitar la acumulación de grasa y suciedad.