Seis de cada 10 votantes de Vox engrosa el 90% de la población que cree en el cambio climático y el 75% limitaría el agua al ocio

Que el cambio climático existe y tiene graves consecuencias, por ejemplo, sobre la perpetuación de la sequía, es una opinión prácticamente general en España, que abarca al 90% de los ciudadanos, pero no a todos ni en la misma proporción en función del partido al que dicen votar. Entre el 10% restante se encuentran casi cuatro de cada 10 votantes de Vox, puesto que entre ellos, el 36% restante se niega a reconocer la existencia de este fenómeno.

Esta es una de las conclusiones que arroja un informe titulado Vaciada, ¿y verde? Actitudes de la España rural frente al desafío climático y la transición ecológica elaborado por el think tank ecologista liberal-conservador OIKOS y la asociación climática Legados sobre la percepción de la ciudadanía española sobre el calentamiento global, su efecto sobre la sequía y medidas como la supresión de combustibles fósiles.

El estudio concluye que el negacionismo sobre el cambio climático es muy minoritario, pero que existe y más entre unos votantes que entre otros. Según una encuesta de más de 2.000 entrevistas realizadas entre marzo y abril pasados, el 90% dijo reconocer la existencia del cambio climático. Entre ellos, el 100% de los votantes de Unidas Podemos y el 96% de los votantes del PSOE. Esta percepción descendía ligeramente entre los votantes del PP (un 84% ratifica la existencia del cambio climático) y de forma más acusada entre los de Vox, porque solo lo reconocía el 64%. 

Preguntados por la necesidad de actuar "con urgencia" y "de manera prioritaria" frente al calentamiento global, el apoyo baja del 90%, porque solo dos tercios de los encuestados se mostraban a favor de ello. También en este caso, los votantes del PP (38%) y los de Vox (19%) son los que menos apoyan esta rapidez.

A pesar de que más del 70% responsabiliza del cambio climático de las emisiones que se lanzan a la atmósfera debido al transporte -en mucho menor medida a la agricultura o la ganadería, dice el informe-, es mejor el apoyo cuando se pregunta sobre la conveniencia de reducir el uso de combustibles fósiles -como el gas natural o el petróleo- para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Solo el 60% de los encuestados apoya la necesidad de limitar el uso de combustibles fósiles mientras que una mayoría rechaza que aumenten los impuestos para desincentivar su uso. Esto solo lo apoya el 30%, según la encuesta, que muestra que en las zonas rurales hay menos apoyo a reducir los combustibles fósiles (solo está de acuerdo el 50%) y a medidas de tipo fiscal (el 23% en contra).

También es mayoritario -hasta el 60%- el rechazo al denominado 'decrecimiento' económico o la reducción de la natalidad como medidas para frenar el cambio climático, mientras que el 70% confía en los hábitos personales como vía para proteger el medio ambiente y alrededor de un 50%, en que la innovación tecnológica y la ciencia reducirán la necesidad de asumir grandes sacrificios para frenar el cambio climático.

Sequía y uso del suelo

Uno de los efectos más evidentes del cambio climático es la sequía, que en España es algo que suscita más preocupación que el cambio climático mismo. El 94% está preocupado por ello, más en el medio rural (94%) que en el urbano (90%).

Para hacerle frente, una mayoría del 75% cree que es "necesaria la restricción del consumo de agua" que se destina a usos de ocio. El apoyo baja hasta el 45% cuando de lo que se trata es de limitarlo para usos agrícolas, para cultivo de regadío.

Nucleares y renovables

Por lo que respecta al uso de la tierra y la energía, el estudio muestra que la creación de nuevas centrales nucleares como están haciendo Bélgica o Países Bajos en España no concita demasiado interés y menos del 20% de los encuestados apoyaría hacerlo "en un entorno próximo". Entre quienes la rechazan hay un 71% de votantes del PP y 65% de Vox.

Al contrario, el estudio concluye que es más numeroso el apoyo a instalar energías renovables, aunque en el medio urbano es un 20% mayor que en el medio rural. Sobre qué uso debe darse a la tierra, la mayoría querría un uso "equilibrado" entre parques renovables y agricultura excepto los votantes de Vox, donde la preferencia por la agricultura en lugar de por las renovables se duplica.

Las diferencias entre el campo y la ciudad también se ven en el apoyo que concita la caza en uno y otro. Según el estudio, más de la mitad de quienes viven en el campo está a favor y cree que esta actividad es "totalmente compatible" con la protección de los espacios naturales, mientras que menos de la mitad de quienes viven en la ciudad la apoyan.

La actividad cinegética también provoca diferencias entre votantes de distintos partidos. El 73% de los votantes de Vox y el 63% de los del PP creen que la caza es "totalmente" o "bastante" compatible con la conservación de espacios naturales, algo que solo piensa el 37% de los votantes del PSOE y el 18% de los de UP.