El caso de Yoncheva, un precedente al que se agarra Puigdemont para salvar su futuro

Elena Yoncheva
Elena Yoncheva
Henar de Pedro
Elena Yoncheva

Casi 7.000 folios con documentos le pueden servir a Puigdemont para salvar una bola de partido respecto a su futuro. Este miércoles el Tribunal General de la UE (TGUE) se posiciona sobre su inmunidad, en una sentencia, pero también revelará su postura sobre el hecho de que el Parlamento Europeo no defendiera al expresidente de la Generalitat, que es eurodiputado desde el año 2019. Una de las cabezas más representativas del procés independentista sigue sin rendir cuentas ante la Justicia y ahora aspira a alargar todavía más este camino.

La decisión, de todos modos, no es definitiva, puesto que si no le fuera favorable a Puigdemont le cabría todavía recurso ante el TJUE, que ya optó en su momento por mantenerle la inmunidad de forma cautelar, en contra de la posición del juez Pablo Llarena. Un levantamiento de la misma tendría efectos directos en caso de que el expresidente de la Generalitat pisase territorio español. Es más, si le fuera favorable la postura del TGUE, podría sopesar un regreso a Cataluña.

Por lo pronto, él se agarra a otros casos que considera similares para llevar la razón. En total hay casi seis decenas de situaciones en las que la Eurocámara se negó a suspender la inmunidad de algunos eurodiputados, rechazando así los suplicatorios solicitados. Uno de esos casos es el de la búlgara Elena Yoncheva, del grupo de Socialistas y Demócratas (S&D), a quien en febrero de 2022 le mantuvieron la condición inmunitaria pese a la solicitud de los tribunales de su país.

Las fuentes consultadas por 20minutos no profundizan demasiado en el tema, pero sí aseguran que se trata de "dos casos completamente diferentes". Y es que en 2019, la Fiscalía búlgara envió una solicitud al Parlamento Europeo para despojar a Yoncheva de la inmunidad por cargos de blanqueo de dinero procedente del Banco Comercial Corporativo en quiebra, pero se trata de unos hechos correspondientes al año 2010, es decir, previos a su actividad como eurodiputada (pues entró en el Parlamento en 2019). 

Además, en ese contexto los eurodiputados consideraron que se trataba de una maniobra "para perjudicar la actividad política" de la implicada. Ese argumento también le sirve a la defensa de Puigdemont para su devenir. No obstante, en lo que se refiere a Yoncheva, la Eurocámara tuvo también en cuenta que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había admitido una demanda de la eurodiputada búlgara contra su país por una supuesta vulneración del derecho a la presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva.

Más allá de los precedentes, lo que va en contra de los intereses Puigdemont es que el TJUE, pese a la cautelar, ya avisó hace unos meses sobre su entrega que un Estado miembro de la UE -en este caso Bélgica- no puede rechazar una orden europea de detención y entrega (antes euroorden), ni dudar de la competencia del tribunal que reclama a la persona, en este caso el Tribunal Supremo. Solo lo puede hacer si las deficiencias que ve son "sistémicas", algo que no sucede en este caso.

En el escenario de que todas las sentencias le fueran esquivas, al expresidente catalán le quedaría la baza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que recurrió por ejemplo precisamente Yoncheva, que podría tardar hasta dos años en pronunciarse sobre su situación, siempre y cuando además no se incluyan las cuestiones perjudiciales que pueda haber por el camino.

Desde el Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, secretario general de Ciudadanos, eurodiputado y presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, pide cautela para ver qué dice la sentencia y después decidir cuál es el siguiente paso, aunque insiste en que desde la Eurocámara "se han hecho las cosas bien" en torno a lo que implica al expresidente catalán. "Hemos hecho las cosas bien y respetando el procedimiento. Estamos tranquilos". Ahora el TGUE dirá.

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