Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el dueño de una vivienda cuando la alquila es que el inquilino deje de pagar las mensualidades. Se inicia así una disputa en la que el casero busca que el moroso abandone la casa cuanto antes sea posible.
Existe una herramienta, el requerimiento de pago, que consiste en recordar al inquilino deudor su obligación de afrontar la renta y fomentar la prontitud en el pago, tal y como recoge el portal Idealista.
Es el primer paso a realizar cuándo se producen los impagos y sirve para intentar solventar la situación de forma amistosa y extrajudicialmente. La mejor forma de hacerlo es mediante burofax, para que quede constancia.
En este documento debe aparecer el importe total que el inquilino moroso adeuda al propietario y el plazo para pagarlo, que normalmente es de un mes.
Estas son las principales ventajas del requerimiento:
- Sirve como aviso al inquilino, pudiendo resolver la situación sin llegar a juicio.
- Es una prueba del incumplimiento del contrato por parte del arrendador y servirá para el posterior juicio.
- Asegura al propietario la continuación del procedimiento de desahucio, no pudiendo el inquilino enervar la acción.
- Es fundamental para reclamar los intereses moratorios durante los impagos.
¿Qué debe incluir el requerimiento?
- Datos del propietario.
- Datos del inquilino.
- Datos del contrato de alquiler (fecha e información sobre el inmueble).
- El dinero que se le debe.
- El plazo para pagar las cantidades adeudadas.
- La firma del propietario.
Requisitos para que sea válido:
- El requerimiento de pago de alquiler debe ser escrito, no es válido un requerimiento verbal.
- Debe contener una clara identificación del arrendador y del arrendatario. Esto incluye los nombres y apellidos, el DNI y la dirección de ambas partes.
- Debe indicar claramente los detalles del contrato de alquiler que se está incumpliendo, incluyendo la fecha de inicio, la duración y las condiciones de pago. Debe especificarse la cantidad que se adeuda y por qué.
- Es necesario desglosar las cantidades adeudadas, incluyendo el alquiler, los gastos comunes y cualquier otra cantidad que se deba según el contrato de arrendamiento.
- Se debe indicar un periodo razonable para que el inquilino pague la deuda, que suele ser de un mínimo de 30 días.
- Tiene que ser notificado al arrendatario por medio fehaciente que deje constancia de la recepción del mismo. Puede ser por burofax, notario o cualquier otro medio que permita constancia de la recepción.
- El requerimiento de pago debe reflejar las consecuencias del impago, que puede incluir el desahucio y la reclamación judicial de las cantidades adeudadas.
En el caso de que, pasados 30 días desde la recepción del requerimiento de pago, el inquilino no conteste ni pague las cantidades adeudadas, el propietario podrá interponer una demanda y empezar el proceso de desahucio.
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