El 23 de julio los españoles votaron en una nueva una cita electoral para elegir al próximo presidente del Gobierno, pero los resultados han dejado un claro empate entre Alberto Núñez Feijóo (PP) -ganador por número de votos- y su aliado Santiago Abascal (Vox) y el bloque progresista de Pedro Sánchez (PSOE) y Yolanda Díaz (Sumar). Ahora, la formación del gobierno depende de la capacidad de los distintos partidos para llegar a acuerdos. Eso sí, sea cual sea el resultado, el Congreso tendrá a un Senado al frente con mayoría absoluta del PP.

Pero, empecemos por el principio, ¿qué es exactamente el Senado y cuáles son sus funciones? Las Cortes Generales están formadas por dos cámaras, el Congreso de los Diputados (la cámara baja) y el Senado (la cámara alta), ya que en España la política funciona con un sistema bicameral donde el poder legislativo queda dividido en estos dos organismos.

Los representantes de estas cámaras son los que se encargan de gobernar el país mediante la aprobación de presupuestos y leyes (de ahí que normalmente las normativas surjan en el Congreso de los Diputados, pero después siempre pasen por el Senado para su aprobación).

Qué implica que el PP tenga mayoría absoluta en el Senado

No obstante, este sistema bicameral es el minoritario en el mundo, donde más de la mitad de países solo cuentan con un organismo para legislar (concretamente un 59 por ciento), según los datos del ACE ACE Red de Conocimientos Electorales.

Qué diferencia al Congreso del Senado

Mientras que en otros países las funciones del Senado y el Congreso se agrupan en un mismo organismo legislativo, en España tenemos un sistema bicameral aunque es asimétrico, ya que el Congreso tiene más poder que el Senado (el primero cuenta con 350 diputados y el segundo con 266 senadores).

Pero entonces, ¿qué funciones tiene cada uno y en qué se diferencian? La principal es que el Congreso representa a todos los ciudadanos del país, mientras que el Senado se compone de representantes territoriales y, además, en el primero se debaten y redactan leyes, mientras que en el segundo tan solo se revisan y se proponen cambios a los proyectos de ley.

Aunque ahora nuestro país cuenta con un sistema bicameral, la realidad es que la primera Constitución española (Cádiz, 1812), establecía que solo tendría una cámara, aunque inspirándose en otros países como el Reino Unido, más adelante se dividiría en dos.