España recibirá unos 81 millones de euros de la reserva agrícola de la UE para tratar de hacer frente a los estragos de la sequía, tal como ha calculado el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. El país es uno de los más afectados de Europa por este fenómeno y forma parte del total de 22 Estados miembros que tendrán acceso a estos fondos. "Es importante que nos llegue y lo podamos distribuir lo antes posible a los agricultores y sectores agrarios", aseguró Planas, que ve esto como una excelente noticia.

El paquete, que se propondrá a los ministros este lunes en Luxemburgo, consta de los 250 millones que restan de la reserva agrícola para este año además de otros 80 millones adicionales procedentes del presupuesto de la Unión Europea. Por lo tanto, la ayuda total que prevé poner sobre la mesa la Comisión Europea es de 330 millones de euros; así, España recibirá una cuarta parte.

El ministro Planas ha resumido también que España ya ha puesto en marcha más de 700 millones para apoyar a los agricultores de las zonas más afectadas por la sequía, y a eso se sumará ahora el respaldo que llegue desde Bruselas. Desde la UE ya se ha dado una primera partida de 56,3 millones para agricultores polacos, búlgaros y rumanos. "Como recordarán, movilizamos desde el Gobierno de España 784 millones de euros, una parte de ellos en ayudas directas, otros en bonificación de seguros agrarios, otros en medidas de liquidez", apuntó el ministro.

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Además, hay una segunda, aún pendiente de aprobación, de otros 100 millones de euros para los cinco países colindantes más afectados por el incremento de importaciones de grano de Ucrania, como son Hungría, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia. Estos, en su momento, vetaron la entrada de cereal ucraniano para no perjudicar a los agricultores nacionales.

"De confirmarse en su momento por la aprobación de este reglamento correspondiente, seríamos el primer país perceptor de la Unión Europea. Es una excelente noticia que, evidentemente, hoy pasa la primera fase", recordó el ministro sobre la aportación a España, aunque matizó que la aprobación final se dará "en los próximos días o semanas". El Gobierno, en general, es optimista. "Vamos a continuar trabajando en los próximos días y en las próximas semanas para alcanzar el máximo consenso en la distribución de esos fondos para nuestros agricultores y ganaderos", terminó Planas.

Europa es el continente que más rápido se calienta, según el último informe del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus, publicado el pasado mes de abril, y ya en 2022 los registros no tuvieron precedentes, ni en lo que se refiere a los niveles de calor ni tampoco a los relativos a la sequía. Ahora el 2023 va por el mismo camino.

Entre las conclusiones Copernicus destaca que "Europa vivió el segundo año más cálido desde que hay registros" y que, debido a las olas de calor extremas de los meses estivales, "el sur de Europa registró el mayor número de días con 'estrés térmico muy fuerte' jamás registrado". También se observa una tendencia a la baja en el número de días "sin estrés térmico". El problema está en que no se trata de algo puntual, sino que parece que la tendencia se va a mantener, al menos, en los próximos meses.

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Fernando Morales de Rueda, investigador del Departamento de ecología en la Universidad de Granada sobre Gobernanza en la restauración de bosques y co-chair del Generation Restoration Youth Hub promovido por el Foro Económico Mundial, explicó en su momento a 20minutos que "es normal o no según se contemple. Sí era esperable porque la ciencia ya ha trazado proyecciones climáticas y para 2100 toda la península ibérica estará amenazada por la sequía". Además, añade, es una historia que se va a repetir casi irremediablemente: "Se podrá dar en los próximos años incluso aunque se tomen medidas drásticas. Aún con eso el proceso de calentamiento global seguiría en marcha. Hay caminos que una vez que toman una inercia ya no se pueden parar".

"A medida que se llega a puntos de inflexión no se trata simplemente de mitigar sino de adaptar", prosigue Morales de Rueda, que recuerda que la trayectoria en la que está Europa (y el mundo en su conjunto) "se inicia hace 200 años como punto de arranque con las revoluciones industriales". ¿Por qué? Porque "los recursos de la naturaleza entonces satisfacían la demanda con creces. A medida que hemos ido desarrollándonos y especialmente con el crecimiento poblacional hemos ido sobrepasando ciertos límites. En el caso del agua estamos muy, muy cerca de sobrepasar ese límite".