¿Qué aspectos positivos extraéis de la Ley Trans?Los derechos que se han conseguido y celebramos en este orgullo es que ser trans ya no se considera ni enfermedad ni trastorno mental; no se precisa la validación de un médico, psicólogo, juez o forense para ser reconocido en un género; se facilita el trámite de rectificación registral de género para mayores de 14 años y deja de ser obligatorio cambiar el cuerpo o apariencia. 

Sin embargo, la ley ha dejado fuera diferentes derechos que también pedíamos y que reivindicamos este año: no se contempla en la normativa la rectificación registral a menores de 12 años; los menores de 12 y 13 años tienen que recurrir a juicio y es un procedimiento horrible para chiques de esa edad porque se sienten cuestionados. También han quedado fuera las personas no binarias, las personas migrantes (aunque se las nombra en la ley, tienen que ser reconocidas en su país de procedencia) y las personas intersex, a quienes se permite no asignarles género en su partida de nacimiento durante un año.

¿Qué recomendarías a aquellas familias que acaban de enterarse de que su hije es trans?Que no tengan miedo. Casi todas las familias hemos pasado por el miedo inicial pero ni es bueno ni es necesario. Muchas veces las situaciones nos sorprenden y todo resulta más sencillo de lo pensado.

¿Qué herramientas tiene la población más joven para buscar ayuda y a qué recursos puede recurrir la familia para apoyarles?Cada vez nos encontramos con entornos más abiertos. Algunas personas lo llevan con total naturalidad, sin precisar un apoyo especial. Pero las personas que han sido negadas, aisladas o rechazadas, pueden encontrar ayuda en las instituciones y en las entidades sociales.

¿Por qué es esencial contar con la aceptación del entorno más cercano?Es algo que ocurre en general, no solo a las personas trans. Cuando te falta el apoyo de tu entorno, se vive la experiencia de una forma mucho más solitaria y angustiosa; algunes se plantean si están haciendo algo mal. De hecho, hay un estudio que indica que las personas trans mejoran drásticamente su salud mental en un 60% si son acompañadas por un único individuo.

Desde el ámbito educativo, ¿qué medidas se pueden llevar a cabo para erradicar los delitos de odio contra el colectivo?Dar formación en diversidad e inclusión en los centros, pero priorizando el claustro. Si no sucede así, difícilmente lo van a poder transmitir. Normalmente nos encontramos más problemas entre el profesorado o las familias que en alumnado.

¿Es importante tener referentes trans?Mucho. Cuando alguien va a emprender un camino poco habitual, necesita ver a otras personas que ya lo han iniciado. Alguno de nuestros hijes ha manifestado tener miedo porque los únicos referentes eran personas dedicadas a la prostitución o con un aspecto con el que no se identificaban. También las familias necesitamos referentes para superar ese miedo de cómo será su vida o si podrán realizar sus sueños. En Chrysallis hacemos fichas para que no les siga ocurriendo y todes puedan verse reflejadas en figuras de uno u otro ámbito.

¿Crees que la sociedad está realmente concienciada con el significado de la diversidad familiar?Vivimos en una sociedad polarizada. Se nos ha señalado como enemigos de mujeres, niños, familia, naturaleza y no sé cuántas barbaridades más. Al igual que la homosexualidad pasó su época ilegal, se trató como enfermedad que se tenía curar y, finalmente, fue aceptada; la transexualidad sólo puede seguir ese mismo camino, aunque sea más lento.