Francia en llamas: la ola de disturbios paraliza el país, la Policía habla de guerra en las calles y ciudades imponen toque de queda

La muerte de Nahel, el menor de 17 años que fue abatido a tiros el pasado martes en la ciudad francesa de Nanterre por un policía que trataba de detenerle por conducir sin carnet, continúa generando fuertes protestas en todo el país. Este viernes supone la tercera jornada consecutiva de fuertes disturbios, lo que ha obligado a las autoridades a implementar toques de queda en algunas ciudades y un gran despliegue de efectivos que contará con 45.000 agentes. 

Los altercados se han saldado ya con más de 500 edificios públicos y 1.900 vehículos incendiados. Además, al menos 875 personas ya han sido detenidas, la mayoría de entre 14 y 18 años, y más de 250 agentes han resultado heridos. No obstante, los incidentes no han hecho más que recrudecerse, y la ciudad de Estrasburgo se ha llevado la palma. 

Estrasburgo se lleva la peor parte 

Los disturbios más graves han tenido lugar en la ciudad de Estrasburgo, que a lo largo y ancho de sus calles ha sufrido múltiples altercados y ataques a diferentes comercios. Así pues, una tienda Apple situada en la plaza Kleber fue asaltada a mediodía por parte de un grupo de jóvenes.

"Rompieron dos de las ventanas y vimos grupos de jóvenes que entraban y salían tratando de robar diferentes productos", relata uno de los trabajadores de las tiendas cercanas. Como consecuencia, la policía "intervino con gases lacrimógenos", provocando "escenas de pánico", según informó France Bleu. 

En esta misma ciudad, la Ópera Nacional de Haut Rhin también fue vandalizada, sufriendo la rotura de varias de sus puertas de cristal, según informó el mismo medio. Estos hechos se han saldado con la detención de hasta 11 personas, según Le Parisien.

El centro comercial Place des Halles también ha tenido que ser evacuado y cerrado por la policía debido a las amenazas de daño publicadas en redes sociales, al igual que el de Trois Fontaines, que no ha ocurrido mejor suerte y ha tenido que ser desalojado a las 16.30 horas, según Le Parisien. 

En el centro comercial Rosny 2, según informa BFMTV, muchos jóvenes encapuchados, vestidos de negro, han corrido por el edificio bajando las persianas metálicas y causando diferentes destrozos. Estos altercados se han saldado con la detención de hasta 15 personas. 

Macron avisa a los padres de "responsabilidad penal"

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido este viernes a los padres que ejerzan "responsabilidad" para que sus hijos no participen en los disturbios. En la misma línea se ha pronunciado el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, que advertido de los padres que no ejerzan esta labor -impidiendo los actos vandálicos de sus hijos- que tendrán "una responsabilidad penal" que ya figura en el marco de la legislación gala. 

"Cuando los padres no ejercen su autoridad parental y eso pone en entredicho la seguridad o la moralidad de los niños, los progenitores pueden incurrir en una pena de hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa", avisó el ministro, en alusión a la gran cantidad de menores vistos en las protestas violentas.

De la misma manera, el titular de Justicia también se ha pronunciado sobre los altercados, afirmando que la tragedia de la muerte del joven Nahel "no puede ser utilizada como pretexto para los abusos" que se están produciendo. También ha aprovechado para pedir "penas severas para quienes atenten contra la integridad física de policías, magistrados y personal judicial", así como para "los que saquean los bienes de los trabajadores honestos y todos los servicios públicos".

No obstante, y a pesar de que el presidente anunció este viernes que Interior desplegaría "medios adicionales" para combatir los disturbios, por el momento no se ha decretado ninguna medida especial a nivel nacional. Sin embargo, 45.000 agentes coparán las calles galas para evitar disturbios, 5.000 más que la noche anterior. 

Como medida excepcional, algunas ciudades cómo Asniéres han decretado el toque de queda desde las 22.00 hasta las 6.00 horas, al igual que Compiégne, Savigny-le-Temple, La Ferté-sous-Jouarre, Denain y Tourcoing. 

Gran presencia de menores

"Encontramos a jóvenes de entre 12, 13 y 18 años. El presidente ya lo ha dicho, no es el Estado, sino los padres los que crían a los hijos", detalló el ministro de Justicia. De igual manera, Dupond-Moretti ha mantenido una reunión con el ministro de Economía, Bruno Le Maire y responsables de plataformas digitales. 

En este acto, los dirigentes han recordado a estas plataformas, como Twitter o TikTok "su responsabilidad en la difusión de diferentes tipos de publicaciones" relacionadas con los motines vistos estos días en Francia. Por ello, ambos han exigido un compromiso para identificar a los usuarios de redes sociales que participen en la comisión de delitos.

Poco después, el titular de Justicia solicitó a los fiscales que demanden a los operadores de redes sociales para colaborar en la identificación de menores que se organizan para cometer actos vandálicos: "No se pueden refugiar en sus teléfonos para no ser perseguidos".

Prohibiciones para evitar riesgos

Como consecuencia de los diferentes altercados, el ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, ha decidido extender este viernes a todo el país la restricción de circulación de autobuses y tranvías, que no podrán funcionar a partir de las 21.00 horas hasta la mañana del sábado.

También se ha prohibido temporalmente la venta de morteros para el lanzamiento de fuegos artificiales, bidones de gasolina, ácidos y otros productos inflamables y químicos. De igual manera, Élisabeth Borne, primera ministra francesa, ha anunciado el despliegue de vehículos blindados de la Gendarmería para resolver posibles disturbios. 

Se han aplazado o anulado las tradicionales fiestas de verano de las escuelas francesas (Kermesses) en la populosa región de París, al igual que los conciertos de la artista Mylène Farmer -previstos para la noche de este viernes y para la del sábado- en el Stade de France o el festival Fnac Live Paris.  

De igual forma, en Marsella, Lyon y Burdeos las autoridades han prohibido cualquier tipo de manifestación reivindicativa en el centro de la ciudad en la noche de este viernes, tratando así de prohibir a todas costa cualquier tipo de evento multitudinario que pueda entrañar riesgo. 

La Policía, al límite

La policía ha emitido su comunicado mostrando su hartazgo por los altercados que han tenido lugar durante estos tres días. Por ello, los sindicatos Alianza Policía Nacional y UNSA-Policía han expresado que ya no aguantan más las actitudes "de las minorías violentas".

Ambos grupos han afirmado encontrarse en medio de un "combate" contra lo que han definido como grupos "nocivos". Por ello, han exigido que desde el Gobierno se tomen todas las medidas posibles "para restablecer el estado de derecho lo antes posible", afirmando que el país está "en guerra".

Las reacciones no se han hecho esperar y algunos políticos progresistas se han pronunciado rápidamente. Sandrine Rousseau, diputada ecologista en el distrito IX de París ha calificado la misiva de los sindicatos como "una amenaza de sedición". Por su parte, la secretaria nacional de Europa Ecología Los Verdes (EELV) lo ha catalogado como "una llamada a la guerra civil", indica Le Monde.